A la espera de futuras investigaciones y resoluciones judiciales o policiales, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha confirmado que analizará el impacto en el BBVA de las responsabilidades, si las hubiera, por los encargos de espionaje ilegal al ex comisario José Manuel Villarejo. Asimismo, "examinará" sus protocolos de seguridad, tras desvelarse que sus antiguos responsables pudieron ser espiados.

El Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional conoce dichos encargos, al menos, desde mayo del pasado año, cuando tal y como difundió Público entonces el propio Villarejo entregó al mismo los documentos que acreditaban una relación de su matriz empresarial, Club Exclusivo de Negocios y Transacciones (CENYT), con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), al menos desde el 1 de junio de 2016 hasta diciembre de 2017, un mes después de que el millonario policía fuera detenido en la Operación Tándem.

Por su parte, Moncloa.com asegura este viernes que el asunto llegó en unas diligencias previas a dicho juzgado a finales de junio del pasado año, en el marco de la Opeeración Tándem, según un escrito de Fiscalía.

Por otro lado, la CNMV ha confirmado a Público que estudiará, una vez concluyan las investigaciones judiciales, el posible impacto que este espionaje pudiera tener en las cuentas de la entidad, "tal y como marcan sus competencias". Así, la CNMV se centrará en las responsabilidades patrimoniales que se pudieran derivar de la causa judicial para el banco y en su reflejo en las cuentas del mismo.

Las mismas fuentes han informado de que el organismo "examinará" sus sistemas de seguridad con la finalidad de comprobar que la información que maneja la propia CNMV está convenientemente protegida, "aunque se evalúan con regularidad".

Todo ello después de conocerse que el entonces presidente del organismo, Manuel Conthe, y su vicepresidente, Carlos Arenillas, figuraron entre los espiados.
"Los protocolos y herramientas de ciberseguridad han mejorado mucho, pero hay que analizarlo", indicaron las fuentes.

El BBVA, en la picota por utilizar al comisario jubilado para espiar a decenas de personas, empresas e incluso medios de comunicación cuando Sacyr quiso hacerse con el control de la entidad en 2005, aseguró esta semana que tomará "las medidas internas que procedan" si se acreditara la existencia de irregularidades
BBVA realizó una declaración institucional ante las informaciones publicadas sobre el grupo CENYT, "que de ser ciertas revestirían una indudable gravedad", subraya el banco.