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¿Una mujer al frente del Banco de España? Dos candidatas tecnócratas optan a gobernadora

Sería la primera vez en la historia que una mujer presidiría el organismo supervisor del sistema bancario. La actual vicegobernadora, Margarita Delgado, y la vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez, encabezan las quinielas.

Fachada del Banco de España. EFE/Chema Moya/Archivo.
Fachada del Banco de España. Chema Moya / EFE

Dos mujeres optan, con muchas posibilidades, a sustituir a Pablo Hernández de Cos al frente del Banco de España. El hito sería histórico. Nunca ha habido una gobernadora en la institución que debe velar por la supervisión del sistema financiero español y, hasta la creación del euro, el ente que ejercía la política monetaria del país. El Gobierno de coalición y el PP negocian estos días la designación de la persona que dirigirá durante los próximos seis años el banco central español, después de que Hernández de Cos tuviera que abandonar sus funciones el pasado 10 de junio, fecha en la que expiraba su periplo como máximo responsable del organismo.

El extenso bagaje paritario del Gobierno en el nombramiento de cargos y en la configuración del Consejo de Ministros –entre otros sobrados vestigios de su disposición a facilitar la igualdad de género y a la ruptura de los techos de cristal– invita al optimismo. Pero, sobre todo, lo que induce a pensar en una gobernadora del Banco de España es lo reconocidas que están en su sector las dos mujeres que encabezan buena parte de las quinielas y que, en cualquier caso, disponen de más que notables opciones de suceder a Hernández de Cos.

Para Bloomberg, la gran favorita a relevar a De Cos, Montserrat Martínez Parera, es la actual vicepresidenta de la CNMV, el regulador de los mercados de capitales españoles. Sería, al mismo tiempo, la primera mandataria femenina en un banco central nacional en la zona del euro, y se uniría a Christine Lagarde, actual presidenta del BCE, en el grupo de mujeres con representación en el Comité Ejecutivo de la autoridad monetaria europea.

Sería la primera mandataria femenina en un banco central nacional en la zona del euro

La secretaria del Tesoro americana, Janet Yellen, alcanzó entre 2014 y 2018, como decimoquinta responsable de la Reserva Federal, la distinción de primera mujer gobernadora en EEUU. El papel de Yellen al frente de la Fed fue esencial para sacar definitivamente a la primera economía global del colapso crediticio de 2008, para poner en marcha la regulación financiera de la Ley Dodd-Frank de la Administración Obama que restauró los derechos de los consumidores en los largos y costosos procesos de reclamación de daños y perjuicios provocados por las hipotecas subprime que precipitaron la quiebra inicial de Lehman Brothers y la posterior limpieza de activos tóxicos de la banca estadounidense. Y que estableció la frontera entre banca de inversión y comercial; es decir, entre propietarios de las carteras y fondos que buscan rentabilidad en los mercados de capitales y los clientes de banca propiamente dichos.

Yellen se negó en redondo a la flexibilización regulatoria de la Administración Trump en sus dos primeros años de mandato. Hasta que fue sustituida en el cargo por el actual presidente Jerome Powell. Y confeccionó, junto a Mario Draghi, ya fuera de su periplo como primer ministro italiano, las sanciones financieras que Occidente impuso al Kremlin por la invasión de Ucrania y que han tenido al dólar como arma de destrucción masiva de las finanzas de Moscú.

Precisamente, la persona llamada a contener los efectos perniciosos del billete verde americano y la prohibición de uso de los sistemas de transferencia de pagos internacionales más utilizados es otra mujer, Elvira Nabiúllina, que gobierna el Banco Central de Rusia y ha tenido un papel trascendental en la estabilización del rublo, primero, y en la amortiguación de las sanciones que se han aplicado para arruinar los ingresos petrolíferos y las fuentes de financiación rusas.

La subgobernadora Delgado, una sustituta de garantía

La segunda alternativa femenina al Banco de España es la de su actual subgobernadora, en este cargo desde 2018, Margarita Delgado, que estuvo a punto de presidir el Consejo de Supervisión del BCE –quizás su división con mayor poder autónomo para vigilar los excesos de la banca en la zona del euro–, misión que la final cayó en manos de la alemana Claudia Buch.

Fuentes próximas a la negociación entre PSOE y PP confirmaron a Bloomberg que ambas están en la lista final, aunque con más opciones para Martínez. Al menos, en su estadio inicial, el que debe empezar a dejar aspirantes por el camino, dentro de un proceso más complejo, porque en el mismo también se discutirá el enésimo intento de renovación del CGPJ o la cúpula de RTVE; entre otros organismos.

Fuentes próximas a la negociación confirmaron que ambas están en la lista final, aunque con más opciones para Martínez

Al lado de Martínez y Delgado figuran personalidades como el actual presidente del Instituto de Estabilidad Financiera, Fernando Restoy, quien, como sus dos compañeras de viaje a presidir el Banco de España, ejerció como número dos de la CNMV y de la propia institución monetaria. A ellos se une Ángel Uribe, ex asesor económico de Pedro Sánchez y que en la actualidad dirige el centro de investigación económica del fondo de cobertura Citadel en Nueva York; Óscar Arce, director general de Economía en el BCE; David Vegara, miembro del consejo ejecutivo de Banco Sabadell y antiguo secretario de Estado de Economía durante el periplo de Pedro Solbes como vicepresidente económico en los gabinetes de José Luis Rodríguez Zapatero, e, incluso, José Luis Escrivá, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública.

