Orange y MásMóvil han anunciado este martes que han comenzado negociaciones en exclusiva para una fusión, que crearía un peso pesado en ingresos que abarcaría las telecomunicaciones móviles y la banda ancha.

La entidad, con una valoración de 19.600 euros, se convertiría en el segundo operador de telecomunicaciones en España. Estaría por detrás de Telefónica, pero muy por delante de Vodafone. Ambas compañías esperan cerrar durante el siguiente trimestre la fusión y obtener la aprobación regulatoria a mediados de 2023.

La entidad resultante tendría la forma de una joint venture controlada por Orange y MásMóvil al 50%. Los activos de Orange España se han tasado en 8.100 millones de euros (7,5 veces el beneficio bruto de explotación ajustado o ebitda para 2022), mientras que los de MásMóvil en 11.500 millones de euros (11,5 veces el ebdita), según el comunicado.

Al frente de la nueva empresa se situaría el consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, mientras que Orange aportaría el director financiero y el presidente del consejo.

La entidad resultante no estará consolidada en el balance de ninguno de los dos grupos y las partes se reservan el derecho a una salida a Bolsa mediante una oferta pública de venta en la que el operador francés tendría derecho a tomar el control y consolidar la entidad de manera opcional.

Sin embargo, en ningún caso Orange estaría obligada a salir de la entidad combinada resultante ni a ejercer esas opciones.

El nuevo grupo sería el primero por clientes de España con 7,1 millones de usuarios de servicios fijos y 20,2 millones de líneas móviles frente a los 5,8 millones de banda ancha fija y algo menos de 16 millones móviles de Telefónica. Además, la red de fibra óptica del grupo superaría las 16 millones de unidades inmobiliarias y el espectro 5G en la banda de 3,5 GHz de MásMóvil reforzaría el liderazgo de Orange en este apartado.

En ingresos quedaría aún por debajo de Telefónica, con 7.500 millones de euros de facturación, y un beneficio bruto de explotación ajustado de alrededor de 2.200 millones de euros.

La fusión cambiará el panorama de las telecos en España, en un contexto en el que las tres principales hasta ahora (Telefónica, Vodafone y Orange) impulsaron durante los últimos seis meses de 2021 ajustes de empleo para casi 4.000 personas a fin de encarar la competencia de precios en el sector.

UGT reclama un compromiso de creación de empleo

Ante el anuncio de la integración, UGT ha reclamado un compromiso con la creación y el mantenimiento de empleo a Orange y MásMóvil. "Una operación de estas características, para ser creíble en términos de valor y apuesta de país, tiene que colocar al empleo entre sus principales prioridades", ha señalado el sindicato en un comunicado.

UGT ha recordado que, en los últimos 20 años, el sector ha perdido 44.000 puestos de trabajo en España y ha reclamado al Gobierno aprovechar esta operación para introducir un "profundo cambio regulatorio" por un marco que fomente la inversión.

Del mismo modo, el comité de empresa de Euskaltel ha mostrado su temor ante la posibilidad de una fusión entre Orange y MásMóvil, dueño del operador vasco tras una OPA amistosa, ya que se ha mostrado convencido de que afectaría al empleo porque "este tipo de operaciones siempre conlleva medidas traumáticas".

La OPA de MásMóvil incluía una serie de garantías en relación al grupo vasco (conformado por Euskaltel, R y Telecable), que tenían que ver con el mantenimiento del empleo, además de sus marcas y las sedes sociales, al menos, durante cinco años.

La consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha asegurado que el Gobierno vasco ha estado al tanto "desde el primer momento" de la fusión Orange-MásMóvil, y se ha mostrado convencida de que, en caso de que prospere, Euskaltel no desaparecerá, "sino todo lo contrario". Fuentes del Gobierno Vasco han asegurado que MásMóvil les han transmitido que "en ningún caso se modificarán las condiciones en las que se produjo la operación" con el operador vasco.