MADRID.- Más de medio millón de contribuyentes continúan a la espera de que la Agencia Tributaria les ingrese la devolución correspondiente a la declaración del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF) presentada en 2015. Siete meses después de que finalizara la campaña, están pendientes de transferir a las respectivas cuentas corrientes casi 715 millones de euros, suponiendo que todas las devoluciones solicitadas sean dadas por buenas.

Una de las grandes novedades de la campaña de 2015 fue el adelanto del plazo para la presentación de las declaraciones por vía telemática (Internet), que comenzó el 7 de abril, en vez del 23. Como consecuencia de ello, se anunció que las devoluciones empezarían a practicarse con tres semanas de antelación respecto a años anteriores; concretamente, el día 9 del mismo mes. Sin embargo, a la postre, nada de eso ha servido para acortar el final del proceso.

Según reconoce un informe oficial de la propia Agencia Tributaria, a 31 de diciembre de 2015 se habían efectuado 13.955.250 devoluciones, frente a las 14.388.836 solicitadas, lo que significa que aún quedaban nada menos que 500.986 (un 4%) por resolver. La cantidad pendiente de pago era de 714,9 millones de euros, un 7% de los 10.601 millones que los contribuyentes consignaron como cuota a su favor en la última declaración de la renta.

Pese al adelanto del plazo, los porcentajes de cumplimiento son incluso algo peores que los registrados en 2014, pues al cierre de ese año continuaban pendientes sólo un 3,3% de las devoluciones y un 6,6% de su importe total. Ni siquiera el aumento del número de declaraciones tramitadas a través de Internet (700.000 más en 2015) ha permitido que los técnicos de la Agencia Tributaria responsables de supervisarlas concluyan antes su trabajo.

Durante la última campaña de la renta se presentaron 19.417.254 declaraciones, de las que casi tres cuartas partes (el 74,45%) eran a devolver. Después de contabilizar el importe de las que resultaban a ingresar (7.554 millones de euros), el saldo final fue desfavorable para Hacienda en 3.027 millones. La devolución media por declarante ascendió a 733,3 euros, siete menos que en 2014.