Este artículo se publicó hace 2 años.
La cooperación para ganar dimensión empresarial, el reto pendiente de la economía social y cooperativa catalana
Las entidades, que han generado casi 5.000 puestos de trabajo en cinco años, se encomiendan al incremento de recursos por parte de la Administración, pero también a medidas de fomento de la contratación pública para favorecer al sector ante la mayor compl
Barcelona-Actualizado a
En líneas generales, la economía social y cooperativa vive un buen momento. Favorecida por la ola de complicidad de la ciudadanía, derivada del escenario postpandémico y la constatación de la excesiva dependencia de las materias primas que ha puesto sobre la mesa la invasión rusa de Ucrania, este tipo de proyectos han recibido el empuje valores como el consumo ético, la proximidad, la sostenibilidad o la cooperación.
Así lo constatan los datos oficiales, que muestran que el Programa de Economía Social de la Generalitat ha ayudado a la constitución de 1.027 nuevas empresas y entidades de economía social y cooperativa en Catalunya en los últimos cinco años. Entre 2016 y 2021, los proyectos singulares y los ateneos cooperativos han ayudado a la creación de 4.757 nuevos puestos de trabajo.
Han recibido el empuje valores como el consumo ético, la proximidad, la sostenibilidad o la cooperación
Para ello, el Departament d'Empresa i Treball ha invertido más de 65 millones de euros. Las estadísticas dibujan cierta estrategia de impulso de las políticas públicas en este ámbito, adquiriendo cierto punto de inflexión. Sin embargo, se requieren acciones que fortalezcan esta apuesta por la economía social y solidaria. Así lo piden las principales entidades representativas del sector y algunos expertos en cooperativismo.
Desde la Associació de l'Economia Social de Catalunya (Aescat) se pide agilizar la tramitación de la Ley de Economía Social, que ahora se encuentra en la fase de definición de su articulado. Jordi Rojas, vocal de su junta directiva, recuerda a la Generalitat "la necesidad de ofrecer recursos públicos para escalar los proyectos". Ahora, añade, "las iniciativas son mayoritariamente pequeñas y es necesaria una mayor capacidad de intercooperar". Para Rojas, es el único camino para transitar hacia una sociedad sostenible y solidaria. Aescat representa a 7.422 organizaciones, 139.000 trabajadores y una facturación de más de 7.850 millones de euros.
La clave de las políticas públicas
Rojas insiste en que es el diseño de las políticas públicas lo que tiene la clave para conseguir el escalado de los proyectos de la economía social. El vocal de la Aescat desmonta algunos de los tópicos que rodean estas iniciativas. "Existe el mito de que recibimos demasiadas ayudas públicas, cuando percibimos muchos menos que sectores como el energético o el del automóvil, cuando no somos una economía lucrativa. Por tanto, reivindicamos nuestro derecho a optar a estos recursos".
Aescat cree que son las empresas sociales y cooperativas las que deben encabezar la salida de la crisis derivada de la covid-19 y de la escalada inflacionista
Aescat cree que son las empresas sociales y cooperativas las que deben encabezar la salida de la crisis derivada de la covid-19 y de la escalada inflacionista. "Es la única vía para salir adelante ante la emergencia social y ambiental y evitar el colapso del sistema". Rojas apunta que "somos conscientes de que crecen de forma importante los criterios a la hora de adquirir productos y servicios vinculados a la economía social". Ahora, el paso que solicita es traducir esta tendencia en el consumo cotidiano o con el fomento de las contrataciones públicas por este tipo de entidades y organizaciones.
Esta sensibilidad hacia este modelo económico, más centrado en las personas, es la que hace que Xavier López, experto en cooperativismo, inste a aprovechar las herramientas de las que ya disponemos para fortalecer a este sector. "No debemos inventarnos nada. Ya existen las entidades sociales, cooperativas o Centros Especiales de Trabajo (CET)".
López, que entre 2011 y 2016 fue director general de Cooperativas, Economía Social y Trabajo Autónomo de la Generalitat, recomienda al sector "generar más escala y tejer alianzas para obtener más músculo". De hecho, López precisa que la economía social está más presente de lo que imaginamos en nuestro día a día.
Plus de simpatía
Este contexto social favorable es el que debería aprovecharse para dar escalabilidad a los proyectos. "Más que muchas iniciativas, que está bien, éstas deberían tener impacto". Finanzas éticas, productos de proximidad o consumo responsable son los sectores que mayor simpatía generan entre la sociedad. López aconseja romper la atomización que vive la economía social, situando las fusiones, la integración y la cooperación en el centro del foco. Un ejemplo serían las cooperativas agrarias, que en el momento de unirse constituyen una nueva entidad bajo el paraguas de una cooperativa de segundo grado. "He observado que los líderes de estas organizaciones son más conscientes de estas circunstancias".
Finanzas éticas, productos de proximidad o consumo responsable son los sectores que mayor simpatía generan entre la sociedad
Para López, la consecución de esta conciencia es la que debe empujar al sector de la economía cooperativa a adquirir el apoyo de la Administración. Desde la Generalitat de Cataluña, el director general del Programa de Economía Social, Josep Vidal, recordó, en el momento de presentar el balance de los datos, que a partir de este año los proyectos serán por un período de tres años, lo que permitirá poder programar mejor.
Vidal destacó que el programa ha favorecido la territorialización de la economía social. Según detalló, fue gracias al impulso de los 14 ateneos cooperativos, que se ha acreditado la construcción conjunta de las políticas y programas de fomento de la economía social en colaboración con las entidades de cada territorio.
Para este año, está previsto que el mismo programa incorpore nuevas líneas como la HabitatCoop, destinada al fomento de la vivienda cooperativa en cesión de uso. Mientras van desarrollándose estas acciones, el sector de la economía social y cooperativa continuará mirando de reojo en los Países Bajos, donde todas las cooperativas agrarias, uno de los subsectores que más valor añadido aporta a la economía, se fusionaron en una de suela. Fue la solución para ajustar un escenario con la oferta atomizada y la demanda muy concentrada.
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