madrid
El World Economic Forum (WEF), institución que organiza la cumbre de Davos en la que se citan, cada enero, los principales responsables empresariales con líderes políticos y sociales de todo el mundo, acaba de publicar su Sondeo de Competitividad Global, indicador de la salud y los riesgos que asolan a los países de todo el planeta. Y uno de los principales motivos de preocupación es el excesivo endeudamiento que han ido acumulando desde la crisis financiera de 2008 tanto las potencias industrializadas como los mercados emergentes y los países en desarrollo.
Los niveles de deuda, medidos en relación al PIB, han crecido irremediablemente -además-, al calor de unos tipos de interés históricamente bajos, que han facilitado la financiación, en los mercados de bonos, de esas necesidades de endeudamiento de los servicios de deuda soberana.
Estos son los diez países con mayores cotas de endeudamiento. Por orden decreciente.
10.- Singapur. 112% del PIB. El gobierno de esta ciudad estado empieza a emitir señales de una cierta estabilización. Dentro de un esquema fiscal sostenible que ayudará a reducir sus actuales ratios. “Teniendo en cuenta nuestros activos, podemos disminuir substancialmente la deuda neta de nuestro país”, explica su Ministerio de Hacienda en un comunicado reciente.
9.- Jamaica. 115,2% del PIB. La presión de su deuda supera los 2 billones de dólares jamaicanos, pero está empezando a caer. Su rating crediticio ha mejorado y los bonos jamaicanos están en la actualidad comercializándose con prima en los mercados internacionales.
8.- Mozambique. 115,2% del PIB. Su deuda pública ha estado sometida a controversias globales este año, después de que el FMI pusiera su respaldo al presupuesto en cuarentena para forzar al país africano a emprender medidas para hacer disminuir el tamaña de su endeudamiento.
7.- Gambia. 116,1% del PIB. Está empezando a convertirse en un gran y creciente problema para esta nación del Este de África. Su servicio de deuda está digiriendo alrededor de la mitad de los ingresos presupuestarios, lo que añade cada vez más presiones a las autoridades económica en su objetivo de tener alineada sus parámetros económicos.
6.- Portugal. 130% del PIB. La escalada de deuda portuguesa alcanzó su punto culminante entre 2010 y 2014, cuando llegó a declararse incapaz de restablecer su financiación sin asistencia del exterior y con el PIB en recesión. Su economía, sin embargo, se ha recuperado tras el rescate financiero y en noviembre ya adelantó casi 3.000 millones de euros al FMI.
5.- Italia. 132,6% del PIB. La Comisión Europea ha manifestado su creciente preocupación por la desmesurada deuda pública. En noviembre, una declaración oficial del Ejecutivo de Bruselas dijo que, “en el caso italiano, la persistencia de sus altos niveles de endeudamiento resulta ser de especial interés para la zona del euro y los inversores, dado el tamaño de la economía trasalpina y su influencia en las actividades productivas entre los socios monetarios europeos”.
4.- Cabo Verde. 133,8% del PIB. La economía del pequeño archipiélago africano se caracteriza por su débil crecimiento. Así ha sido en los últimos cinco años. Particularmente, por su elevada dependencia de la eurozona, que ha sido uno de los espacios más asolados por la crisis. Ahora, su coyuntura ha mejorado. Pero, desde el FMI se alerta de que una deuda en aumento, junto a una apreciación del dólar, como prevén los mercados, puede incrementar los factores de riesgo.
3.- Líbano. 143,4% del PIB. La deuda del país supera los 70.000 millones de dólares, lo que ha reducido la senda del crecimiento económico y recortado los gastos del estado tan sólo a planes de desarrollo estratégicos.
2.- Grecia. 181,3% del PIB. El FMI advirtió, en un informe confidencial, en enero, que la nación helena se enfrentaba a “explosivos” incrementos de sus niveles de deuda que podrían llegar a suponer más del 300% del PIB en unas décadas. A menos que acometa un programa significativo de reducción del endeudamiento. Grecia ha sido, quizás, el país más castigado por la crisis de la deuda europea y global.
1. Japón. 239,2% del PIB. Un histórico en los rankings de endeudamiento mundial. Su deuda es superior a los 8,9 billones de dólares. Una ratio que se puede incrementar con la doctrina de la Abenomics, así llamada en referencia al primer ministro Shinzo Abe y su política de las tres flechas -inyecciones monetarios, estímulos presupuestarios y fiscales, y reformas estructurales-para espolear una economía estancada y sin vestigios de inflación en décadas.
España se sitúa en el puesto 16, con el 99,3% del PIB.
Las 10 naciones con las cuentas más saneadas
En sentido contrario, el mismo indicador sitúa a estas diez naciones como las que tienen, en este momento, unas cuentas financieras más saneadas para hacer frente a sus vencimientos futuros. También por orden decreciente.
