La resaca en Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM) se asemeja mucho a una lenta partida de ajedrez en la que cada movimiento necesita reflexión y estrategia. Ayer, después de que Público diera a conocer que el sector mayoritario de la federación quiere cerrar la elección de los cabeza de lista a la Comunidad y a la alcaldía de la capital antes de fin de año, y con ello se pueda decapitar a Inés Sabanés, se desató el estupor, el profundo malestar entre familias y, paradójicamente, la prudencia. La minoría de IU-CM calificó la maniobra de 'suicidio político'. La mayoría insistió en que se trata de un 'proceso natural de designación de candidatos'. Pero unos y otros expresaron su deseo de que no se reproduzca 'en absoluto' la guerra interna que desangró a IU-CM en 2007.

Un documento ha abierto la polémica, el Borrador de calendario y normas del proceso electoral 2011. En él se propone que este jueves la ejecutiva apruebe las reglas para el nombramiento de los números uno a la Comunidad y la alcaldía. Después, se someterá al visto bueno del resto de los órganos de dirección. El proceso se zanjará el 11 de diciembre.

Sabanés tiene a favor la popularidad; y en contra, la falta de apoyos internos

Ese día, IU-CM tendrá candidatos. Salvo sorpresas, serán dos hombres. Para el Gobierno autonómico, Gregorio Gordo, el líder regional. Para el Consistorio, Ángel Pérez, el actual portavoz. La consecuencia previsible es la caída de Inés Sabanés, la portavoz en la Asamblea y cabeza de lista en las autonómicas de 2007. Sabanés tiene a su favor su popularidad en Madrid. En contra, un gran obstáculo: la oposición de la corriente mayoritaria de IU-CM un 60% del total, que lideran Gordo y Pérez.

'No hay maniobra ninguna. Se abre un proceso electoral interno, natural, que se da en todas las organizaciones políticas', defiende Lidia Fernández, coordinadora del Área de Comunicación y Electoral. Su argumento lo completa Gordo: 'No somos más rápidos que el PP, que tiene ya a sus candidatos confirmados, o que el PSOE, que no los ha elegido ya porque la dirección federal no quiere. Queremos cerrar los debates internos ya para poner la propuesta política en primer lugar y hacer campaña electoral cuanto antes'.

Todos los sectores muestran cautela para no repetir la guerra de 2007

En el entorno de Sabanés creen que la maniobra es un 'suicidio político, un error de primer orden'. Sobre todo, arguyen, por el 'método'.

'No se ha hecho una asamblea federal para esto recalca una dirigente. Hay que profundizar en la campaña contra la crisis, la corrupción y la refundación de IU, para generar sinergias con más gente de la izquierda. Clarificados los ejes estratégicos, nombrar candidatos. No podemos empezar la casa por el tejado'. La misma responsable advierte de que los candidatos 'se validan a sí mismos por el trabajo político'. La minoría dice no querer 'montar un debate Goyo-Inés', pero sí acusa recibo del 'maltrato' dispensado a Sabanés.

Otra responsable de la misma familia elige una expresión más contundente: 'Ha habido un golpe de mano'.

La mayoría rehúye contestar. 'No vamos a discutir en los medios. Lo haremos en los órganos de dirección. Lo que es un suicidio político es trasladar a la prensa debates aún no abiertos formalmente en la ejecutiva', apunta Fernández. Gordo lo resuelve de modo parejo: 'No vamos a alimentar seriales'.

La tensión se ha disparado. 'Hay gente encabronada', constata una dirigente de la mayoría. Pero hace falta hablar, sobreponerse, alegan en cada sector, para no 'hacer más daño' a IU-CM.

Inés Sabanés prefirió ayer no pronunciarse en los medios. Se remitió a lo publicado en su blog. En él, pide hacer una “reflexión política rigurosa y tranquila, más que debates nominales” que desaten un “conflicto interno”. Recuerda que es obligación de IU “abrirse a la sociedad e impulsar el encuentro con la izquierda alternativa”. Y concluye: “IU es el proyecto en el que creo”.

Gregorio Gordo arremetió en su blog contra los que buscan “ganar en la prensa lo que a veces ni manifiestan en sus organizaciones”, lejos “casi siempre de los problemas sociales”.

Desde la otra minoría, el PCE, guardan prudencia. Algunos dirigentes condenan la maniobra de la mayoría y el desplazamiento de Sabanés. Reconocen que es un “método estatutario, legítimo”. “Pero hace falta abrirnos”, añaden.