A los jefes de la gran banca española no les fue nada mal el segundo año de la crisis pandémica: los presidentes y consejeros delegados de las cinco entidades financieras que cotizan en el Íbex 35, Bankinter. BBVA, CaixaBank, Sabadell y Santander, ganaron en 2021 algo más de 54 millones de euros, más de uno por semana, mientras los resultados de sus compañías regresaban a los niveles previos a la crisis sanitaria y se acercaban a los 20.000 millones de euros en su negocio global, según consta en los informes de remuneraciones que han ido remitiendo a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) en las últimas semanas.

Vuelven los grandes números a una banca que, en plena transición digital, pierde diversidad y volumen a un ritmo desconocido tras un proceso de concentración  financiado con dinero público en el que, con un modelo de negocio cada vez más dependiente de las comisiones, los supervivientes han engullido 52 entidades en doce años mientras cerraban 25.000 sucursales y superaban los 100.000 despidos tras añadir otras 16.000 bajas en un solo año.

En ese escenario, los presidentes y los consejeros delegados de las cinco principales entidades financieras españolas sumaron el año pasado ingresos por un montante de 54,11 millones de euros, 32,1 en salarios, dietas y complementos, 8,8 en bonus y rendimiento de las acciones que poseen en las entidades y 13,1 como aportaciones de los bancos a sus planes de pensiones, que alcanzan dimensiones multimillonarias en el caso de los dos principales.

Así, Ana Patricia Botín, presidenta de Santander, acumula ya un fondo de 48 millones de euros, casi el doble de los 24,5 que figuran en el de su homólogo de BBVA, Carlos Torres, que supera en cerca de seis los 18,8 de los que dispone José Luis Álvarez, consejero delegado de la primera de esas entidades.

A mucha distancia se encuentran los planes de jubilación de los consejeros delegados de Bankínter y de CaixaBank, María Dolores Dancausa y Gonzalo Gortázar, cada uno de los cuales tiene acumulados 2,7.

Los grandes sueldos de los tres principales bancos

Ana Botín es, con diferencia, la jefa mejor pagada de la gran banca, con unos emolumentos que el año pasado superaron los doce millones de euros, 8,014 como salario y dietas y 3,233 en el rendimiento de las acciones de las que depende la parte variable de su retribución, mientras su fondo de pensiones recibía aportaciones por valor de 1,041.

La jefa del Santander ganó 538 veces el sueldo medio de los asalariados españoles, que según los datos del INE se sitúa en 22.837 euros.

Le sigue, con casi diez millones de euros, su consejero delegado, que percibió 6,765 como remuneración fija y 2,18 por los conceptos variables mientras su plan de jubilación se veía incrementado en 783.000 euros, e, inmediatamente por detrás de este, Torres, que superó los siete.

En el siguiente escalón se encuentran los consejeros delegados de BBVA, el turco Onur Genç, con 4,5, y de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que con casi tres prácticamente duplica a su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

Salarios entre cinco y treinta veces superiores a los de los empleados

Los emolumentos son menos cuantiosos en los otros dos bancos del Íbex 35, Bankínter y Sabadell, con remuneraciones de entre uno y dos millones de euros al año, bajas en relación con las de la competencia aunque cercanas a multiplicar por cien los ingresos de un trabajador medio en España.

Los registros de Banc Sabadell incluyen una distorsión por la salida de la entidad, por jubilación, del anterior consejero delegado, Jaime Guardiola, sustituido por César González Bueno, que dispuso de su fondo de pensiones, de 23,8 millones tras la aportación de 1,34 en las escasas semanas de 2021 que permaneció en la entidad. El presidente, Josep Oliu, recibió una de casi 7,5.

La comparación de las retribuciones medias de los consejeros, con diferencias millonarias dentro de cada órgano de administración, con la de los trabajadores de cada uno de los bancos perfila dos bloques, con una proporción por debajo de diez a uno en dos de ellos, Bankínter (5,5) y CaixaBank (7,3) que se dispara por encima de los 25 en las otras tres entidades.

Ese es, de hecho, el ratio que sale tanto en Santander como en Sabadell, en este caso sin incluir el rescate de la pensión de Guardiola, que lo dispararía hasta 54, mientras que en el BBVA se sitúa por encima de treinta, la mayor diferencia de este grupo de compañías.