10.- Argelia. 20,4% del PIB. El Gobierno argelino ha rechazado recientemente la táctica de acudir a la deuda externa para financiar su economía. Incluso a vincularla a sus reservas de petróleo. De momento, su PIB crecerá al 4% en 2018, muy por encima de la previsión oficial de comienzos de año, del 2,2%, y algo más dinámica que la tasa con la que concluirá este ejercicio, del 3,7%.
9.- Emiratos Árabes Unidos (EAU). 19,3% del PIB. Una ratio de deuda bajo control gracias, en gran medida, a su fondo soberano, que invierte los excesos financieros de sus reservas de crudo y que -se estima- maneja una riqueza de 1,3 billones de dólares.
8.- Nigeria. 18,6% del PIB. Aunque sus niveles han ido aumentando ligeramente en los últimos cinco años, permanecen alejados del límite crítico del 40% del PIB que el gobierno federal del país ha estipulado como barrera presupuestaria de riesgo.
7.- Kuwait. 18,6% del PIB. Otro emirato con petrodólares que mantiene a raya su deuda pese al descenso del precio del oro negro. Ha crecido recientemente porque parte de su déficit fiscal lo ha trasladado al mercado de bonos, ante la negativa a acudir a su fondo soberano. Desde abril de 2016, el emirato ha emitido 11.900 millones de dólares de deuda interna y 7.900 millones de deuda externa.
6.- Rusia. 17% del PIB. De nuevo, otro productor de petróleo. Su constante recorte de deuda se ha basado en la enorme capacidad de extracción adquirida por las petroleras rusas que han sido propensas a invertir en alta tecnología para gestionar los 75 billones de dólares en los que el Departamento de Energía de EEUU valora las fuentes naturales de crudo rusas; el 30% del total mundial.
5.- Botswana. 13,9% del PIB. Entre 1966 y 1999 su tasa media de crecimiento ha sido del 9%. Espectacular. La más alta del mundo. Por encima del ritmo de prosperidad chino o indio. Durante la crisis (2007-2009) el país se fijó como objetivo recortar al máximo su endeudamiento.
4.- Arabia Saudí. 12,4% del PIB. A pesar de un bienio en los que se ha acumulado deuda, por la baja cotización del petróleo y el coste de su intervención en la guerra de Yemen -en los que ha crecido nada menos que un 619%, casi 90.000 millones de dólares-, sus números siguen siendo la envidia de las potencias industrializadas y emergentes.
3.- Estonia. 9,5% del PIB. Su apuesta por las reformas estructurales tras su escisión de la URSS, la economía báltica se auto-impuso medidas de rigor económico y equilibrio presupuestario. La combinación de un tipo impositivo único en el impuesto sobre la renta, políticas comerciales de apertura y la plena conversión de su moneda respecto al euro desde el nacimiento de la moneda única están detrás, según sus autoridades, de este manejo eficiente de la deuda.
2.- Brunei. 3,1% del PIB. El fuerte crecimiento que ha seguido a la independencia del país del Reino Unido, en 1984, está detrás del riguroso control del endeudamiento. Buena parte de este impulso procede de las exportaciones de gas y petróleo. Suficientes para sufragar su generoso estado del bienestar, que provee servicios médicos a toda la población y subvenciona alimentos y casa a las familias.
1.- Hong-Kong. 0,1% del PIB. Existe la deuda cero. Su lucrativo sector bancario y financiero, con férreos controles regulatorios, han propiciado una enorme reserva de divisas internacionales al enclave chino, que sigue gozando de una jurisdicción especial para desarrollar una economía de mercado dentro del régimen de Pekín. Su renta per cápita es la sexta más alta del mundo, con 42.900 dólares, algo por debajo de la de Brunei.
Pero el tamaño de la deuda no siempre presupone que estos países sean los que ostenten los mayores riesgos de suspensiones de pagos. El último ejemplo, ha sido Venezuela. Pero, cuáles son las economías que, a juicio del mercado, podrían acompañar a esta economía sudamericana en una inminente declaración de quiebra de sus servicios de deuda. Según el indicador de JP Morgan Chase, que compara las primas de riesgo de los bonos de mercados emergentes con el valor del Tesoro americano, los posibles altercados en los vencimientos de pagos, las amenazas de reestructuración o swaps, o las posibilidades de que las compañías de reaseguros tengan que cubrir primas de contratos en curso por default señalan a los siguientes países. En esta ocasión, de mayor a menor riesgo. Son siete.
1.- Líbano. Al elevado endeudamiento del país hay que unir la tensión política por la abrupta renuncia del primer ministro Hariri, que supuso la salida inmediata de 800 millones de dólares de inversión privada del país ante las especulaciones de una escalada bélica entre Arabia Saudí e Irán. Las opciones de default crecieron a niveles de hace nueve años.
2.- Ecuador. Después de varios años de fiesta financiera, las obligaciones de la deuda externa del país andino crecieron, en tan sólo doce meses, a niveles del PIB desconocidos en los últimos nueve años. La economía ecuatoriana es muy vulnerable a los cambios de liquidez, y ahora, con precios aún bajos del barril de petróleo, tiene que cubrir un agujero de 2.500 millones de dólares que le sitúa en una posición crítica. Aunque el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, asegura que Ecuador cumplirá con sus compromisos futuros.
