Este artículo se publicó hace 4 años.
La casilla antimilitarista del IRPF: así es la campaña de objeción en la declaración de la Renta
Grupos sociales reeditan este año la iniciativa simbólica para reclamar el fin del gasto militar. "Lo que nos interesa es el carácter ético de esta desobediencia", subrayan sus impulsores.
Bilbao-Actualizado a
Un gesto. Una protesta. Un acto de desobediencia, simbólico, frente al desorbitado gasto militar. Distintas organizaciones civiles llaman a aprovechar la declaración de la Renta para dejar constancia del rechazo que suscita el dinero que se destina a la industria de la guerra. Lo hicieron antes y lo vuelven a hacer ahora, cuando crecen las voces que piden menos dinero para las armas y más recursos para la sanidad.
El veterano grupo antimilitarista Tortuga lo tiene claro: el objetivo de este acto de "desobediencia civil", señala en una de sus últimas declaraciones sobre este asunto, es "delatar la inmoralidad del gasto militar del Estado español". "El estado recauda impuestos durante todo el año a todas las personas de la sociedad, y lo hace de muchas formas, no solo mediante el IRPF. De este dinero destina una gran parte para el ejército, la policía y la preparación de guerras", remarca.
En esa línea, subraya que la Objeción Fiscal al Gasto Militar (OFGM) es la "no disposición a colaborar con el estado en los gastos de preparación de guerras y mantenimiento de la estructura militar, desobedeciendo activamente en el momento de realizar la declaración de la renta (IRPF)".
¿De qué manera se lleva a cabo este acto? Según explica ese grupo antimilitarista alicantino, "consiste técnicamente en aprovechar la declaración del IRPF para desviar una parte de nuestros impuestos a un proyecto que trabaje en la defensa de un progreso social solidario". La declaración de la Renta, subraya, "supone una magnífica oportunidad de recuperar este dinero y destinarlo a un fin justo".
Para ello, los objetores siguen una serie de pasos. Primero se plantea realizar un ingreso bancario "a la entidad hacia la que deseas desviar el dinero del gasto militar, por la cantidad que has decidido objetar". Normalmente se trata de organizaciones que trabajan en ámbitos sociales. Es importante, subrayan, "que la Objeción Fiscal al Gasto Militar aparezca nombrada en el asunto de la transferencia", así como que la persona objetora guarde el comprobante.
Luego llega el momento del trámite. "Haz la declaración de la renta en el programa web de la Agencia Tributaria hasta llegar al apartado de 'Retenciones y demás pagos a cuenta'. Emplea uno de los subapartados que no utilices (este año te recomendamos la casilla 606) y en ese lugar añade la cantidad que vas a objetar (te proponemos que sea un euro)", explica Tortuga en su tutorial de objeción fiscal.
Del mismo modo, apunta que "si no tenías que hacer declaración o no deseabas hacerla, solo tienes que entrar a la web de la Agencia Tributaria, solicitar tu borrador (muy fácil de hacer) y anotar la cantidad que deseas desviar en la casilla 606". "Esa casilla desgrava íntegra la cantidad que pongas", explica a Público el militante antimilitarista José Cutillas, integrante del grupo Tortuga.
En caso de que la declaración sea realizada en una asesoría, "solo tienes que pedir que incluyan la cantidad que quieras objetar en la casilla 606 del apartado «Retenciones y demás pagos a cuenta". "Insiste si es necesario, pues en las gestorías suelen desconocer la existencia de la objeción fiscal y pueden mostrar cierta resistencia a hacerla", destaca Tortuga.
A día de hoy, colectivos de distintas partes del Estado toman parte en esta iniciativa. En el caso de Euskadi, varias organizaciones impulsan cada año la apertura de oficinas en las que, cita previa mediante, se tramitan las declaraciones de la Renta de las personas objetoras.
"El día 20 empezaremos a dar citas para el mes de junio", cuentan desde el Movimiento de Objeción de Conciencia (KEM-MOC) del País Vasco, uno de los colectivos que toma parte en esta longeva campaña contra el gasto militar.
El "bombardeo" de Hacienda
Durante la campaña del año pasado, Tortuga advirtió que la administración había emprendido un "bombardeo" de revisiones de objeciones fiscales. "Cada vez más objeciones son reclamadas por el Estado, en ocasiones acompañadas de intereses o de una multa que en ningún caso podrá superar la mitad del importe objetado", subrayaba hace ahora un año.
De ahí, precisamente, la recomendación de desviar simbólicamente un euro, lo que evitaría actuaciones por parte de la administración y, al mismo tiempo, se mantiene el gesto de desobediencia civil, que además debe estar acompañado por una carta al ministerio de Hacienda en el que se explique ese acto y sus motivos.
"Seguramente por un euro Hacienda no mandará una carta. La diferencia es insignificante", apuntan fuentes del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) consultadas por este periódico.
"Aconsejamos hacerlo por una cantidad simbólica. Lo que nos interesa es el carácter ético de esta desobediencia", apunta por su parte Cutillas. El objetivo, repite, está muy claro: "queremos dejar claro que estamos en contra de este gasto militar".
Censo de objetores
En ese contexto, no resulta sencillo determinar el número de personas que toman parte cada año en esta iniciativa. "Sabemos que hoy son unos cientos", afirman desde el colectivo Tortuga, donde intentan llevar a cabo un censo de quienes se suman a la objeción fiscal. Para ello piden, justamente, que se les notifique de cada acto de desobediencia en la declaración de la Renta.
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