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Los cargos públicos de Podemos en Euskadi
no cobrarán dietas ni contratarán asesores

El primer encuentro de esta formación en el País Vasco marca las líneas rojas para sus electos en las Juntas Generales.

Juan Carlos Monedero junto al secretario general de Podemos Euskadi, Roberto Uriarte, durante el encuentro del partido para analizar los resultados del 24-M y debatir sobre el programa y políticas de pactos. EFE/MIGUEL TOÑA

La sangre, al final, no ha llegado al río. El primer encuentro de Podemos Euskadi ha logrado establecer cuáles serán los puntos que guiarán la actuación de sus cargos electos en las tres diputaciones forales vascas. Según han dado a conocer al final de la jornada, sus representantes en estas instituciones no cobrarán dietas ni contratarán asesores externos. "Hemos venido a cambiar la vieja política", han establecido.

Estas cuestiones fueron abordadas este sábado en el Teatro de Barakaldo, escenario elegido para esta histórica cita. El evento tuvo como invitado especial a Juan Carlos Monedero, cofundador de esta formación y ex integrante de su consejo estatal. "Este pueblo empoderado ha demostrado cómo se hacen las cosas. Así es como se gobierna", ha dicho en el discurso final.


En ese sentido, Monedero ha destacado que Podemos ha tenido "demasiados procesos internos", lo que en algunas ocasiones ha llevado a "repetir errores" de los viejos partidos políticos. Aún así, ha subrayado que el nacimiento de esta formación "ha cambiado este país de países que es España". "Las cosas han cambiado, y les da mucho pánico", ha remarcado.

Monedero también se ha referido a la polémica creada tras las declaraciones formuladas por Pablo Iglesias a la revista New Left Review sobre la dispersión de los presos de ETA. Tras denunciar la manipulación interesada que se realizó sobre las declaraciones de Iglesias, el cofundador de Podemos se mostró "a favor del acercamiento de los presos", ya que "las familias no deben pagar una culpa que no tienen".

Las palabras de Monedero -quien también mostró su solidaridad con el pueblo griego- pusieron fin a una larga jornada, en la que Podemos Euskadi miró hacia su interior. El crecimiento de esta organización -que tras las elecciones del 24M ha conseguido posicionarse como la tercera fuerza política del País Vasco- ha traído el inevitable debate sobre sueldos, liberados, contratación de asesores y otros aspectos de funcionamiento interno, lo que -tal como ha quedado patente en el encuentro de Barakaldo- ha generado algunas "tensiones" entre los cargos electos y el Consejo Ciudadano de Euskadi, máximo órgano de dirección partidaria en este territorio.

"Pongo a disposición de las personas inscriptas en Podemos si tengo que tener liberación, si debo cobrar dietas e incluso mi propio puesto en las Juntas Generales de Bizkaia", afirmó en un momento de la tarde Asun Merinero, juntera electa por esa provincia. Por su parte, la juntera Jone Cisneros, quien además ha sido elegida secretaria primera de las Juntas de Gipuzkoa, se mostró "muy decepcionada". "Sólo oigo quejas y más quejas. Cuando se hicieron las listas nadie quería ir, pero ahora todo el mundo tiene derecho a criticarnos", exclamó.

En ese contexto, una de las intervenciones que más aplausos y gritos despertó fue la realizada por un veterano militante de izquierdas, Antonio Fernández Povedano. "Me gusta el espíritu revolucionario que hay aquí. Estamos todos con las mismas ideas. Tenemos que luchar juntos: vamos a por las elecciones generales", afirmó. Desde abajo, el público reaccionó con un potente "¡Sí se puede!".

"Cese de hostilidades"

Las intervenciones realizadas durante el día desembocaron en 14 ponencias -de carácter no vinculante- sobre distintos bloques temáticos. Además de decidir sobre dietas y asesores de sus grupos en las Juntas Generales, los inscriptos también apoyaron un texto leído por Merinero, en el que se reclama el "cese de las hostilidades" entre los dos principales sectores internos de Podemos en Euskadi, "Euskal Hiria" y "Orain". En otra de las ponencias aprobadas en el Teatro de Barakaldo, los asistentes quisieron dejar claro cuál es, ante todo, su objetivo: "evitar el continuismo de la casta vasca".

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