Este artículo se publicó hace 7 años.
Conflicto laboralLos estibadores, en pie de guerra contra Fomento por la reforma de los puertos
El Ministerio se reúne este viernes con los sindicatos en busca de un acuerdo que evite la huelga convocada a final de mes
Madrid-
Los 6.155 estibadores en los 46 puertos españoles están en pie de guerra contra el Gobierno por la reforma del sector que quiere aprobar en las próximas semanas, forzado por la Unión Europea.
La Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM), UGT, CCOO, CIG y CGT ha convocado paros parciales en las empresas estibadoras para los días 20, 22 y 24 de este mes en protesta por la reforma del modelo de estiba del Ministerio de Fomento que, según los sindicatos, recortará salarios y avalará despidos generalizados.
Los sindicatos denuncian que la reforma que ultima el Gobierno convertiría los actuales contratos indefinidos en "puestos de trabajo precarios", pues las empresas podrán "sustituir libremente" a un 25%, 50% y 75% de las actuales plantillas durante los próximos tres años. "Se trata de un ERE encubierto, pagado con fondos públicos, que creará un modelo en el que las empresas tendrán capacidad de libre contratación e indemnizarán el despido del personal actual con fondos públicos", aseguran.
El Ministerio de Fomento se reunirá mañana viernes con los sindicatos de estibadores para tratar sobre la reforma del sector de carga y descarga de mercancías en los puertos, según ha anunciado el titular del Departamento Íñigo de la Serna.
El ministro De la Serna da una semana para negociar, dado que llevará la reforma al Consejo de Ministros del 17 de febrero
El ministro ha adelantado que llevará el proyecto de reforma al Consejo de Ministros del viernes 17 de febrero, con lo que da así una semana para lograr un acuerdo con el sector. La reforma se aprobará mediante decreto ley (que luego requiere convalidación del Congreso), por lo que entrará en vigor antes de que se inicie el calendario de paros convocados por los estibadores.
El titular de Fomento achacó la premura de cambiar el sector de la estiba al riesgo que afronta España de que el Tribunal de Justicia de la UE imponga una sanción por incumplir la normativa comunitaria.
Multa de la UE
Bruselas condenó España a finales de 2014 por las restricciones a la competencia en este sector y le impuso una multa diaria de cerca de 28.000 euros hasta que se produjese la liberalización. El ministro de Fomento explicó que esta sanción, que suma ya más de 21 millones de euros a lo largo de los últimos dos años, podría elevarse en breve a 134.000 euros al día tras la eventual condena del Tribunal de Justicia de la UE.
"No es el Gobierno el que decide hasta donde tiene que llegar la reforma, sino que es la Comisión Europea la que decide", aseguró De la Serna. "Hacemos lo que la Comisión nos permite hacer", remarcó. "Estamos atados de pies y manos", añadió.
La reforma planteada por Fomento pretende romper el monopolio que los 6.150 estibadores españoles tienen sobre el sector. Para ello, el proyecto dará un plazo de tres años para que desaparezcan o se reconviertan en ETT's las sociedades de servicios portuarios (Sagep), firmas de las que actualmente dependen todos los estibadores (que tienn un salario medio de 70.000 euros al año. y controlan su contratación por parte de las empresas que utilizan los puertos.
Impacto en la economía
El anuncio de huelga, que podría bloquear el comercio por mar, está provocando preocupación en el sector de la exportación, que supone cerca del 30% del PIB. "Eso puede causar muchos problemas no solo para el puerto sino también para las empresas", dijo una fuente del puerto de Valencia, el primer puerto en carga y descarga en España, por dónde entran cada día cerca de 5.000 camiones y unos 11.000 contenedores.
"En España, el 80% de las importaciones y el 65% de las exportaciones pasa por los puertos y un paro afectaría a prácticamente todos los sectores de la economía desde la automoción hasta la exportación de verduras y frutas", dijo una fuente del Gobierno.
En el caso del fabricante de coches Seat, la filial española de Volkswagen, que usa el puerto de Barcelona para exportar unos 170.000 coches, ha comenzado el aprovisionamiento de componentes para garantizar la producción y se están planificando medidas para la distribución de los coches que no se podrán enviar por barco durante esos días.
Fuentes del sector del automóvil dijeron que, en caso de que se prolongue el conflicto laboral, el cierre de los puertos podría parar las cadenas de producción ya que los componentes que se importan vía barco dejarían de llegar a tiempo. Cada día salen más de 7.800 vehículos de las plantas españolas, el segundo fabricante de coches en Europa. Más de 80% de la producción se envía al extranjero y los puertos son junto con las carreteras las principales vías de transporte.
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