De los 34 antiguos altos cargos políticos que todavía se sientan en los consejos de administración del Ibex, 28 (es decir, el 82%) pertenecen a sociedades con una fuerte dependencia del Estado, bien porque están sujetas a un marco regulatorio que emana de él, bien porque trabajan frecuentemente para las administraciones públicas o por ambas circunstancias al mismo tiempo.

La gran banca tiene en sus máximos órganos de gobierno a cinco ex altos cargos que traspasaron en su momento las controvertidas puertas giratorias: dos el Santander (Guillermo de la Dehesa y Belén Romana), uno CaixaBank (Cristina Garmendia), uno Sabadell (David Vegara) y uno Bankinter (Jaime Terceiro). Las otras dos entidades financieras que cotizan en el índice selectivo español (BBVA y Bankia) no cuentan con ningún político en sus consejos.

Cuatro de esos cinco consejeros ejercieron sus responsabilidades públicas de la mano del PSOE. Guillermo de la Dehesa fue secretario de Estado de Economía con Felipe González; Cristina Garmendia, ministra de Ciencia y Tecnología con José Luis Rodríguez Zapatero; David Vegara, secretario de Estado de Economía también con Zapatero, y Jaime Terceiro, presidente de Caja Madrid cuando Joaquín Leguina lo era de la Comunidad de la que esta entidad dependía.

La única consejera de la gran banca que fue alto cargo gracias al PP es Belén Romana, que desempeñó con José María Aznar la Dirección General del Tesoro y con Mariano Rajoy la Presidencia de la Sareb, el llamado banco malo, que en plena crisis asumió los activos inmobiliarios más dañados de las entidades financieras.

En las compañías del sector energético, fuertemente regulado también, hay dos viejos políticos: en Endesa está Miquel Roca, durante muchos años portavoz de la Minoría Catalana (CiU) en el Congreso de los Diputados, y al frente de Repsol se encuentra, en calidad de consejero delegado, Josu Jon Imaz, que ocupó los cargos de concejal, consejero vasco, eurodiputado y presidente del PNV.

A ellos dos podrían añadírseles los doce consejeros de las dos empresas energéticas del Ibex controladas por el Gobierno. Enagás tiene diez: Antonio Hernández Mancha, Isabel Tocino, Ana Palacio, Marcelino Oreja Arburúa, Ignacio Granjel y Gonzalo Solana, del PP; Antonio Llardén, José Montilla y José Blanco, del PSOE, y Cristóbal José Gallegos, un técnico próximo a Podemos. Red Eléctrica suma dos: Arsenio Fernández Mesa, del PP, y Beatriz Corredor, del PSOE.

Estas dos empresas cuentan en sus consejos con nada menos que cinco exministros: Isabel Tocino (Medio Ambiente) y Ana Palacio (Asuntos Exteriores), que lo fueron Aznar, y José Montilla (Industria), José Blanco (Fomento) y Beatriz Corredor (Vivienda), que formaron parte de los gobiernos de Zapatero.

También están sujetas a un marco regulatorio emanado del poder político Telefónica y el grupo audiovisual Mediaset (Telecinco, Cuatro), que ficharon en su momento a Javier de Paz, director general de Comercio Interior con González, y a Cristina Garmendia, respectivamente.

Tres empresas más, cuyos negocios depende en buena media del Estado, tienen como consejeros a antiguos altos cargos de la Administración: ACS y Ferrovial, que participan en proyectos concesionales y de obra pública, e Indra, entre cuyas especialidades figura el desarrollo de sistemas de defensa, seguridad y gestión del tráfico aéreo.

En ACS, su presidente, Florentino Pérez, fue concejal del Ayuntamiento de Madrid por UCD. En Ferrovial está Oscar Fanjul, presidente del Instituto Nacional de Industria (INI) y del Instituto Nacional de Hidrocaburos (INH) con González. Y en el consejo de Indra encuenytran acomodo: Juan Carlos Aparicio, ministro de Trabajo con Aznar; Miguel Sebastián, titular de Industria, Turismo y Comercio con Zapatero; Adolfo Menéndez, subsecretario de Defensa y de Fomento también con Aznar, y el exdiputado socialista Antonio Cuevas.