Además de otras dos mujeres con menores posibilidades aparentes: Soledad Núñez, consejera en la Comisión Ejecutiva del Banco de España y responsable del Tesoro en los difíciles años de la crisis de la deuda europea, y Paula Conthe, al frente precisamente del Tesoro y de Financiación Internacional.

Cargo con múltiples cauces de influencia

El cargo de gobernador lleva aparejado un asiento en el Consejo de Gobierno del BCE, donde se dirimen las discusiones entre halcones y palomas sobre tipos de interés, test de estrés a la banca o, en época de crisis, la puesta en liza de programas de estímulo, y concede a su poseedor una especial capacidad de influencia sobre la política económica de los gobiernos españoles. Durante el periplo de Hernández de Cos, el Banco de España cargó contra la medida generalizada para la rebaja subvencionada de los recibos de luz durante la crisis energética previa y posterior a la invasión rusa de Ucrania, que el gobernador consideró debía ceñirse solo a hogares vulnerables y empresas en situación de emergencia.

Hernández de Cos mostró suspicacias hacia las fuertes subidas del salario mínimo y las pensiones

De igual modo, mostró suspicacias hacia las fuertes subidas del salario mínimo y las pensiones. También ha sido señalado como futuro ministro de Economía de un Gobierno popular, y desde la izquierda, se le ha considerado, en ocasiones, el único ariete opositor en política económica.

Sin embargo, su relación con Nadia Calviño, hasta su desembarco en el BEI, y con su reemplazo, Carlos Cuerpo, es excelente. De Cos ha contribuido decididamente a restablecer la imagen de la institución, deteriorada por su gestión en el colapso crediticio de 2008 y por su complacencia hacia los resultados contables de los bancos, asolados de toxicidad inmobiliaria. Quienes le han tratado profesionalmente destacan su obsesiva disposición a comunicar con minuciosa precisión cualquier análisis técnico que se precise. En el BCE deja una magnífica trayectoria, según dejan entrever varios de sus colegas a modo de despedida.

Sin duda, por ello, las tentaciones de elegir un perfil más ideológico que tecnócrata siempre está presente en las deliberaciones entre partidos.

Competición entre dos perfiles tecnócratas

Montserrat Martínez (46) trabajó antes de ser número dos de la CNMV como economista senior del Departamento de Estudios del BBVA, donde ocupó también el cargo de directora de relación con inversores en Nueva York. Entre ambas responsabilidades en las dos instituciones, ejerció de responsable de Asuntos Públicos de CaixaBank y como directora de Presidencia de la entidad bancaria catalana. Además de ser jefa de gabinete de Restoy como subgobernador del Banco de España entre 2012 y 2017.

En su currículum público consta que sus áreas de interés son la regulación y supervisión de los mercados financieros, además de la protección del consumidor, la sostenibilidad y la estabilidad financiera, áreas clave en las responsabilidades del Banco de España.
Martínez ha liderado cambios profundos en la CNMV para adaptar a la institución a la evolución constante del mundo financiero. En especial, en el ámbito regulatorio y tecnológico, aunque también en el de la mejora de la eficiencia y la transparencia y en la supervisión y control de operaciones tanto de inversores locales como foráneos. También ha impulsado estos años la cooperación internacional con la formalización de alianzas estratégicas y transfronterizas para armonizar estándares financieros globales.

Margarita Delgado (61), actual subgobernadora –hasta septiembre–, fue la más cualificada para dirigir la supervisión bancaria en la zona del euro. Así lo reconoció de forma unánime el Parlamento Europeo, que admitió que la elección de Buch –a la sazón, y como ella, número dos del Bundesbank– para el puesto de máxima vigilancia a los bancos en 2023 e inserto en el BCE, obedeció al juego de equilibrios de poder y repartos geográficos.

Dicen varias voces autorizadas de la UE que no ejerce como máxima responsable de este llamado Mecanismo Único de Supervisión (MUS) por la candidatura –entonces– de Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que ostenta desde enero, y las ya asentadas de José Manuel Campa al frente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA); del propio Hernández de Cos en la cúpula del Comité de Basilea, y de Fernando Restoy como responsable del Instituto de Estabilidad Financiera (FSI) del Banco de Pagos Internacional (BPI). Sin olvidar la vicepresidencia del BCE en manos de Luis de Guindos.

"Los españoles no se lo llevan todo últimamente", apuntan desde hace meses diplomáticos de la UE, antes de apuntalar, con la máxima fidelidad a su jerga, que los cargos en Europa no están sometidos a ningún tipo de interferencias ni de injerencias. Precisamente Guindos ha reclamado consenso a los dos principales partidos para elegir el relevo de Hernández de Cos. Carlos Arenilla, vicepresidente de la CNMV durante el primer mandato de Zapatero y consejero del Banco de España, dice, por su parte, en una tribuna en El País, que "lo deseable sería alguien con una clara voluntad para introducir cambios en la entidad supervisora", preferiblemente mujer y que "no haya ocupado puestos de alta responsabilidad durante la gran crisis financiera que abarcó desde 2008 hasta 2014".

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