El juez Baltasar Garzón considera que la investigación de los pagos que recibió durante su estancia en Nueva York por dirigir dos seminarios sobre terrorismo no llegará a buen puerto, porque a la Guardia Civil a la que el instructor de la causa, el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, encargó la labor le será imposible recabar todos los datos necesarios.

Por eso, y para demostrar su total colaboración con la investigación, la defensa de Baltasar Garzón presentó ayer en el alto tribunal un escrito en el que informa de la cuenta del Citibank de Laguardia, en la que se realizaron los ingresos al magistrado. Igualmente, Garzón adjunta las nóminas que ha conservado entre los meses de marzo de 2005 y abril de 2006. Todas las retribuciones fueron declaradas ante las autoridades tributarias estadounidenses, pero constan igualmente en el fisco español. El juez ha autorizado también a la unidad investigadora de la Guardia Civil para que pueda acceder a estos datos.

Tras negar las contradiccio-nes que el instructor atribuía a Garzón el pasado mes de septiembre, así como que el magistrado hubiera dado instrucciones para ocultar sus ingresos, el escrito presenta un cuestionario completo que solicita se realice por comisión rogatoria a tres responsables del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York donde el juez impartió los cursos y a la propia directora de la universidad estadounidense.

El 9 de septiembre, el juez Marchena ordenó a la Guardia Civil investigar cuentas corrientes, depósitos bancarios, declaraciones tributarias y, si las hubiera, participaciones en sociedades civiles o mercantiles de Garzón, dentro de la causa que sigue contra él por cohecho y prevaricación. El magistrado del Supremo alegaba 'inexactitudes y contradicciones advertidas en las respuestas dadas' por el juez en su declaración como imputado. Marchena también aludía a una supuesta voluntad de 'enmascarar la realidad' por parte de la Universidad de Nueva York.

En plena ofensiva del Tribunal Supremo contra Garzón, Marchena afirmaba en su resolución que era fundamental conocer el monto exacto de las cantidades ingresadas por el juez para tipificar los hechos investigados en esa causa, que se suma a la abierta en el alto tribunal por perseguir los crímenes del franquismo y ordenar escuchas en la cárcel a los imputados del caso Gürtel.

Sólo después de sentenciar 'manifiesta ocultación de cuantías' y asegurar que se habían rectificado 'algunas de las partidas retributivas', Marchena se preguntaba si eso se debía a 'una estrategia encaminada a camuflar parte de las ganancias obtenidas por Garzón' o se debía al 'desgobierno de la Universidad de Nueva York'. 'No he recibido ni un céntimo más de lo estipulado por la Universidad de Nueva York; no hay ninguna base legal para esta investigación, sólo me lo tenían que haber pedido', ha afirmado Garzón.