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Draghi dice que el BCE debatirá en octubre sobre la retirada de sus medidas de estímulo

La entidad de la Eurozona, de momento, mantiene los tipos de interés y la continuidad del QE al actual ritmo de compras

El presidente del BCE, Mario Draghi, en la rueda de prensa tras la reunión mensual del consejo de gobierno de la entidad en su sede en Fráncfort (Alemania). REUTERS/Ints Kalnins

AGENCIAS

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, avanzó este jueves que que casi todas las decisiones sobre cómo y cuándo se iniciará la retirada prograsiva de estímulos monetarios (lo que los expertos llaman tapering) "se tomarán en octubre".

Draghi despejó así  cualquier duda en torno a la fecha y apuntando directamente a la reunión del 26 de octubre que tiene prevista el Consejo de Gobierno de la institución en su calendario. "Las discusiones tendrán lugar, probablemente, en otoño", señaló Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad.

De momento, el banco de la Eurozona no varió su política monetaria, dejando el tipo de interés principal en el 0%, un mínimo histórico en el que lleva desde marzo del año pasado. El BCE reiteró en un comunicado al término de su reunion mensual que espera que su tipo de interés de referencia se mantenga en el nivel actual durante un periodo prolongado de tiempo que irá más allá del horizonte del programa de recompra de activos. En la reunión del jueves, el BCE también mantuvo como estaba previsto su tipo de depósitos bancarios a un día en el -0,40%, mientras que el tipo de interés de los préstamos de emergencia para los bancos permaneció en el 0,25%.

En su comunicado, el consejo de gobierno del organismo mantuvo el ritmo mensual de compras netas de activos en los 60.000 millones de euros hasta finales de diciembre o más allá si fuese necesario. No obstante, el organismo dijo que "si la perspectiva se vuelve menos favorable, el consejo de gobierno está listo para incrementar el programa en términos de volumen y/o duración".

De esta forma, las compras netas se llevarán a cabo paralelamente a la reinversión del principal de los valores adquiridos en el marco de este programa que vayan venciendo.

Draghi subraya que la volatilidad del euro crea incertidumbre y puede afectar a las
perspectivas de IPC en la Eurozona

En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno, Draghi subrayó la importancia que el tipo de cambio está teniendo a la hora de adoptar una decisión de política monetaria, dada su fuerte apreciación en lo que va de año. Según ha apuntado, el tipo de cambio "ideal" para el BCE entre el euro y el 'billete verde' está en los 1,18 dólares.

En este sentido, explicó que la divisa única, aunque no es la principal variable a tener en cuenta a la hora de adoptar una decisión de política monetaria como lo es la inflación y el crecimiento, acumula una apreciación desde comienzos de 2017 (+13%) frente al dólar que ha provocado que se deba de tener muy en cuenta al afectar directamente en los precios de toda la eurozona.

Así, Draghi subrayó que esta fortaleza de la moneda es vista por el BCE como un factor con una vertiente positiva, debido a que refleja una economía robusta, pero a la vez negativa ya que "estanca o reduce la inflación al hacer las exportaciones menos competitivas".

"La reciente volatilidad del tipo de cambio representa una fuente de incertidumbre que requiere de un seguimiento continuo por sus posibles implicaciones para las perspectivas a medio plazo de la estabilidad de precios y del crecimiento económico", afirmó el presidente de la institución.

Revisión a la baja de la inflación

Al mismo tiempo, el BCE actualizó su cuadro macroeconómico para este año y los dos siguientes. Así, mejoró sus previsiones de crecimiento económico para el ejercicio actual, pero revisó a la baja las de inflación como muestra de la importancia de la fortaleza del euro.

En concreto, la institución comunitaria elevó su pronóstico de crecimiento real de la economía para el año 2017 hasta tres décimas, desde el 1,9% que preveía en junio hasta el 2,2% actual. De resto, mantuvo sus previsiones para 2018 y 2019, en el 1,8% y 1,7%, respectivamente.

En lo que respecto a la inflación, el BCE mantuvo la previamente apuntada para este año, en el 1,5%, pero decidió revisar a la baja una décima tanto la proyección de 2018 como la de 2019, hasta el 1,2% y el 1,5%.

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