El presidente del Senado, Javier Rojo, apostó hoy por reformar, 'intentado sumar con todos', el Estatuto Vasco y aprovechar la oportunidad para que el nacionalismo radical pueda integrarse en la democracia 'superando su rechazo al Estatuto de 1979'.

'La realidad vasca de cara al futuro no es otra que reformar el Estatuto. Con el máximo de autonomía dentro del Estado y de las competencias constitucionalmente posibles', aseguró Rojo en una conferencia pronunciada en el Foro Nueva Economía.

En su intervención el presidente del Senado, quien habló 'también como político vasco', abogó por un acuerdo de carácter 'incluyente', que permita un entendimiento entre 'las dos almas de Euskadi, la autonomista y la nacionalista, la vasco-española y la abertzale'.

No obstante, según puntualizó Rojo, la reforma estatutaria solamente se podrá abordar cuando la paz sea una realidad, y no antes, 'al objeto de que el terrorismo no pueda condicionar las reivindicaciones políticas del nacionalismo democrático, ni impedir postulados de socialistas y populares'.

Sin duda alguna, agregó, 'fortaleceremos la democracia si quienes creemos en ella estamos unidos en su defensa frente a quienes la violentan y, además, contribuiremos a que el nacionalismo anti-sistema rectifique'.

'Consenso reforzado' 

Tras indicar que Euskadi necesita un 'consenso estatutario reforzado', precisó que en dicha reforma habría que reflejar los derechos y deberes que tienen los vascos por el hecho de ser ciudadanos 'no por el hecho de ser vascos' y una nueva regulación de las competencias, de la acción exterior, de las relaciones con la UE o de la colaboración con el Estado desde la lealtad.

Este planteamiento, a juicio del presidente de la Cámara Alta, se debería hacer tras una evaluación seria y rigurosa de las 'luces y sombras' que ha arrojado el Estatuto de Gernika, un texto gracias al cual 'Euskadi es lo que es hoy'.

Frente al 'viaje hacia atrás' que, a juicio de Rojo, supone la propuesta del lehendakari para una consulta popular sobre el futuro del País Vasco, planteó un acuerdo transversal que sea aprobado por el Parlamento Vasco, discutido por las Cortes y ratificado en un referéndum por los votos de los vascos.

Respeto a la ley 

'Los vascos somos lo que somos en tanto en cuanto respetamos la ley. Fuera de la ley no somos nada', remarcó Rojo, quien, en este marco, ensalzó la Constitución como 'nuestro gran instrumento de convivencia'.

La Constitución, añadió, no es por tanto 'un símbolo sagrado' sino una 'herramienta cargada de futuro' en la que es necesaria una reforma.

Dicha reforma, además de la igualdad en la sucesión de la Monarquía, debería introducir en la Carta Magna la adaptación a la nueva Unión Europea, la denominación de las Comunidades Autónomas y, 'por supuesto', recalcó el presidente de la Cámara Alta, la 'acuciante' necesidad de reforma del Senado para que el Estado Autonómico sea más 'eficaz y eficiente'.