El Gobierno estudia cómo adelgazar aún más la administración pública. Con ese fin, el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, anunció ayer que su departamento ha solicitado un informe en torno a la posibilidad de eliminar las 'duplicidades' que se puedan dar en el sistema tras la asunción de las diferentes competencias por parte de las comunidades autónomas.

Chaves explicó en la Comisión de Política Territorial del Congreso que la Agencia de Evaluación de las Políticas Públicas será la encargada de estudiar esos 'solapamientos e ineficiencias' del marco autonómico actual, aunque 'siempre desde el respeto a las competencias' autonómicas.

El vicepresidente reafirma su plena 'confianza' en el Estado autonómico

Las conclusiones de dicho informe que, según Chaves, busca 'mejorar la vida de los españoles', podrían servir como base de un acuerdo al respecto en el seno de la Conferencia de Presidentes o de las correspondientes Conferencias Sectoriales.

El responsable de Administraciones Públicas del PP y portavoz de los conservadores en la Comisión parlamentaria, Rafael Merino, consideró innecesario el informe porque el Gobierno ya conoce cuáles son esas duplicidades competenciales. Además, según él, el texto 'no tranquilizará a los mercados'.

En su turno de réplica, Chaves acusó al parlamentario conservador de pretender la 'remodelación del Estado autonómico'. En este sentido, el vicepresidente reiteró su 'plena confianza' en el sistema y aseguró que 'no es el momento para plantear retrocesos en el mismo', pero también insistió en que su desarrollo 'ha producido ciertas disfunciones y duplicidades que hay que corregir o mejorar permanentemente'.

Rajoy cree que va 'contra el sentido común' que haya normas distintas

Esa labor de mejora, agregó el vicepresidente, se hace 'todos los días' profundizando 'en los mecanismos de coordinación' entre administraciones. No obstante, reclamó a las comunidades autónomas que mantengan ese 'esfuerzo de responsabilidad compartida' que ayude a salir de la crisis.

En esta legislatura se han efectuado 70 traspasos de competencias a las comunidades autonómas, que han afectado a 3.987 funcionarios. En su comparecencia en el Congreso, Chaves destacó las que afectaron al cumplimiento de los Estatutos 'de nueva generación', como los de Catalunya y Andalucía.

En el caso de las competencias transferidas a la Generalitat catalana, Chaves resaltó 'los acuerdos en materia de ferrocarriles de cercanías'. Respecto a las que beneficiaron a la Junta andaluza, consideró 'relevante' el traspaso en materia de recursos y aprovechamientos hidráulicos en la cuenca del Guadalquivir.

En cuanto al paquete de traspasos a Euskadi en materia sociolaboral, que permitieron que el PNV apoyara los Presupuestos Generales, Chaves aseguró que se pone al País Vasco 'al mismo nivel que las demás comunidades que ya las tenían'.

En coincidencia con Chaves, el líder del PP, Mariano Rajoy, que siempre ha abogado por 'unificar' leyes para acabar con las diferencias autonómicas y al que en más de una ocasión se ha escuchado criticar que 'se hagan 17 normas distintas sobre la misma cuestión' cuando en Europa se camina en sentido contrario, volvió el lunes ala carga en una entrevista en Intereconomía.

El jefe de la oposición dijo que cree en la 'unidad de mercado' para 'la competitividad de la economía' y que va 'contra el sentido común' la existencia de tantas normativas distintas. Puso varios ejemplos: con la caza y sus licencias, en materia de medio ambiente, en transportes o en impuestos como el que grava las sucesiones y donaciones.

'Yo soy partidario de pocas leyes, pocos decretos y pocos reglamentos. Pero que se entiendan muy bien y todo el mundo los cumpla', afirmó. Prometió que, de llegar a la Moncloa, haría 'todo lo que está en sus manos' para lograrlo. Aunque terminó reconociendo que tendrá que 'negociarlo, hablarlo e incluso presionar, en el buen sentido del término', a las comunidades autónomas porque tienen sus competencias y, 'por tanto, pueden decidir qué hacer sobre ellas'.

Habrá que ver si, en el caso de que gane las próximas elecciones, es capaz de convencer a Alberto NúñezFeijóo, presidente de la Xunta de Galicia, o a su homólogo en el País Valencià, Francisco Camps, que renuncien a algunas de ellas.