La crisis sanitaria y sus consecuencias sobre la economía han puesto contra las cuerdas a multitud de negocios y familias, que se han visto en serias dificultades para hacer frente a sus compromisos de pagos. Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, Banco Santander dejó clara su prioridad de ser "parte de la solución de esta emergencia sanitaria y económica sin precedentes". Un compromiso en el que ha insistido durante los últimos meses Ana Botín, presidenta del grupo, y que se concretó en cifras durante la presentación de los resultados del grupo de 2020, celebrada el pasado miércoles. "Estamos contribuyendo al progreso de las personas y empresas cuando más nos necesitan. Hemos prestado cada día más de 1.000 millones de euros a empresas y ayudado a seis millones de personas", explicó Botín.
Para la entidad, proporcionar liquidez y transmitir confianza a los clientes está siendo clave para afrontar la nueva situación. Y es que volver a abrir las puertas de los negocios es facilitar a muchas familias el empleo que les permitirá salir del bache. Por eso, desde que comenzó la crisis puso en marcha diferentes medidas, entre ellas la concesión de créditos y las moratorias. La entidad facilitó el año pasado periodos de carencia para hipotecas y otros préstamos por valor de 112.000 millones de euros, lo que representa en torno al 12% de la cartera de crédito total. De esta cifra, 70.000 millones fueron para hipotecas (principalmente residenciales); 20.000 millones para préstanos al consumo (en buena medida adquisición de automóviles), y 22.000 para pymes y empresas.
En el caso de España, desde el inicio del estado de alarma Banco Santander ha destinado 99.700 millones de euros de financiación para autónomos y empresas. De este importe, 30.800 millones corresponden a préstamos con garantía del Estado a través del ICO y 34.500 millones a papel comercial, "compensando la reducción de productos relacionados con la transaccionalidad y la gestión del circulante", señalan. De hecho, el banco lidera la línea extraordinaria de crédito ICO (por un importe total de 100.000 millones de euros) con una participación del 27%, por encima de su cuota de mercado en este segmento de clientes. Además, se han concedido más de 180.000 operaciones entre moratorias hipotecarias, de consumo o tarjetas.
Junto a estas medidas de liquidez y facilidades de crédito, el grupo ha puesto también en marcha otras iniciativas para apoyar la recuperación y ha adaptado su oferta de productos y servicios a medida que crecía la pandemia y en función de las necesidades de cada mercado en el que opera. En el caso de España, reducir o suspender temporalmente algunas comisiones (retiradas de efectivo en cajeros, transferencias…) y establecer equipos especializados para asesorar a clientes en dificultades financieras. También para los colectivos más vulnerables, como los mayores de 65 años, Santander tomó medidas como la posibilidad de anticipo del pago de las pensiones o un Servicio Senior que incluye, entre otros, un equipo de tele-asistencia o botón de socorro para emergencias; un seguro de garantía para accidentes; y tres servicios de apoyo o asistencia (manitas tecnológico, asistente telefónico 24 horas y un servicio de optimización de recibos). También ha flexibilizado las reclamaciones de impago, especialmente en el caso del colectivo sanitario y personal de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Además, para garantizar la salud y seguridad de los clientes, ha adaptado la red de sucursales a la situación de cada momento garantizando la continuidad del servicio. "En la actualidad están abiertas más del 90% de las oficinas. Las unidades se han adaptado a la nueva demanda y han incorporado medidas de derivación a otros canales y autoservicio", señala desde el banco.
100 millones de euros en proyectos para combatir el coronavirus
Además de enfocar su negocio a la protección de empresas y familias durante la pandemia, Banco Santander ha puesto en marcha en todo el mundo centenares de proyectos destinados a luchar contra el coronavirus en todos sus frentes. Todos ellos con el foco puesto en su forma de entender la "banca responsable" y que resume muy bien esta frase de Ana Botín extraída del último informa anual de la entidad: "Como gran empresa tenemos una capacidad única para tener una aportación positiva para solucionar los grandes desafíos sociales y económicos. Tenemos que demostrar que hacemos todo lo que está a nuestro alcance, en el día a día de nuestro trabajo, para contribuir a dar respuesta los grandes retos globales y apoyar a la sociedad. Esto no son solo palabras, son acciones concretas que tomamos".
En total, el banco ha movilizado 100 millones de euros, a través del Fondo Supera Covid, para material y equipos sanitarios esenciales (a lo que se han destinado 56 millones); apoyo a las comunidades más vulnerables (19 millones); y para estrechar la colaboración con las universidades (30 millones), tanto para impulsar los trabajos científicos puestos en marcha por distintos centros de investigación universitarios para combatir la COViD-19 como para dotarlas de los medios necesarios para poder continuar su labor (ordenadores para los estudiantes vulnerables, wifi…).
Ha sido precisamente todo este esfuerzo lo que ha llevado a la prestigiosa revista británica Euromoney a otorgar a Banco Santander los reconocimientos "Excellence in Leadership 2020" en Europa y "Mejor Banco del Mundo para pymes 2020", unos premios que destacan su labor ejemplar para combatir la crisis y el apoyo a los clientes durante el último año. A estos premios han seguido otros como el de "Mejor Banco de España y América" de The Banker, que subraya la respuesta temprana del Santander a los desafíos de la pandemia, con nuevo crédito rápido y asequible para el tejido empresarial más vulnerable, ha sido fundamental para las comunidades donde opera.
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