En 1977, en las primeras elecciones tras la muerte de Franco en España, el PSOE conseguía 118 escaños en el Congreso. Treinta y cuatro años más tarde, el partido socialista ha batido esa marca consiguiendo los peores resultados de su historia. Sólo suman 110 diputados en unas elecciones con las que el PP logrará el mayor poder institucional de la democracia tras conseguir 186 diputados.

La formación liderada por Rubalcaba sólo ha ganado en las provincias de Barcelona y en Sevilla, donde encabezan las listas de la formación Carme Chacón y Alfonso Guerra, respectivamente. Por su parte, el PP ha obtenido sus mejores resultados y una mayoría absoluta histórica para el partido. Mariano Rajoy ha conseguido superar la barrera de los 183 escaños que logró José María Aznar en el año 2000.

Se trata del segundo triunfo más holgado de la democracia, sólo superado por los 202 escaños que el PSOE de Felipe González consiguió en 1982. Desde que en España, en 1977, se votara por primera vez en unas elecciones generales cuarenta y un año después de los últimos comicios celebrados durante la Segunda República, se ha otorgado en cuatro ocasiones la mayoría absoluta: dos al PSOE y, con la de hoy, otras dos al PP.    

Desde las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, el partido conservador gobierna en casi la mitad de las alcaldías del país, con 3.811 municipios en su poder, y en 11 de las 17 autonomías, a la espera de que las próximas elecciones autonómicas de Andalucía le cedan también el control del tradicional bastión socialista.

En mayo el PSOE vio disuelto casi todo su control territorial

Una comunidad en la que el PSOE ha gobernado sin interrupción desde 1977 y en la que ha perdido su hegemonía por primera vez en los comicios generales: los socialistas han conseguido 25 diputados, mientras la formación de Rajoy ha llegado a alcanzar los 33.

Durante las pasadas elecciones municipales, el partido socialista ya había visto rebajado su poder en la comunidad más grande del país, donde no consiguió gobernar ni en las capitales de provincia ni en las principales ciudades.

Y es que en mayo el PSOE vio disuelto casi todo su control territorial (con un retroceso de 7 puntos), hundiéndose al nivel de 1979. Mientras, el candidato conservador conseguía posicionarse en todo el territorio pese a subir solo dos puntos. Estaban marcando un precedente para los resultados de esta noche, en los que el peor resultado del partido de Rubalcaba se suma al mejor de la historia del PP.