Las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía aumentaron un 6 % en 2021, hasta alcanzar los 36.300 millones de toneladas, su nivel más alto de la historia, según las Naciones Unidas. En concreto, el carbón representó más del 40 % del crecimiento global de las emisiones de CO2 (15.300 millones de toneladas), mientras que las emisiones procedentes del gas natural alcanzaron los 7.500 millones de toneladas. Las emisiones están acelerando la crisis climática global, con las severas consecuencias que esta tiene en la vida de las personas.

Con estos datos, es más necesario que nunca que todos los actores sociales, desde los ciudadanos hasta los gobiernos pasando por las empresas, apuesten por las energías renovables para abordar la crisis producida por el cambio climático. En concreto, las energías renovables son fuentes de energía limpias e inagotables que no producen gases de efecto invernadero ni emisiones contaminantes. Además de sus ventajas desde el punto de vista climático, las energías renovables suponen una apuesta por avanzar hacia la soberanía energética de los países, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles. Esta soberanía energética cobra especial relevancia en un contexto como el actual, donde la guerra en Ucrania ha demostrado que las presiones de Rusia son un problema para el suministro energético en Europa.

En este contexto, algunas empresas ya han empezado su camino hacia las energías renovables y su apuesta por la descarbonización. Es el caso de Endesa, quien a través de su filial renovable Enel Green Power España (EGPE), está construyendo 27 proyectos renovables que tendrán una capacidad de más de 1.130 MW de nueva energía verde en nuestro país. En concreto, la compañía está apostando por proyectos solares y eólicos, los cuales se están construyendo en las regiones de Aragón, Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía. El objetivo es lograr que toda la producción de Endesa sea 100% renovable en 2040.

El crecimiento de las energías renovables permitirá que el 92% de la producción de energía en la península ibérica a cierre de 2024 esté libre de emisiones de CO2, seis puntos porcentuales más que a final de 2021. Por eso, desde Endesa también se plantean planes a corto plazo y se han propuesto alcanzar los 12.300 MW solares, eólicos e hidráulicos a finales de 2024. Para ello han empezado a trabajar ya: en lo que llevamos de año, más de 4.200 profesionales están trabajando en la construcción de las instalaciones renovables de la compañía en España.

Renovables sí, pero protegiendo el entorno y a las comunidades

Las energías renovables son necesarias, pero la transición energética hacia este tipo de fuentes limpias debe hacerse de forma justa contando con todos los agentes implicados y sin dejar a nadie atrás. En este sentido, Endesa trabaja bajo un enfoque de Creación de Valor Compartido (CSV), que busca integrar el proyecto adecuadamente con el entorno a través de la colaboración de los propios agentes y entidades de la zona. "El objetivo principal de nuestros planes CSV es generar valor e impacto en la comunidad local, y eso lo logramos a través de la implicación directa de los agentes locales", explica Ada Fiteni, directora de Proyectos de Sostenibilidad de Endesa.

En concreto, este enfoque pretende desarrollar los diferentes proyectos renovables al mismo tiempo que se impulsan medidas sociales, ambientales y de eficiencia energética en los municipios del entorno de las plantas. En este sentido, es fundamental que la construcción de plantas renovables vaya en consonancia con la protección de la biodiversidad y el entorno. Para minimizar los impactos en el entorno, la compañía lleva a cabo algunas acciones a través del modelo "Sustainable construction site". Por ejemplo, durante la construcción de plantas renovables se lleva a cabo la instalación de tanques de recogida de agua de lluvia para minimizar el uso del recurso hídrico, que podrán ser donados a la comunidad una vez finalizada la construcción del parque, o la iluminación eficiente en las obras. Este enfoque también se tiene en cuenta durante el mantenimiento de las plantas; por ejemplo, a través del uso de vehículos eléctricos por el personal de operación y mantenimiento.

Además, para Endesa es fundamental que esta transición energética se realice teniendo en cuenta el impulso de las comunidades locales de la zona. Aquí es fundamental escucharlas para poder identificar sus necesidades y acompañarlas en todo el proceso de implantación de medidas. Un ejemplo son los cursos de formación para la mejora de la empleabilidad de la población local. En concreto, en los últimos 3 años Endesa ha dado formación a más de 4.000 personas en coordinación con los ayuntamientos de las localidades donde se han desarrollado proyectos renovables. Además, se fomenta la contratación y el consumo de bienes y servicios de la zona, y se apoya estos municipios en el camino hacia la transición energética, impulsando iniciativas del autoconsumo, eficiencia energética o movilidad eléctrica entre otras.

Ejemplos concretos

Como se ha citado anteriormente, Endesa ha empezado ya su camino por las renovables en las regiones de Aragón, Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía. Este proceso se está llevando a cabo teniendo en cuenta el enfoque de Creación de Valor Compartido. En el caso de Aragón, Endesa acaba de poner en servicio su parque eólico más grande de España, TICO WIND, con una capacidad de 180 MW. Durante la construcción de esta instalación, apostaron por la mano de obra local (el 30% de los trabajadores vivía en la zona). Además, la compañía está llevando a cabo la construcción de dos plantas solares con un total de 77 MW en las inmediaciones del TICO WIND, aunando por primera vez ambas tecnologías en una misma zona.

En Extremadura, Endesa ha iniciado la construcción de cinco proyectos renovables a través de las plantas de Agripa, Alaudae, Gémina, Tierra de Badajoz y Torrecilla, de aproximadamente 49,5 MW de capacidad cada una, y en cuya construcción participarán más de 800 personas. En la región, la compañía puso en marcha el pasado año ocho nuevas instalaciones solares en las que se están desarrollando programas de innovación aplicados para hacer convivir energía solar y sector primario. Algunas de estas plantas solares cuentan con ovejas pastando entre paneles, lo que está permitiendo sacar ciertas conclusiones: por ejemplo, cómo las sombras de las placas fotovoltaicas benefician a los cultivos.

En Castilla la Mancha, Endesa está construyendo nuevos proyectos renovables (cinco plantas solares y tres eólicas) que generarán más de 1.700 empleos durante la fase de construcción y que contribuirán con una potencia instalada de 497 MW en total. En el caso de Andalucía, la compañía finalizó en 2021 la construcción de dos proyectos fotovoltaicos en Torrepalma, en la provincia de Sevilla, y en San Antonio, en la provincia de Huelva, que supusieron 53 MW de potencia instalada. Actualmente se encuentran en construcción las nuevas plantas plantas fotovoltaicas con una inversión de 81 millones de euros. Unas de las iniciativas a destacar es el apiario solar de Endesa en Carmona, un proyecto pionero en España en el ámbito de la apicultura y de las energías renovables, que constituye la primera iniciativa comercial de producción de miel solar en el interior de una planta fotovoltaica a través de apicultores locales.

En conclusión, España necesita plantas renovables que apuesten por este tipo de energía limpia. En este contexto, Endesa está desarrollando este tipo de plantas en todo el país, y en estas nuevas construcciones la compañía apuesta por una acción responsable tanto con el entorno social (creación de empleo) como con el entorno natural (impulso a la biodiversidad), cumpliendo con todos los trámites preceptivos legales, pactando con la administración y escuchando a las personas de las comunidades.