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Rajoy: "Quieren pelea, pero conmigo que no cuenten"

Evita las polémicas al no hablar de las declaraciones de Pascual Sala ni de la foto del etarra

MARÍA JESÚS GÜEMES

El líder del PP, Mariano Rajoy, acudió ayer a Galicia. En su tournée estuvo arropado en todo momento por el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que arrebató el poder a los socialistas hace dos años. Ahora, este no se juega nada. La batalla se mide a escala local y, curiosamente , todas las ciudades gallegas están en manos del PSOE o del Bloque. Las encuestas dicen que el PP lo tiene difícil para lograr un vuelco. Paradojas de la vida, puede que donde menos triunfe la derecha sea precisamente en la tierra de su jefe de filas.

En su paso por Vigo y Santiago, Rajoy no dudó en presumir del 'magnífico ejemplo de Gobierno' de su compañero de partido, tal y como hizo en su día con el balear Jaume Matas.

Pone a Feijóo como 'ejemplo' pese a que el paro crece más en Galicia

Con Feijóo es distinto. 'Hay que reconocérselo', dijo destacando que ha presentado un Presupuesto 'austero, respetando el dinero del contribuyente, intentando corregir el déficit público y frenando el endeudamiento'. La oposición no piensa lo mismo. Desde hace meses reprocha al presidente gallego que, desde que él está al frente, el paro se ha disparado por encima de la media española. A pesar de ello, Rajoy afirmó que su intención es 'copiar' en el futuro 'su código ético de buenas prácticas económicas'.

Rajoy habló de economía sin parar. Lo cierto es que cada jornada que transcurre parece el día de la marmota. Acto tras acto, se dedica a su libro y se niega a tratar incluso la actualidad. Suele hacer un gesto de rechazo cuando le sacan el tema de listas con imputados, prefiere no ir más allá con Bildu, a los socialistas los cita a regañadientes y evita opinar de cualquier asunto que le pueda comprometer.

'Quieren disputa, pelea y follón. Conmigo que no cuenten, que yo voy a hablar de empleo. No me voy a distraer', destacó en su cena mitin mientras lamentaba 'la falta de imaginación' del PSOE porque sólo sabe alertar sobre la vuelta de la extrema derecha.

Dice estar 'muy cansado' aunque no ha llegado a la mitad de la campaña

Dentro de esa dinámica, Rajoy también evitó ayer las preguntas de los periodistas que, a su llegada al encuentro con los empresarios en Vigo, se le lanzaron encima.

Todo el mundo quería saber lo que pensaba de las declaraciones del presidente del Constitucional, Pascual Sala. Este declaró que cuestionar la independencia del Alto Tribunal es 'atentar' e ir 'en contra de lo más sagrado que tiene la función jurisdiccional'.

Parecía un mensaje claramente dirigido hacia el PP donde, en estos últimos días, se han elevado varias voces entre ellas las de Aznar y Aguirre criticando a los magistrados y acusándolos incluso de estar al servicio del Gobierno.

Pero Rajoy hizo oídos sordos. No se dio por enterado. Como si no estuvieran hablando de su formación. Él dice siempre que mientras esté tranquilo con su conciencia no tiene nada de qué preocuparse. Y lo cierto es que él, estudiadamente, no ha llevado en ningún momento su discurso hasta el extremo, entre otras cosas porque reconoce que no puede exigirle nada más al Ejecutivo socialista. Primero porque sus dirigentes han hecho lo que estaba en sus manos y lo han hecho bien y, segundo, porque no tiene pruebas de que el Ejecutivo haya influido sobre la decisión de los jueces como para denunciarlo.

No fue lo único sobre lo que no quiso pronunciarse.Tampoco opinó sobre la polémica foto en la que se ve a un etarra con una pancarta a favor de Bildu tras su excarcelación. En un principio, no respondió. Después, al finalizar la comida mitin, los medios volvieron a insistirle. '¿Qué foto?', respondió eludiendo por completo la cuestión.

En otro punto, la portavoz del Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría se lo recriminaba al vicepresidente: 'Espero que Rubalcaba haya visto la foto que ha visto toda España y demuestre si tiene voluntad de aplicar la ley para que Bildu no esté en las instituciones'.

Los que rodean a Rajoy cuentan que todas las polémicas serán respondidas por los portavoces competentes. Ya cuando estuvo en Berlín, Rajoy dijo que el tema de candidaturas no iba a abordarlo y que eso le corresponde hacerlo 'a la estructura' del partido. El líder del PP desea ocuparse sólo de los grandes temas, aunque su responsabilidad sea hacerlo del partido en conjunto.

'Aquí estamos para sumar, no para dividir. Para hablar de futuro, no de pasado. Toca cambiar', proclamó Rajoy. Durante todo el día estuvo destacando que el principal problema de la economía española es 'la falta de confianza' y que eso se soluciona con un Gobierno formado por 'personas competentes' capaces de articular un 'plan serio'. Antes de que alguien le pudiera reprochar que siempre dice lo mismo y no propone nada, Rajoy enumeró un largo listado de medidas, ninguna de ellas nueva.

Lo único que Rajoy confesó a los periodistas es que está 'muy cansado' tras su maratoniana visita a Canarias. En sus discursos la fatiga se va notando. Y eso que aún no se ha llegado al ecuador de la campaña.

1. Todos contra Bildu

El PP 'da libertad' a los suyos para ir a la concentración de víctimas el próximo 14 de mayo, según informa Europa Press. Pero la mayoría de sus dirigentes están de campaña electoral y será complicado que asistan a una marcha contra la presencia de Bildu en las instituciones.

2. Mayor, a la cabeza

En representación del Comité de Dirección del PP va el portavoz en Bruselas, Jaime Mayor Oreja, y el portavoz en Interior en el Congreso, Ignacio Cosidó.

3. Rajoy, de mitin en Zaragoza

No parece que figure entre sus planes. El jefe de la oposición tiene ese día un mitin en Zaragoza pero el horario previsto no le impediría acudir. 

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