La bolsa española ha cerrado la sesión del viernes y la semana con perdidas, que han lastrado a otros mercados en Europa, tras los resultados de las elecciones del 21- en Catalunya, en la que el bloque independentista mantiene la mayoría en el Parlament, pese al fuerte ascenso de Ciudadanos, lo que supone un revés a la estrategia del Gobierno de Mariano Rajoy para desactivar la crisis institucional.

El resultado electoral catalán tuvo impacto también en el euro y los mercados de deuda. En el mercado de renta fija, la prima de riesgo de la deuda española se situaba en los 107 puntos básicos al cierre bursátil, alejándose de máximos previos de la jornada.

En este contexto, el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, ha registrado su peor sesión en lo que va de mes y ha descendido un 1,19% hasta los 10.182,0 puntos, lastrando al europeo FTSEurofirst 300, que caía un 0,15%.

Números rojos también en las principales plazas europeas, aunque menores: Londres se ha dejado un 0,15%, mientras que las Bolsas de Fráncfort y París han retrocedido un 0,27% y un 0,39%, respectivamente.

En la semana, el selectivo español cierra  con un leve aumento del 0,3% (en el año, gana de momento un 8,87%).

La peor parte se la han llevado los bancos, especialmente las dos entidades catalanas que habían subido en bolsa el resto de la semana. Caixabank y Sabadell se han dejado en torno a un 3,5%. Con ellos, los dos grandes, Santander y BBVA, han bajado un 2,15% y un 1,46%, respectivamente.

Los valores inmobiliarios del Ibex con presencia en Catalunya también bajaron. Colonial ha retrocedido un 1,9%, y Merlin, un 1,78%. Y los ligados al turismo, como Aena o Amadeus, han perdido un 1,9% y un 0,68%, respectivamente, mientras que entre los valores industriales de más ponderación, Telefónica se dejó un 1,29% e Inditex, un 1%.

La empresa catalana Abertis ha terminado, sin embargo, al alza (un 0,29%), después de que el jueves el grupo italiano Atlantia cediera a la presión ejercida por los ministerios de Energía y Fomento y dijera que pedirá autorización al Gobierno español para su opa sobre la concesional española para evitar que se ralentice la operación.

Por su parte, ACS cerró con un descenso de casi el uno por ciento, en una jornada en la que el Tribunal Constitucional anuló el pago del Estado a una de sus filiales por el cierre del almacén de gas Castor.