La deuda consolidada de las familias y empresas no financieras cae hasta los 1,63 billones de euros en el primer trimestre de 2024, un 1,1% menos que un año antes, según las Cuentas Financieras de la economía española publicadas este miércoles por el Banco de España. El mismo informe recoge que la riqueza financiera de las familias españolas, que se mide por la diferencia entre ahorros y deudas que acumulan, aumentó un 9,77% en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior, alcanzando así un nuevo récord al superar los 2,1 billones de euros.

En términos de PIB, la ratio de la deuda también ha bajado desde el 119,3% hasta el 110,1%, a lo que han contribuido tanto los hogares como las empresas no financieras, cuya deuda consolidada se redujo desde los 952.400 millones del primer trimestre de 2023 a los 948.800 millones de marzo de 2024. Esto supone el 64,1% del PIB, frente al 69% de un año antes y, si se incluye la deuda entre empresas, la ratio se eleva al 81,1%, por debajo del 88,5% del ejercicio anterior.

En el caso de los hogares, la deuda pasó de 695.800 millones de marzo de 2023 a 681.500 millones a cierre del primer trimestre de este año –lo que supone una bajada de 14.300 millones–. Asimismo, en términos de PIB, la ratio de deuda de los hogares disminuyó hasta el 46% en los tres primeros meses de 2024, porcentaje inferior al 50,4% de las mismas fechas en 2023.

La evolución de la deuda consolidada de las empresas y de los hogares se explica, principalmente, por los valores negativos de las operaciones netas acumuladas; mientras que los otros flujos experimentaron unos valores ligeramente positivos, añade el Banco de España. El importe de las operaciones netas acumuladas en marzo de 2024 fue de 19.400 millones de euros menos, lo que supuso una caída del 1,3% en términos del PIB.

La riqueza de las familias avanza

Al comparar los nuevos datos de la riqueza en las unidades familiares
–un 9,77% en el primer trimestre de 2024 en tasa interanual–, con el cierre de 2023, el aumento es del 2,73%.

Los activos financieros de los hogares –dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta–, entonces, aumentaron un 6,68% frente a un año antes, hasta los 2,88 billones de euros. Al desglosarlos, el grueso se mantuvo en efectivo y depósitos, que bajaron dos puntos porcentuales respecto al año anterior, pero sumaban un 37% del total. Esto le seguían las participaciones en el capital, un 30%; en fondos de inversión, que aumentó un 1% respecto a 2023, alcanzando el 16%; y seguros y fondos de pensiones, que se mantuvo en el 13%. 

En relación con el producto interior bruto (PIB), los activos financieros netos representaron un 194,8% en el cierre de marzo. Esta ratio es 0,9 puntos porcentuales inferior a la de un año antes y se explica exclusivamente por el crecimiento de la economía.