Casi un mes después de que comenzaran las huelgas de los pilotos de Iberia, el conflicto sigue enquistado, con los pasajeros como principales víctimas. Mañana, el sindicato de este colectivo, el Sepla, realizará su cuarta jornada de paro tras la de ayer, que concluyó sin demasiado efecto.

Pese a todo, unos 12.000 viajeros se vieron perjudicados por los 109 vuelos que Iberia tuvo que cancelar por la huelga. A las ocho de la tarde, según los últimos datos de la empresa, había salido casi el 75% de los 204 viajes progra-mados. En torno al 75% de los afectados habían sido recolocados en otros vuelos o se les había reembolsado el dinero del pasaje. Aunque fuentes del Sepla aseguraron que, en realidad, hubo más vuelos cancelados porque Iberia contaba como uno los que implican varias escalas.

Mañana, 1.400 pilotos para-rán otra vez, salvo para cumplir con los servicios mínimos que ha decretado el Ministerio de Fomento, a no ser que la reunión de hoy entre el Sepla e Iberia sirva para anular la huelga. Al cierre de esta edición no había señales de entendimiento entre las dos partes.

Así que, salvo sorpresas, 104 vuelos serán anulados por el paro de mañana, lo que afectará a unos 11.000 pasajeros. Los servicios míni-mos garantizan los trayectos en las Islas Canarias y Balears, la mitad de los vuelos nacionales de más de 500 kilómetros y el 50% de los extranjeros de menos de seis horas. Para los trayectos de largo recorrido se asegura un vuelo de ida y vuelta diario.

En total, los cuatro días de huelga que han realizado los pilotos desde el pasado 18 de diciembre han perjudicado a más de 30.000 pasajeros. Además, el jefe del Sepla en Iberia, Justo Peral, ha reiterado varias veces que seguirán adelante con las movilizaciones si no se avanza en el conflicto, provocado por la creación de la filial de bajo coste Iberia Express. El sindicato acusa a Iberia de querer destruir 400 puestos de piloto y 5.000 en toda la empresa matriz con el lanzamiento, en marzo, de esa compañía subsidiaria.