Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.193 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un incremento del 10% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por el buen comportamiento del mercado liberalizado, la estable evolución del mercado regulado y la recuperación del margen del negocio de gas, informó la compañía.

Los ingresos de la energética en el periodo de enero a septiembre ascendieron a 15.353 millones de euros, un 4% más que en los nueve primeros meses de 2017.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo se situó en 2.791 millones de euros a cierre de septiembre, con un crecimiento de casi el 10%, mientras que el beneficio operativo (Ebit) fue de 1.644 millones de euros, un 11% más.

La compañía registró estos resultados en un contexto de elevados precios de las materias primas energéticas y de alza significativa de los precios del CO2, lo que ha dado lugar, a su vez, a elevados precios en el mercado mayorista, a pesar de que la generación hidráulica alcanzó niveles superiores a la media de los diez últimos años y de que la producción eólica se incrementó en un 3,3%.

Durante la teleconferencia para detallar las cuentas a los analistas, los directivos de la eléctrica controlada por la italiana Enel aseguraron que su resultado operativo bruto se situará a final de año en 3.500 millones de euros, ligeramente por encima de los 3.400 millones que esperaba hasta ahora.

Tanto el director financiero, Luca Passa, como el consejero delegado, José Bogas, destacaron que el nuevo objetivo permitirá al grupo alcanzar de forma más confortable el objetivo de un beneficio neto anual de 1.400 millones de euros.

Endesa, que actualizará su actual estrategia a 2020 el próximo 21 de noviembre, recordó que el dividendo mínimo con cargo a 2018 será de 1,33 euros por acción.