¿Qué haría usted en materia económica que no haya hecho el Gobierno? La pregunta a Mariano Rajoy fue directa y concisa, pero el líder del PP no lo fue tanto: empezó a enumerar sus prioridades como son la austeridad, el control del déficit público, la recuperación del crédito, la reestructuración del sistema financiero y la reforma laboral. Es decir, lo mismo que hace el Gobierno.

Este es un ejemplo claro de lo que fue una larga entrevista de una hora en el programa En días como hoy de RNE: el líder conservador mantuvo un disurso muy inconcreto, no salió de las generalidades, muchas veces recurrió al tópico y nunca concretó. Otro ejemplo (tópico) de cómo salir de la crisis: 'Hemos gastado más de lo que teníamos, y lo que tenemos que hacer es vivir acorde a nuestras posibilidades'. 

Por lo que se refiere a la crisis señaló, como ya ha hecho tantas veces, que el problema de la economía española 'es de confianza'. Y se presentó como el hombre capaz de sacar a España de la crisis, y para ello Rajoy recordó con gran profusión de datos su trayectoria política: 'Empecé a los 26 años. He hecho cosas bien y cosas mal, soy absolutamente independiente y no tengo otro norte que el interés general de los ciudadanos'.

Así que después de recordar que atravesamos momentos difíciles, Rajoy dijo que la crisis se superara: 'Los españoles están en una situación muy difícil, pero España es un gran país e igual que en el pasado creamos millones de empleos, lo volveremos a hacer'.

'Voy a decirles a los españoles lo que hay que hacer'

Lo que no dijo es cómo. Sí, Rajoy adelantó que él presentará un plan global para cuatro años 'para decirle a los españoles lo que hay que hacer', pero no concretó nada. Sí mencionó bajar los impuestos sólo a las Pymes y los autónomos, pero eso también lo ha hecho el Gobierno.

Sí concreto algo más, no mucho, cuando le preguntaron por el Estado autonómico. Se mostró partidario de mantenerlo pero afirmó que hay que fijar un techo de gasto y de endeudamiento de las Comunidades Autónomas. También lanzó una idea: crear una ley de unidad del mercado. 'Si en Europa vamos hacia normas iguales no tiene sentido que en España haya 17 normas distintas. Hay que garantizar la igualdad de derechos de los españoles'. 

Rajoy no quiso dejar pasar la oportunidad de mostrarse como un político de Estado, dispuesto a colaborar con el Gobierno en lo que haga falta y a hacer una oposición responsable. Rechazó estar esperando a ver pasar el cadáver político de Zapatero por delante de su puerta y reivindicó su capacidad de acuerdo con el Gobierno en la reforma del sistema financiero. Dijo que había margen para 'llegar a acuerdos en materia laboral, energética, en pensiones', pero a continuación  siguió atizando al Gobierno por subir la luz: dijo que esa subida es demagógica.

No quiso pronunciarse sobre si modificará algunas leyes polémicas caso de llegar al poder. De la ley antitabaco y del aborto dijo lo mismo: 'Hay que escuchar a la gente'. 

Murcia y la brutal agresión al consejero de Cultura y Turismo fueron la siguiente parada. Solicitó la dimisión del delegado del Gobierno de Murcia, Rafael González Tovar, quien, a su juicio, 'no ha estado a la altura de las circunstancias' ante las agresiones e insultos que han sufrido los miembros del Gobierno murciano.

Además, avanzó que pedirá explicaciones en el Congreso y el Senado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que informe de lo que ha ocurrido y qué 'investigaciones' está haciendo su Departamento. 'El delegado del Gobierno lo ha hecho muy mal y no debería seguir un minuto más en la responsabilidad que tiene', declaró.

'Rubalcaba tiene muchos puntos oscuros que explicar'

Rajoy desveló que él llamó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para hablarle de este asunto, y después le telefoneó el ministro del Interior, que le ha 'garantizado' que esto no volverá a ocurrir. A su entender, hay que ser contundente con esa veintena de 'extremistas' y por eso pidió al Gobierno 'que dé seguridad a los miembros del Gobierno murciano'.

Cuando le preguntaron por qué en las encuestas no sale muy valorado, Rajoy recurrió de nuevo a los tópicos: 'En un momento de crisis es normal que los ciudadanos no tengan entusiasmo por los polítcos. Pero no todos somos iguales'. 

Tampoco escapó del tópico o se hizo el sueco cuando le preguntaron por los privilegios de los políticos: 'La mayoría somos honrados'. Se mostró partidario de no tocar los sueldos públicos de los ex presidentes Felipe González y José María Aznar.

Sobre las elecciones locales, Rajoy aseguró que 'no son primarias' de lo que ocurrirá en 2012 en las generales pero sí 'son un indicativo' de lo que puede suceder entonces. 

De ETA dijo que mientras la organización terrorista no se disuelva, Batasuna no podrá presentarse a las elecciones. Y de ahí pasó a Rubalcaba: en la línea más conservadoras del diario El Mundo —pese a que en toda la entrevista se presentó como un político moderado— afirmó este lunes que si Alfredo Pérez Rubalcaba fuese el candidato del PSOE en las próximas elecciones generales tendría 'muchos puntos oscuros' que explicar de su gestión al frente del Ministerio del Interior y su época como portavoz del Gobierno con Felipe González.

Terminó haciendo un apunte inteligente: preguntado sobre el modo en que conformará su gabinete de ministros si llega a La Moncloa en 2012, Rajoy explicó que nombrará 'a los mejores' para cada puesto y, si es posible, procurará rodearse de políticos y expertos 'que sean -apostilló- mejores que yo'. No quiso desvelar si entre esos ministros estará el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, al que considera 'una persona muy válida' pero 'como otras muchas' en el Partido Popular.