3.- Ucrania. Pese a que el riesgo de quiebra ha descendido desde sus niveles récord de 2015, persisten las dudas sobre la salud de la economía de esta ex república soviética que obligan a manejar las carteras de inversión con cautela. La economía se ha ralentizado por tercer trimestre consecutivo y el Parlamento acaba de aprobar una partida adicional, con cargo al siguiente plan presupuestarios, el de 2018, de 17.500 millones de dólares para hacer frente a las obligaciones de deuda, principalmente.
4.- Egipto. Cerca de la suspensión de pagos desde septiembre. Un coste que se agravó por las presiones saudíes para apoyar el aislamiento económico de Qatar. De momento, las reservas de divisas internacionales de su banco central podrán acometer las obligaciones de 14.000 millones del principal y los intereses de la deuda para 2018. Pero el ritmo de su endeudamiento es muy preocupante. Ha saltado desde los 55.800 millones a los 79.000 millones en apenas un año.
5.- Pakistán. Las señales se escucharon con fuerza en octubre. Pese a que había signos ya desde junio. La segunda economía del sur de Asia ha reducido substancialmente sus reservas de divisas extranjeras, mientras ha visto como ha engordado sus obligaciones de pago y se ha deteriorado su déficit por cuenta corriente. Tiene previsto sacar al mercado 2.000 millones de dólares en bonos soberanos.
6.- Baréin. El diferencial de su bono con respecto al de los principales mercados del mundo se ha alargado sin remedio. Hasta el punto de, incluso, pedir ayuda financiera a sus aliados del Golfo. Sus autoridades están buscando aumentar sus reservas internacionales para evitar una devaluación de su moneda con sus seis socios del Consejo de Cooperación, todos productores de petróleo. Aunque están dispuestos a ayudar a Baréin, obligan a este emirato a iniciar una dura agenda de reformas para reducir su elevado déficit.
7.- Turquía. A pesar de sus elevadas rentabilidades en los mercados de bonos, los inversores son todavía reacios a comprar deuda turca. Motivo por el que su spread ha crecido desde mayo y su riesgo de suspensión de pagos ha aumentado. Está en la lista de S&P de países más vulnerables a las condiciones monetarias internacionales.
Sin embargo, no sólo cuenta la deuda soberana. También es importante la privada. Y, dentro de ella, la de las familias. Aunque sea ostensiblemente más reducida que la de las empresas. Sobre todo, porque, como ha demostrado los programas de estímulos económico y los rescates financieros que se han sucedido en las economías de rentas altas del planeta tras la crisis de 2008, esa deuda se acaba trasladando, irremediablemente, al endeudamiento del país.
Las 10 naciones con mayor deuda familiar
Casi en su totalidad, las diez naciones con mayor deuda familiar, son industrializadas. En esta ocasión, por orden creciente, de más a menos volumen de endeudamiento y según el FMI, que cifra en 152 billones de dólares la deuda contraída por los hogares de todo el planeta, el 225% de la economía global.
1.- Suiza. 127,7% del PIB. El rico Estado neutral con secreto bancario y docilidad fiscal encabeza el ranking. El alto poder adquisitivo de sus residentes explica este dato.
2.- Dinamarca. 123,6% del PIB. El 77% de sus 5,6 millones de habitantes dicen haber empezado a ahorrar en el último año para hacer frente a sus problemas financieros futuros.
3.- Australia. 123% del PIB. Sobrepasa la tasa de su deuda soberana.
4.- Holanda. 111,3% del PIB. Un contratiempo notable para una economía que suele estar entre las cinco con mayores índices de competitividad global.
5.- Canadá. 99,8% del PIB. Algo por debajo, pero en niveles próximos a los de su deuda soberana.
6.- Noruega. 98,9% del PIB. Responde, entre otras cuestiones, pero de forma predominante, a los altos precios de la vivienda, que los noruegos han adquirido acudiendo, de manera masiva, a préstamos hipotecarios, debido a tipos de interés bajo que, en la actualidad, están en el 0,75%. El Gobierno de Oslo promete endurecer las normas hipotecarias a corto plazo.
7.- Corea del Sur. 90% del PIB. Su deuda familiar estaba valorada en 1,1 billones de dólares al término de 2016, un 11% superior a la del ejercicio precedente.
8.- Reino Unido. 87,6% del PIB. Los británicos tenían, a finales de 2016, una deuda acumulada de 1,7 billones de dólares y se calcula que más de 1,5 millones de hogares están atrapados en lo que se denomina una trampa de endeudamiento extrema.
9.- Suecia. 84,9% del PIB. El boom de su mercado inmobiliario también explica este alto ratio.
10.- EEUU. 78,8% del PIB. Alarma saber su cifra cuantitativa. Entre 12 y 13 billones de dólares de deuda familiar.
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