'Yo os recomiendo, mis queridos amigos, que vayais pensando en lo que vais a pedir a los americanos, porque yo os doy mi palabra de honor de que van a estar aquí mucho tiempo gastándose todo el dinero que traigan'. Con esta frase, Manolo, representante de una cantante folclórica y con buen ojo para los negocios en la conocida película de Luis García Berlanga, se mete en el bolsillo al pueblo de Villar del Río y convence a sus habitantes de que deben volcarse en organizar una gran bienvenida a los 'americanos'.

Hoy es Sheldon Adelson, un magnate conservador, el estadounidense que promete 'regalos' en forma de puestos de trabajo. Concretamente, 15.000 empleos durante la construcción del complejo Eurovegas y otros 15.000 de forma estable cuando esté operativo, algo que la clase política está explotando a la hora de vender el proyecto en un país que supera ampliamente los 5 millones de parados.

Con estas promesas, Adelson se deja cortejar. Ayer, su representante anunció que hasta septiembre no será definitiva la decisión sobre su emplazamiento y asegura que tanto Madrid como Barcelona están empatadas. 'No hay una ciudad más favorecida que otra', zanjó. Mientras, políticos y empresarios se ponían manos a la obra para convencer al multimillonario. El portavoz del gobierno catalán se esforzó ayer en subrayar que tienen la 'obligación moral' de analizar un proyecto 'bueno para el país', y que no se podía permitir 'el lujo de descartar cualquier posibilidad de crear puestos de trabajo'.

Hoy, el equipo del Eurovegas se trasladará a Madrid, donde tienen previsto un encuentro con al menos la mitad de la plana mayor del Ibex 35. Según adelantaba ayer el diario El Confidencial, han confirmado su asistencia, entre otros, el consejero delegado de Inditex, Pablo Isla; el presidente de FCC, Baldomero Falcones; Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL; Rafel del Pino, presidente de Ferrovial; o Manuel Manrique, de Sacyr.

El Delta del Llobregat, plagado de espacios naturales protegidos, es el terreno candidato para albergar edificios de cuarenta pisos, campos de golf y pequeñas villas de bungalows. Además, aunque Esperanza Aguirre aseguró que Eurovegas 'tendrá que cumplir la ley como todo el mundo', lo cierto es que el representante de Las Vegas Sand, Michael Leven, ha advertido que 'es necesario' hacer cambios legislativos, como en la ley antitabaco, y ha admitido que ha habido 'contactos' para conseguir rebajas en las tasas de juego.

De la inversión total prevista para el proyecto, 6.000 millones de dólares, Adelson aún no tiene resueltos 4.000 millones, que aún están pendientes de ser negociados con el sector bancario. Pese a esto, el magnate asegura que recuperará su inversión en sólo cinco años.

Luis Rabell, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinas y Vecinos de Barcelona, dejó claro ayer en Público la percepción de los ciudadanos de la ciudad condal: 'Las exigencias formuladas por Las Vegas Sands van en el sentido de obtener de las autoridades un auténtico territorio de excepcionalidad jurídica donde no rijan las normativas medioambientales, de derechos laborales, de contratación de mano de obra extranjera, fiscales, de salud pública o de urbanismo actualmente en vigor. Sin contar con las costosas infraestructuras, a cargo del erario público, destinadas a facilitar los accesos al complejo de casinos, hoteles, franquicias y campos de golf proyectados'.

'Poca transparencia', 'el Baix Llobregat no es un desierto como el que hay en Nevada', el Govern quiere 'malvender' Catalunya a Adelson, no hay 'garantías' de que se vayan a crear los puestos de trabajo prometidos, 'la corrupción y la prostitución ya son un producto autóctono de Catalunya'. Los partidos catalanes en la oposición han salido en bloque para oponerse al modo en el que se está planteando el proyecto.

Sin embargo, son las organizaciones ciudadanas y ecologistas las que están plantando una oposición más dura al proyecto. Ayer, decenas de personas convocadas por la plataforma 'Aturem Eurovegas'  fueron a dar la 'bienvenida' a los representantes del proyecto al aeropuerto del Prat. 'Eurovegas go home', 'Eurovegas, aquí no' o 'Salvem el Delta del Llobregat' fueron algunos de los lemas que se pudieron leer en las pancartas.

El miembro de la plataforma 'Eurovegas No', Jesús Bartolomé, ha subrayado en varias ocasiones que el proyecto sigue la línea especulativa habitual en España y supone un impacto medioambiental muy fuerte, especialmente por el uso abusivo del agua en los campos de golf. 'Es un proyecto insostenible desde el punto de vista social y medioambiental, ya que el gobierno anuncia la creación de muchos empleos pero diariamente desde la administración se destruyen puestos de trabajo que afectan a servicios básicos como la educación o la sanidad', ha explicado. 

Mientras ciudadanía y oposición alzan la voz contra el proyecto, tanto el Gobierno de Madrid como el de Barcelona continúan entonando la canción de 'Bienvenido, Míster Marshall': 'Los yanquis han venido, olé salero, con mil regalos, y a las niñas bonitas van a obsequiarlas con aeroplanos, con aeroplanos de chorro libre que corta el aire, y también rascacielos'.