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Botín excluye al Santander de fusiones

La presidenta de la entidad dice que la la banca "no se merece" un impuesto propio y pide al Gobierno "medir" el impacto de las reformas sobre las empresas antes de aplicarlas y buscar consensos.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. EFE/Rodrigo Jiménez
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. EFE/Rodrigo Jiménez

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La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, excluyó este miércoles al grupo bancario de entrar en un baile de fusiones o comprar nuevas entidades, al tiempo que demandó a las autoridades europeas cambiar las normas para remover las penalizaciones a las operaciones paneuropeas.

La banquera formuló la petición, de forma específica al Banco Central Europeo (BCE), durante la presentación de resultados correspondiente a 2019, cuando el Santander redujo su beneficio un 17% y ganó 6.515 millones por los saneamientos en Reino Unido.

"No queremos hacer fusiones, no estamos interesados", aseguró y señaló que la actual regulación las penaliza, ya que al ser un grupo considerado por el regulador como ‘demasiado grande para caer’ está obligado a acopiar un extra de capital por cada negocio que absorbe.

A escala europea se mostró escéptica además sobre la posibilidad de que se forjen fusiones por "muchas razones" regulatorias y obstáculos que instó "cambiar". "Incluso si las cambian no sé si estaríamos interesados", agregó despejando dudas sobre la estrategia del grupo que indicó pasa por coordinar negocios para que Santander opere como un solo banco y aprovechar sinergias de ingresos y costes entre filiales.

En el ámbito doméstico también excluyó la opción de comprar entidades como hizo en 2017 con el Popular, si bien admitió que la opción podría estar abierta si la operación "cumple cierto de inversión en los mercados donde queremos estar",  como ocurrió con Polonia.

La presidenta y el consejero delegado del Banco Santander, Ana Botín y José Antonio Álvarez, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. REUTERS/Susana Vera
La presidenta y el consejero delegado del Banco Santander, Ana Botín y José Antonio Álvarez, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. REUTERS/Susana Vera

La banquera descartó nuevos planes de ajustes en España y desveló que quedan sinergias por aflorar aquí y en Reino Unido tras la reestructuración acometida en ambos mercados, que se contabilizarán este año y el próximo.

En alusión a Reino Unido y después de los fuertes saneamientos acometidos por el fondo de comercio y para adaptar el grupo a las nuevas normas bancarias del país, aseguró que el banco está “preparado” para atender a los clientes ante cualquier contingencia, en referencia al brexit.

Mensajes al nuevo Gobierno de coalición

La presidenta del Santander, además, demandó al Gobierno que "se midan" los efectos que potenciales reformas, como la laboral, pueden tener sobre las empresas y pymes antes de aprobarlas y estimó deseable buscar su formulación "con el consenso y el diálogo".

Botín valoró de forma muy positiva que los primeros acuerdos se hayan formulado con el apoyo de sindicatos y empresarios. "Esperemos que siga siendo así",  confió, al tiempo que abogó por fijar el foco en tener “cuentas públicas saneadas” y en analizar cualquier cambio o reforma.

Ana Botín; "Todo el mundo tiene que pagar de manera justa los impuestos, no sólo los bancos"

Su formulación la lanzó al ser cuestionada de manera específica sobre la futura reforma en el mercado laboral incluída en el acuerdo para un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Aquí aconsejó “analizar cuál es el mercado laboral que queremos tener en el año 2025”, ya que estamos en un contexto donde la economía ha cambiado “de manera drástica y va a seguir cambiando".

Al cuestionarse sobre los proyectados cambios fiscales, pidió que la tributación se adapte al mundo digital, en alusión velada a la baja o inexistente retención en negocios y empresas tecnológica: “Deberíamos ser capaces de diseñar un impuesto donde se paga impuestos y se genera valor, que es lo que hacemos las empresas tradicionales y otras no están haciendo”. “Todo el mundo tiene que pagar de manera justa los impuestos, no sólo los bancos”, recalcó.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. REUTERS/Susana Vera
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la presentación de los resultados de la entidad correspondientes al 2019. REUTERS/Susana Vera

Además, arremetió contra la idea de que la banca no contribuye como debería indicando que el Santander soportó 7.000 millones de euros durante el año 2018 (últimos datos publicados) y que eso supone una tasa efectiva del 35%, a la que habría que sumar cargos por el negocio como son las contribuciones a la Seguridad Social. "El Santander tiene una tasa efectiva fiscal de las más altas de Europa, de todos los bancos europeos”, subrayó y aseguró que la banca no es precisamente “uno de los sectores que se merecen en estos momentos” un tributo específico.

"Soy la que más defiende una fiscalidad justa”, exclamó a renglón seguido, recordando que hace años las empresas tenían negocios o filiales en paraísos fiscales “y esto ha desaparecido”. “Si hay que subir impuestos, muy bien, pero primero que se pague por todos lo que es justo y eso no está ocurriendo”, remachó.

Según la banquera, el Gobierno de coalición y su programa no está afectando a la inversión en el país. “España ha sido y sigue siendo un país muy atractivo para la inversión”, afirmó, y detalló que a “los inversores les gusta España y siguen invirtiendo”.

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