Los enemigos del Vaticano parecen estar en su propia casa. Si hace unos días la Iglesia ya tuvo que desmarcarse de las palabras de Raniero Cantalamesa, cuando comparó los supuestos ataques al Papa con el antisemitismo, hoy ha tenido que distanciarse de nuevo de la última metedura de pata de uno de sus hombres pesados, el cardenal Tarcisio Bertone.

Consideran que el secretario de Estado vaticano no está capacitado para realizar afirmaciones generales de carácter psicológico o médico sobre estos asuntos. En ningún momento desmienten a Bertone, que relacionó durante su visita a Chile pederastia y homosexualidad y se afanó en aclarar que no existe relación entre la pedofilia y el celibato sacerdotal.

Cañizares cree que la polémica la han generado los medios

El asombro causado ante tal afirmación ha obligado a la Iglesia a dar un paso adelante. Un paso en falso puesto que no hay rechazo, sino matización. De nuevo, con esta estrategia, la Santa Sede 'se distancia' de lo afirmado por 'su número dos', como ya hizo con Cantalamesa. Elude entrar en el fondo de la cuestión y se limita a explicar que 'las autoridades eclesiásticas no consideran de su competencia' hacer este tipo de afirmaciones, 'para las cuales se remiten naturalmente a los estudios de especialistas y a las investigaciones que dirigen', explicaba el portavoz Federico Lombardi.

Sin embargo, Lombardi asegura en un comunicado que la mayor parte de los abusos a menores cometidos por sacerdotes son de tipo homosexual, según las estadísticas de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El Vaticano remarca que la mayoría de abusos de sacerdotes son de tipo homosexual

Según estas estadísticas, el 10% de los abusos a menores cometidos por sacerdotes son 'casos de pedofilia en sentido estricto', mientras que 'el 90% de los casos debe definirse más bien como efebofilia, es decir, abusos a adolescentes'. De éstos, 'el 60% se refieren a individuos del mismo sexo, mientras que el 30% son de carácter heterosexual'.

Mucho más radical se ha mostrado en España el cardenal Antonio Cañizares, que ha atribuído la polémica a una 'obra de ingeniería social' generada por los medios de comunicación. Eso sí, Cañizares declinó opinar sobre las declaraciones de Bertone.  Considera que el cardenal no vinculó homosexualidad con pedofilia y que todo 'es tan evidente que no podemos decir que es una cosa anecdóctica. No señalo ningún medio de comunicación, simplemente juzqguen ustedes mismos', explicó.

La nefasta gestión del escándalo de los abusos y las reiteradas matizaciones sobre el discurso de diferentes personalidades de la Iglesia está creando estupor internacional. El último en pronunciarse ha sido el Gobierno francés que considera 'inaceptable' la relación de Bertone. 'Es una vinculación que condenamos', expresó el protavoz del Ministerio francés de Exteriores, Bernard Valero.