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La desmovilización de sus votantes inquieta al PSOE

Los barones territoriales rechazan que el batacazo catalán sea "extrapolable". Alegan que hay "dos problemas" que no tienen en sus comunidades, "el Estatut y el Tripartito"

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No fue casual que, en el día después de las elecciones en Catalunya, Marcelino Iglesias comenzara su comparecencia como portavoz del PSOE haciendo hincapié en que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no deja de buscar salidas a la crisis mientras que el PP no cesa de poner "palos en la rueda".

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La lección inmediata del batacazo de los socialistas catalanes que se ha extraído en el núcleo duro de la ejecutiva del PSOE, reunida bajo la dirección de José Blanco, es la necesidad de aumentar la movilización de su electorado. Y la primera medida es acentuar el discurso de polarización ideológica con el PP, martilleando en la idea de que la crisis "tiene dos salidas, por la izquierda o por la derecha, que son muy distintas".

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Los socialistas niegan carácter de "primarias" a los comicios catalanes

Iglesias no perdió tiempo y ayer mismo se afanó en la tarea: "No es lo mismo bajar el sueldo de los funcionarios, como hemos hecho nosotros, que despedirlos", como están planteando los gobiernos conservadores de Reino Unido e Irlanda.

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El secretario de organización destacó que una de las enseñanzas de los comicios catalanes es la necesidad de "explicar mejor las decisiones" que se toman. La otra es que, en momentos de dificultad como los actuales, "los ciudadanos quieren gobiernos sólidos y muy cohesionados".

Iglesias destaca la necesidad de "explicar mejor las decisiones"

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Después de que la ejecutiva federal asumiera en la misma noche electoral su cuota de responsabilidad por el impacto negativo que la crisis económica ha tenido en los resultados del PSC, los socialistas de todos los territorios salieron ayer como una sola voz a rechazar que sean extrapolables.

Lo dijeron Iglesias y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. Y los presidentes de Andalucía, José Antonio Griñán; de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, o de Balears, Francesc Antich, que tendrán que pasar el examen de las urnas dentro de seis meses. Pero también lo hizo el lehendakari, Patxi López, que tiene otro calendario electoral: "Hacer extrapolaciones a Euskadi nos conduciría a errores de bulto. No hay circunstancias ni parecidas".

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El portavoz del PSOE sostuvo que las elecciones autonómicas "no se pueden considerar unas primarias para otros procesos electorales". El análisis del núcleo dirigente es que el partido está tocado en todos los territorios por el malestar derivado de la crisis, pero "hay dos problemas" que no tienen "fuera de Catalunya: el Estatut y el Tripartito".

La derrota del PSC es acogida con una mezcla de alarma y alivio

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En este análisis incidieron desde sus comunidades autónomas diversos dirigentes territoriales. Así, el andaluz José Antonio Griñán atribuyó el varapalo a la "política errática" del Tripartito y el extremeño Guillermo Fernández Vara opinó que ha ganado CiU porque la gente "cuando puede elegir entre el original y la fotocopia, elige el original".

El presidente de Extremadura esgrimió otro dato para sostener que no hay "comparación posible" entre lo ocurrido en Catalunya y lo que puede suceder en mayo en el resto de España: PSOE y PP suman allí apenas un 30% de los votos, mientras que en el conjunto de España representan casi el 80%.

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Aunque el discurso oficial es de solidaridad y cierre de filas con el PSC, en privado son mayoría dentro del PSOE los que reconocen que el 28-Nles "genera un problema en Catalunya", pero les "da tranquilidad en el resto de España, porque el Tripartito ha sido un foco permanente de problemas". Esta afirmación se apuntala con la expectativa de que se confirme la pauta de que los catalanes "votan distinto" en cada convocatoria electoral.

El Gobierno tiende la mano a CiU para ganar su apoyo a las reformas

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Ante las próximas elecciones municipales, la inquietud se concentra en el emblemático Ayuntamiento de Barcelona, cuya pérdida sumiría al PSC en un proceso de catarsis, mientras que si se conserva su gobierno ayudaría a compensar la pérdida de la Generalitat. La candidatura se decidirá en enero y, de momento, el mejor situado sigue siendo el actual alcalde, Jordi Hereu, según fuentes del PSC.

Y, con vistas a las generales el PSC aporta ahora 25 diputados al Grupo Socialista,la preocupación es movilizar al electorado para frenar al PP. Iglesias atribuyó la debacle en Catalunya a que la mayoría de los votantes socialistas "se quedaron en casa" y, aunque reconoció un ligero trasvase a CiU, no quiso admitir que también lo ha habido al PP, a Ciutadans y a ICV, como se admite en el PSC.

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Desde el Gobierno, Ramón Jáuregui confirmó que, si los resultados "abren el escenario a una CiU más predispuesta al entendimiento", aprovecharán "esa oportunidad" porque desean "el máximo apoyo parlamentario a las reformas".

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