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Andalucía tendrá un ICO propio y aprobará un impuesto para los ricos

PSOE e Izquierda Unida publican el contenido de su acuerdo de legislatura. Quieren visibilizar la alternativa frente a los recortes de Rajoy. La dirección de IU se inclina por entrar en el Gobierno de Griñán

JUANMA ROMERO / IÑIGO ADURIZ

Andalucía ya tiene su propia carta de navegación para los próximos cuatro años. PSOE e IU, las dos formaciones que cerraron el miércoles un pacto para la gobernabilidad de la Junta, divulgaron ayer por la tarde en sus respectivas webs su acuerdo programático [descargar aquí], los ejes que guiarán la acción del Ejecutivo durante toda la legislatura. La lectura del documento, de 75 páginas, descubre un proyecto claramente anclado en la izquierda, 'comprometido con la defensa de los derechos de los andaluces, con la creación de empleo, la protección social y los servicios públicos como prioridad absoluta y comprometido con la defensa del Estado del bienestar y las políticas públicas que garantizan la igualdad de oportunidades', según proclama el texto.

Aunque la paternidad es compartida, el Acuerdo por Andalucía desprende un fuerte aroma a IU, a sus programas clásicos y a sus medidas orientadas a demostrar que es posible una salida de la crisis por la izquierda. La federación no esconde que su sello es bien visible y que el pacto es 'magnífico', como destacaba el miércoles el líder del PCE, José Luis Centella. 'Hemos logrado ir más allá de nuestra fuerza parlamentaria', reconocía esta tarde sin ambages el eurodiputado Willy Meyer, dirigente federal y andaluz de IU. Otro responsable regional de gran peso lo expresaba con sorna: 'IU es ahora la casa común de la izquierda'. El PSOE asume asimismo el carácter claramente de izquierdas del texto acordado. 'Ese ha sido el mandato de las urnas', justificaba a Público.es Susana Díaz, número dos del presidente José Antonio Griñán.

El documento se articula en torno a seis pilares: el empleo, un modelo más sostenible de la economía, participación ciudadana y profundización de la democracia, protección social, reivindicación del Estatuto de Autonomía de 2006 y defensa de la voz de Andalucía y sus planteamientos ante la UE.

Se pone el acento en la protección social y en el nuevo modelo y no sólo en el ajuste del déficit

Los bloques de mayor peso son, por descontado, los dos primeros. Las dos fuerzas han consensuado un plan de choque urgente contra el paro y la apuesta por un sistema productivo distinto al actual, más volcado en la economía social y verde y garantista con los servicios públicos y de calidad. Entre las medidas de más alcance, las dos fuerzas plantean la creación de una entidad financiera 'pública, social y ética' que ayude a mejorar la financiación de las pymes –un Instituto Público de Crédito Oficial andaluz–, una reforma fiscal progresiva, la lucha contra el fraude y la implantación de un gravamen para los ricos, a través de la reforma del Impuesto sobre el Patrimonio. [El resto de claves del acuerdo puedes consultarlas aquí]. El cambio se concreta en 28 nuevas leyes y más de 250 medidas. Eso sí, apenas hay cifras de previsión de ingresos y gastos. No figuran, dice Centella, porque tendrá que hilarse fino tras la investidura de Griñán, ya que cada departamento debe examinar sus cuentas y tener libertad de actuación.

Una prueba del giro operado por el PSOE se encuentra en las prioridades. El texto asevera que los andaluces han expresado que creen en una alternativa para salir de la crisis 'distinta a la que se intenta imponer desde otras instancias de poder sobre la base exclusiva del principio de estabilidad presupuestaria por encima de cualquier otro objetivo o necesidad social'. En suma, se antepone la protección y cohesión social a la contención del déficit por encima de todo. No obstante, PSOE e IU prometen cumplir con los principios de 'austeridad' y 'eficiencia' en la gestión. 

