La Fiscalía Anticorrupción ha vuelto a avalar las escuchas que durante la instrucción del caso Gürtel ordenó realizar el juez Baltasar Garzón a los tres imputados que se encuentran en prisión. Una medida que el actual instructor de la causa, el magistrado Antonio Pedreira, mantuvo y ratificó en un auto, el pasado 27 de enero, al rechazar los recursos presentados por dos de los alrededor de 80 imputados que hay en el procedimiento.

El resto de defensas, encabezado por uno de los escuchados, José Antonio Choclán, abogado del presunto cabecilla de la trama, Francisco Correa, interpusieron sus recursos ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Madrid. Anticorrupción y la acusación que ejerce la Asociación de Abogados Demócratas por Europa los han impugnado utilizando, entre otros, los argumentos de Pedreira.

El magistrado sostenía que las intervenciones de las comunicaciones fueron 'necesarias' y 'proporcionadas', y estaban 'encaminadas especialmente a investigar el delito de blanqueo de capitales que, según sólidos indicios, los imputados seguían cometiendo desde el establecimiento penitenciario en el que se encontraban internos'.

La Fiscalía Especial insiste en la legalidad de las escuchas realizadas que contaron con el beneplácito de las fiscales adscritas al caso, diferenciando entre la intervención de comunicaciones como medida de régimen penitenciario o como medida de investigación de delitos. Esta última se regula por el artículo 579º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 'no efectúa distinción alguna sobre interlocutores o circunstancias de la intervención'.

'La conciliación de ambos preceptos resulta perfectamente compatible con las exigencias de la jurisprudencia del Tribunal Supremo, del Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y es respetuosa con el derecho de defensa y el secreto profesional', señala el ministerio público.

A su juicio, dicha conciliación es coherente con la interceptación de las comunicaciones de los imputados presos 'no sólo con sus abogados, sino con otras personas'. Y, como hacía Pedreira en su auto, recuerda otros casos en los que ha habido escuchas similares, como el seguido contra el abogado Pablo Vioque o la muerte de la joven Marta del Castillo.

Pese a que el recurso de Choclán no podía ser resuelto por Pedreira, la gravedad de las acusaciones que vertía contra Garzón, al que atribuía 'lisa y llanamente una prevaricación', llevaron al instructor a hacer 'una llamada a la cordura' a las defensas. La Asociación de Abogados Demócratas por Europa también las tiene en cuenta y señala que 'deberían hacerse valer en otra sede [el Supremo], si las defensas de los acusados están tan seguras de cuanto afirman'.