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Herrera: "La huelga ha abierto una puerta a la gente que no se resigna"

El líder de Iniciativa per Catalunya advierte de que si Artur Mas obtiene una mayoría más amplia habrá un retroceso en derechos y libertades

MARIÀ DE DELÀS

Joan Herrera (Barcelona, 1971), candidato de ICV-EUiA a la presidencia de la Generalitat, rompe cotidianamente con la imagen del profesional de la política. 'Ahora lo soy. Transitoriamente', dice, 'pero de aquí a unos años voy a dejar de serlo'. Vive en el Poble Nou, un barrio modernizado, históricamente vinculado a las raíces del movimiento obrero. 'Yo creo que Convergència utiliza el debate nacional para tapar el fracaso de sus políticas. Yo no digo que el debate no exista. Lo que digo es que lo utiliza', señala.

'Formo parte de una cooperativa de consumo ecológico, porque es mi manera de hacer barrio y de consumir de una manera distinta. Lo que hemos de entender es que la política no es sólo la acción institucional'. La izquierda clásica, según él, se ha equivocado al entender que sólo debía esforzarse para lograr la transformación de las instituciones. 'Hay nuevos instrumentos y nuevas maneras de cambiar la política. '¿Por qué un 10% de consumidores concienciados no puede cambiar más que un 10% de votantes comprometidos?', se pregunta en entrevista con Público.

El miércoles pasado fue a la huelga, formó parte de un piquete y se manifestó en el mismo barrio, en compañía de su hijo, junto a la Asociación de Padres y Madres de Alumnos. Cree que la huelga general 'ha abierto una puerta a la gente que no se resigna y que aspira a derrotar las políticas y a los dogmáticos de la austeridad'. Así lo explicó al día siguiente en otro barrio obrero, La Salud, de Badalona. En esa ciudad hoy gobierna un polémico alcalde del PP, Xavier Garcia Albiol, conocido por su hostilidad con vecinos de procedencia extranjera y denunciado por xenofobia. 'Han empobrecido el país', dice ante quienes le siguen. Y denuncia que 'hay padres y madres que hoy no pueden dar a sus hijos tres comidas al día'. 'Por eso hay que cambiar las cosas', asegura.

Piensa que la movilización conseguida con la huelga ha cambiado en buena medida el panorama de las elecciones del próximo día 25. 'El clima es distinto', señala. Y precisa: 'Yo no digo que sea radicalmente distinto, pero empieza a serlo'. 'Hay quien quiere que vayamos a votar en clave nacional. Es decir, como si estuviéramos votando entre independencia sí o no mañana mismo. Y ahí todo el mundo ha caído. El PP lo alimenta. Convergència también, por supuesto, pero incluso el PSC, cuando sitúa la campaña en una lógica más de modelo de Estado que en clave social. Nosotros no lo estamos haciendo. Creo que lo que está pasando durante estos días permite pensar que vamos a votar también en clave social'. 'Es verdad que hay gente ilusionada con el escenario de la independencia', admite, pero también advierte de que 'si Artur Mas saca más votos, si tiene una mayoría más amplia, lo que está claro es que vamos a un retroceso en derechos y libertades'. Eso es lo que nosotros queremos derrotar', amplía.

'No me siento independentista. Me siento federalista agotado de España'

Si se le pregunta por sus sentimientos dice: 'Yo no me siento independentista. Me siento federalista agotado de España. De las actitudes de España, sí. Y así se sienten muchos catalanes. Yo lo que no acepto es el mantenimiento del statu quo, de la situación actual'. 'Vamos a decidir esto democráticamente y vamos a hablar del modelo de sociedad que queremos, porque esto va más allá de si somos independientes, federales, confederales o lo que seamos'. En la coalición que lidera Joan Herrera, no obstante, se encuentran militantes claramente partidarios de la secesión de Catalunya. 'En Iniciativa lo que hemos conseguido es un punto de encuentro entre federalistas e independentistas'. 'Es un error que los independentistas entiendan que el federalista es un enemigo', o a la inversa, aclara. 'Lo que tenemos que derrotar es el centralismo. Nuestro punto de encuentro es el derecho a decidir y ya veremos si es posible el acuerdo en un marco federal'.

El líder de ICV expresa serias dudas sobre la creencia de CiU en su propia hoja de ruta. 'Convergència habla de conseguir estructuras de Estado. Bien. Pues se acaba de vender una parte del Estado, que son las políticas públicas del agua, a una empresa que se llama Acciona, a cambio de cash (dinero efectivo)'. 'Hablan de independencia, pero de independencia de las políticas públicas de los mercados, ni hablar'. Herrera no niega que la cuestión nacional esté encima de la mesa, pero precisa: 'Yo creo que Convergència utiliza el debate nacional para tapar el fracaso de sus políticas. Yo no digo que el debate no exista. Lo que digo es que lo utiliza'. Desconfía de muchos que se proclaman federalistas, pero al mismo tiempo espera que 'a fuerza de golpes', desde el Estado español surja alguna propuesta. 'Si es incapaz de hacerlo, el escenario será otro'. 'En Catalunya ya lo hemos intentado todo'. A Herrera no le gustó el lenguaje utilizado en el manifiesto firmado por Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes y otros intelectuales en torno al tema catalán, pero en ese punto comparte una impresión con Artur Mas: 'Algo se mueve'.

El líder de ICV sigue pensando que es necesaria una refundación de la izquierda 'para abrir una nueva etapa', porque hoy las alternativas, según él, 'no pasan por la socialdemocracia'. 'Hemos de construir un nuevo sujeto, con la gente con la que estamos y con gente nueva'. El escenario dibujado por la huelga del miércoles le parece esperanzador, pero insiste en que más allá de expresiones sociales es necesaria una articulación política. 'Mucha gente que trabaja tiene miedo', reconoce ante quienes le escuchan. Eso también ha de cambiar, les dice. Ahora hay que hacer 'que el miedo se instale en la Moncloa, en el Palacio de la Generalitat y entre quienes han menospreciado el dolor de la gente'.

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