Díaz subraya que el texto es fruto de “un montón de días de trabajo” en los que algunos puntos “se acordaron de inmediato” y otros “llevaron su tiempo”. Los principales aspectos en los que coincidieron tanto los representantes socialistas como los de IU fueron, según la secretaria regional de Organización, los que establecen como prioritarios el fomento del empleo y el desarrollo del Estatuto de Andalucía. Los puntos que se demoraron en las negociaciones no fueron porque entre las dos formaciones hubiera distintos planteamientos ideológicos sino porque, según Díaz, se trataba de plantear unos compromisos “realistas y pragmáticos”. Los que se han puesto negro sobre blanco en el documento acordado cumplen, a su juicio, esas dos características.

El PSOE subraya que se firman compromisos 'realistas y pragmáticos'

IU, mientras, se congratula de que se hayan cumplido sus dos retos de partida: que no se rompiese su discurso federal y que se visualizase que es posible 'una alternativa a Rajoy', que existe 'otra lógica política frente a los recortes', como afirma Centella. La federación encontró en las negociaciones a un PSOE 'receptivo' a sus propuestas, y arguye dos razones: ya no tenía un Gobierno socialista en Madrid que le cortase libertad de actuación y la 'plena conciencia de que tenía que llegar a este acuerdo'. 

La cuestión es: ¿habrá margen de maniobra? 'Sí, claro que lo hay, y si no habrá que pelear con Madrid. No creo que Rajoy se atreva a intervenir Andalucía. No nos asusta eso', asevera Centella. Cayo Lara, líder máximo de IU, ya pronosticaba ayer en rueda de prensa en Madrid que podría caber la 'insumisión y rebeldía' en Andalucía contra los recortes. 

Valderas: 'Con mando en plaza se ejecutan mejor las políticas'

Firmado el acuerdo y pasada la constitución del Parlamento, se abre ahora lo que Díaz llama 'segunda fase': la consulta que IU hará a sus bases el 24 de abril. La dirección andaluza de la federación ha intentado mantener una posición de 'neutralidad', sin defender abiertamente una de las dos opciones: entrar en el Gobierno de Griñán o sustentar al Ejecutivo desde fuera. Pero es un secreto a voces que la cúpula de IU, incluyendo a su líder, Diego Valderas, se inclina por la primera alternativa, por la hondura del acuerdo programático alcanzado con los socialistas, por la presión de los colectivos y movimientos sociales y por la convicción de que la oposición a las medidas de Rajoy debe hacerse 'desde el Gobierno y desde la calle', ya que lo que se avecina es 'un nuevo 28-F', un momento de defensa de la autonomía de Andalucía frente a Madrid con uñas y dientes semejante al de 1980, cuando la región accedió a su estatus de comunidad histórica. 'Cambiar el sistema se hace desde el Gobierno', expresa sin rodeos un relevante cargo orgánico. Afirmación del mismo palo que la que ayer pronunciaba Valderas: 'Con mando en plaza se ejecutan mejor las políticas'. Hoy viernes está previsto que Valderas y su equipo hagan pública su apuesta por un Gabinete de coalición.

De aquí al martes se desplegará una intensa campaña interna para que venza la vía de integrarse en el Ejecutivo. Y se tiene la percepción de que así será porque, como recuerdan en IU, 'los referendos no se convocan para perderlos'. Un paso previo para testar la posición de las bases se verá este domingo, en la reunión del Comité Central del Partido Comunista de Andalucía, mayoritario dentro de IU. 

Los signos de que ese Gobierno en coalición es más que posible se vieron incluso el miércoles, cuando se anunció que la presidencia del Parlamento andaluz no iba a recaer en IU, como se preveía, sino en el socialista Manuel Gracia. La federación se reservaba la vicepresidencia primera, un plato a primera vista menor, pero que podría ser compensado con más peso dentro del Ejecutivo. La versión oficial es otra: se quiso sostener hasta el final que a IU le mueven 'las políticas, y no los sillones', según verbaliza Meyer. 

-Las claves del acuerdo de PSOE e IU para el Gobierno de Andalucía

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