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El PSOE redescubre el ideario de la socialdemocracia

Alfredo Pérez Rubalcaba da pasos a la izquierda para recuperar la sintonía con las bases sociales de su partido. La Conferencia Política avala los cambios de orientación que propone el candidato electoral

GONZALO LÓPEZ ALBA

La Conferencia del PSOE avaló ayer el regreso a las políticas de claro corte socialdemócrata para recuperar el apoyo de sus bases sociales tras el giro liberal que José Luis Rodríguez Zapatero imprimió en 2010 a la política económica del Gobierno, llevado por la prioridad de evitar el rescate financiero de España, como por primera vez en público reconoció el presidente el viernes. 'El programa electoral representa un redescubrimiento de la socialdemocracia, en la línea de los países nórdicos', dijo a Público, a modo de síntesis, uno de los dirigentes que han participado activamente en los debates programáticos.

Aunque la aprobación formal del programa corresponde al Comité Federal, convocado para el día 8, las líneas maestras y las propuestas más novedosas planteadas por Alfredo Pérez Rubalcaba recibieron ayer un apoyo amplia-mente mayoritario en los debates en comisión, lo que preludia el asentimiento general cuando sus conclusiones se sometan hoy al plenario de los 1.100 participantes con derecho a voto 300 sin carnet.

El déficit sanitario se financiaría con más impuestos al tabaco y el alcohol

El candidato presidencial fue ayer el protagonista absoluto del cónclave, no por pasiva, como en la jornada de inauguración, sino de manera activa y casi omnipresente. Intervino en las comisiones más significativas para presentar personalmente las iniciativas más relevantes, previamente negociadas para evitar sorpresas que pudieran trasladarcualquier atisbo de división.

Rubalcaba arrancó el debate programático realzando su compromiso con lo que ha bautizado como 'la joya de la corona' del Estado del bienestar: la sanidad pública. Lo hizo con una triple propuesta que, según sus cálculos, permitiría recaudar 2.000 millones, una cantidad que afirmó permitiría corregir en 2012 el déficit del sistema público, 'sin recortes, privatizaciones encubiertas, ni copago'. La principal medida sería subir un 10% el impuesto sobre el tabaco y el alcohol, excluyendo el vino y la cerveza.

El segundo aldabonazo programático lo dio Rubalcaba en el ámbito de la profundización de la democracia, con reformas a través de las que el PSOE intenta conectar con el espíritu del Movimiento 15-M.No se asume la dación en pago para cancelar las hipotecas inmobiliarias por juzgarse de problemático cumplimiento, pero el programa incluirá la propuesta de modificar la Ley Electoral para desbloquear las listas al Congreso con un mecanismo 'preferencial'. Esto permitiría a los votantes establecer, dentro de unos determinados márgenes, sus preferencias sobre los candidatos que las integran, con la posibilidad de influir en la ordenación final de la candidatura y, por tanto, en la identidad de los elegidos [página 5].

Los socialistas llevarán al Congreso el desbloqueo de las listas electorales

Ante el recelo con que propuestas de esta naturaleza son acogidas por los aparatos de todos los partidos, que con modelos de ese carácter corren el riesgo de verse desau-torizados por los votantes, Rubalcaba tuvo la prevención de anticipar la víspera a los barones lo que iba a decir. En su reunión con los secretarios regionales hubo opiniones encontradas, pero se impuso el criterio de que favorecer la cercanía entre los electores y sus representantes es 'una demanda ciudadana' a la que no se puede 'dar la espalda'.

Haciéndose eco de la agitación positiva que el viernes inten-tó provocar Felipe González con su improvisada intervención ante el plenario de la Conferencia, algunos dirigentes subrayaban ayer que los socialistas no pueden 'actuar como indignados, pero sí como inconformistas'. Desde la vieja guardia, que ahora se ha puesto a la cabeza de la renovación del ideario socialdemócrata, aun reconociendo que la crisis habría desarbolado a cualquier gobernante, se culpa en gran medida del hundimiento electoral del PSOE 'al discurso conformista, cuando no de resignación, que Zapatero ha hecho en el último año y medio'.

El candidato pactó con los barones las iniciativas más conflictivas

Este juicio se ha extendido por la mayoría de la organización, hasta el extremo de que algunos dirigentes que han suscrito hasta el último momento la línea política marcada por el presidente del Gobierno, ayer censuraban en privado a su todavía secretario general por haber hecho en la inauguración un discurso más propio de quien presenta su testamento político que de quien mira al futuro, el mensaje de fondo que el equipo de Rubalcaba quiere transmitir con esta Conferencia.

Pero el cierre de filas en torno al candidato y a la renovación de su oferta programática no pudo ocultar que la principal inquietud de los cuadros socialistas se llama '21-N', el día después de las elecciones generales. Este fue, junto con la composición de las listas electorales [ver apoyo], el tema principal de conversación en los pasillos, que en algunos momentos estuvieron más poblados que el plenario de la Conferencia.

Griñán quiere que el congreso del PSOE sea antes de los comicios andaluces

El cónclave se celebra bajo el lema 'Ideas de verdad', pero los socialistas reconocen en privado que lo que de verdad cuenta ante las próximas elecciones son 'las vivencias' de los ciudadanos, y estas están ahora casi monopolizadas por la crisis económica y el desbordamiento del paro.

Aunque el discurso oficial sostenga que es posible dar la vuelta a las encuestas, ni siquiera se considera una fuente de votos el aceleramiento en el final de ETA que preludia el anuncio de la disolución de su estructura política (Ekin) y del que Zapatero presentó como principal artífice a Rubalcaba. Así lo advierten quienes mejor lo saben: los socialistas vascos. 'Se equivoca quien piense que el tema del terrorismo puede dar votos. Es posible que algo en Euskadi, pero los ciudadanos en general ya no lo perciben como un problema y lo que cuenta son los problemas', comentó un destacado dirigente del PSE.

En este contexto que pone el horizonte, y los pensamientos, en el día después de las elecciones, el cónclave permitió verificar algunos de los pulsos soterrados que agitan la vida interna del PSOE bajo la aparente paz de la tregua suscrita tras la hecatombe de los comicios municipales y autonómicos de mayo.

Los cuadros socialistas actúan ya mirando al día después del 20-N

Así, ya se anticipa una colusión de intereses entre el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el resto de las federaciones del PSOE para determinar las fechas de celebración de los comicios andaluces y del 38º Congreso federal, en el que se elegirá al sucesor de Zapatero como secretario general.

Griñán declaró el viernes, en una entrevista en este periódico, que las elecciones anda-luzas serán 'más cerca de la primavera que del invierno' (hacia finales de marzo o incluso en abril) y que el Congreso 'se puede hacer antes' (en enero). Este calendario le permitiría, como secretario general del partido en Andalucía la federación que aportará un tercio de los compromisarios, tener una influencia determinante en el desenlace del congreso federal, una influencia que ya no sería la misma tras una derrota electoral.

El presidente andaluz quiere apurar su mandato al máximo la ley permite que los comicios sean hasta 45 días después de la celebración de los anteriores, pero desde el resto de las federaciones se advierte de que, gane o pierda Rubalcaba, el partido 'no aguantaría varios meses' con un liderazgo interino o sin liderazgo. En consecuencia, desde la dirección federal se insiste en que el relevo de Zapatero se producirá no más tarde de marzo, pero enero se considera precipitado, salvo un cataclismo absoluto que lleve a hacer la convocatoria congresual el mismo 21-N. Los estatutos prevén 60 días entre la convocatoria y la celebración.

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