El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer, en un desayuno informativo de Europa Press, que si de él dependiera no habría moción de censura en Silleda (Pontevedra), donde el PP planea hacerse con el gobierno local con el apoyo de dos tránsfugas del PSOE que dejaron su partido poco después de que el PP recuperara el Gobierno de Galicia. Pero, al mismo tiempo, afirmó que no se hacía responsable de aguantar la situación 'indefinidamente' porque en este municipio 'mandan tres concejales y el resto está en contra'. Con el caso de Benidorm presente, los conservadores buscan excusas para justificar los casos en los que ellos han hecho lo mismo y hasta su futura participación en otros.

'Con el visto bueno del PP de Galicia no aceptaremos estas cuestiones porque nos gusta cumplir los pactos', señaló Feijóo. Pero no lo han hecho en otros municipios también pontevedreses, como el de Mos o Gondomar. El titular gallego trató de quitarle importancia explicando que lo que se ha alcanzado en este último lugar es 'una coalición PP-PSOE'. Se le olvidó decir que los ediles con los que pactó para arrebatar la alcaldía al BNG ya no eran socialistas sino tránsfugas expulsados del partido.

Feijóo prefirió barrer hacia afuera: 'Está en manos del Bloque Nacionalista y del PSOE gallego que no haya mociones en Galicia. Si mantienen sus pactos, no habrá ninguna, pero, si no lo hacen y se desgajan distintos ayuntamientos, día si y día no, tendremos un problema de ingobernabilidad'.

El presidente gallego trató de justificar la moción de Gondomar diciendo que allí el PP había ganado las elecciones. Pero no tuvo en cuenta que en Silleda el más votado fue el PSOE.