La inflación en España ha vuelto a repuntar en el mes de julio. La última actualización del Índice de Precios de Consumo (IPC) eleva la carestía un 0,1% en relación al mes de junio y la subida interanual, respecto a julio de 2022, es ya del 2,3%.

La subida de los precios de los carburantes y los paquetes turísticos están detrás de este incremento porcentual que, sin embargo, no cambia el estatus económico de España en Europa. Tanto es así que, pese a la subida del IPC, el país mantiene una de las tasas inflacionarias más bajas de toda la UE. Sólo Luxemburgo registra mejores datos de carestía de precios. 

No obstante, los datos publicados este viernes revelan suponen el fin a dos meses consecutivos de caídas del IPC, que se situó en el 1,9% y en su menor nivel desde marzo de 2021, según avanza el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Si bien, la subida de los carburantes y de los paquetes turísticos en plenos meses estivales, el INE también deja ver que otros sectores se resisten a bajar sus precios. Es el caso del vestido y el calzado, que han bajado menos de lo que hicieron en julio de 2022. 

El INE, además, avanza los datos de la inflación subyacente, es decir, una tasa de precios que no incluye los alimentos no elaborados ni los productos energéticos. En este caso, julio subió tres décimas hasta llegar al 6,2%.

La leve subida inflacionaria, enmarcada en un contexto europeo de subida de precios descontrolada, ha sido valorada de manera positiva desde el Gobierno. La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha explicado que el dato publicado por el INE "apunta a una progresiva estabilización de los precios".