La Gran Vía, una de las principales calles de la capital, cambiará su aspecto dentro de un año. Las obras de remodelación de esta arteria, que tiene más de 100 años, comenzarán el próximo mes de enero, tras la finalización de las fiestas navideñas, y se prolongarán hasta la primavera de 2019, según ha informado el Área de Desarrollo Urbano Sostenible. Y añaden que se hará todo lo posible por acortar plazos.

Se ampliarán las aceras, se potenciará la vegetación y se reducirá y reordenarán  los carriles para crear un sistema de movilidad donde se integre la bicicleta con el resto del tráfico. 

Además, el proyecto contemplará la reordenación de los carriles para autobuses y taxis, así como las áreas para carga y descarga, residentes y acceso a los aparcamientos de la zona.

Ampliación de aceras

La reforma propuesta por el Ayuntamiento de Carmena cederá más espacio a los peatones, concretamente 5.400 metros de acera más en Gran Vía.

Se mantendrá la estructura puesta en marcha el 1 de diciembre por Navidad, esto es, dos carriles por sentido para la circulación y el restante para los peatones.

El vallado de bloques de hormigón en beneficio de la movilidad peatonal instalado para esta Navidad se mantendrá sobre las obras. Se irá retirando a medida que la calle tenga las aceras construidas. 

Fomento del uso de la bicicleta

La calzada del tramo de la Gran Vía que abarca desde la plaza de Cibeles a la de Callao quedará dividida en cuatro carriles, de forma que las bicicletas compartirán espacio con los demás vehículos en los ciclocarriles 30, puesto que cuesta arriba paralizan el tráfico y no pueden ir a 30 .

Por otra parte, el tramo entre la plaza de España y la de Callao quedará dividido en cinco carriles, uno de los cuales exclusivo para bicicletas de forma que en el sentido bajada hacia Plaza de España las bicicletas circularán compartiendo la calzada con los demás vehículos. Sin embargo, causa de la pendiente de la calle, los ciclistas tendrán un carril bici independiente del resto de los vehículos para la subida.

Prohibición de los vehículos privados 

Una vez las obras estén finalizadas, sólo podrán circular los residentes en la zona y los servicios de emergencias, además de autobuses, taxis, bicicletas y vehículos no contaminantes.

El perímetro del distrito Centro será a partir del año que viene una gran Área de Prioridad Residencial donde estará prohibido el tráfico de coches privados salvo para acceder a los parkings.

Espacio único para taxis y autobuses

En el tramo entre la plaza de Cibeles y la de Callao la calzada pasará de seis a cuatro carriles, dos de cada sentido. Los laterales estarán reservados para los autobuses y los taxis. 

Recreación de la remodelación de Gran Vía. AYTO. DE MADRID

Más vegetación

Se plantarán más árboles en las zonas peatonales, una medidas que formarán parte del Área Central Cero Emisiones (ACCE). El acceso a estas zonas que estarán formadas por rondas y bulevares, solo se permitirá a residentes y vehículos que estén incluidos en las excepciones.

La ACCE tiene como objetivo principal la reducción de la contaminación en el centro, así como rebajar el ruido.

La capital padece desde años niveles elevados de contaminación, de hecho la Unión Europea avisó al Ayuntamiento de que, en el caso de no reducir polución, les multaría. El distrito Centro es uno de los itinerarios frecuentes para cruzar la ciudad, por lo que estas medidas rebajarán la alta contaminación.

Espacios de descanso

Se reformarán también las seis plazas del entorno de Gran Vía con un concurso a través del Ministerio de Fomento.

La finalidad de estos espacios es el de descanso y/o estancias. También habrá mas asientos para los viandantes.

Presupuesto destinado

En este proyecto el Gobierno municipal destinará 9 millones (precio de licitación con IVA incluido). Tal y como informan desde Desarrollo Urbano Sostenible, el precio final se conocerá cuando abran las ofertas, lo que seguramente suponga una bajada de entre el 20 y el 30%.