Iberdrola dijo el jueves que ha mejorado la estimación de su resultado y de su dividendo para final de año, tras anunciar un incremento en sus resultados del primer trimestre.

El beneficio neto del primer trimestre de Iberdrola, que suministra energía a más de 30 millones de personas en todo el mundo, aumentó entre enero y marzo un 15%, hasta los 964 millones de euros.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán aumentó un 11,9% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 2.599 millones, impulsado por el fuerte crecimiento en todos los negocios, especialmente en España y en sus divisiones de redes en Brasil y Estados Unidos tras revisiones de tarifas.

Los ingresos de la energética crecieron un 8,5% en los tres primeros meses de 2019, hasta situarse en los 10.138,9 millones de euros, y el margen bruto mejoró un 7,8%, hasta los 4.323,1 millones de euros. El flujo de caja aumentó un 8,5%, hasta los 2.037 millones de euros.

La compañía dijo que la buena evolución del primer trimestre se debió en parte a la fuerte presencia en sus negocios de red (más del 11% de la ganancia principal vino de las redes de Neoenergia, la filial brasileña que pretende sacar a bolsa en Sao Paulo este año), lo que ha permitido elevar sus pronósticos.

Así, el grupo ha mejorado sus previsiones de resultados y de dividendo para este año, situándolo en un crecimiento de high single digit (en torno al 10%). Estos resultados de Iberdrola en el primer trimestre de este año se vieron impulsados por el esfuerzo inversor de más de 5.300 millones de euros realizados por el grupo en los últimos 12 meses.

De izquierda a derecha, Francisco Martínez Córcoles, director general de los Negocios del Grupo; Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, y José Sainz Armada, director general de Finanzas y Recursos, tras la presentación de los resultados trimestrales de la compañía.

En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dado la "bienvenida" a la competencia que está llegando al negocio de la comercialización de electricidad procedente de otros sectores como el petrolero (Repsol o Cepsa) o el constructor (ACS), pero ha asegurado que la energética "no tiene miedo a la competencia" y que está "más que preparada".

Galán afirmó que estos nuevos competidores son "bienvenidos" en un sector que va a necesitar un importante esfuerzo inversor en los próximos años.

Así, el directivo recordó que será necesario invertir 23 billones de dólares (unos 20,5 billones de euros) en el sector a nivel mundial en los próximos 20 años, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y, en torno a 300.000 millones de euros en España en los próximos 15 años para alcanzar los objetivos de aumentar la eficiencia energética, descarbonizar la energía y electrificar el transporte.