El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha dicho este jueves que hay que ser "radical" para afrontar el problema de la sostenibilidad del sistema público de pensiones, y no ha ocultado que el panorama es "muy complicado", porque aunque ha habido reformas que han contribuido a garantizar el sistema, "es la primera obligación de todos hacerlo sostenible".

En esa línea, ha comentado que "hay margen" para hacer algunas reformas que son válidas, por ejemplo que las pensiones no contributivas vayan al capítulo de impuestos, algo que ha considerado "razonable". A largo plazo, apostó por incrementar la creación de empleo y afrontar el reto del envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida.

En su opinión, y a corto plazo, ha apuntado que "la clave" pasa por subir los índices en la creación de empleo y mejorar la productividad.

Sin embargo, nada ha dicho Linde sobre otras posibilidades que están encima de la mesa para mejorar la financiación de las pensiones, propuestas que provienen fundamentalmente de la izquierda y: reducir la precariedad laboral, subir los salarios, volver a ligar las pensiones a la inflación, financiar parte de ellas a través de los impuestos, eliminar el tope máximo de cotización y volver a la jubilación a los 65 años.

En el desayuno informativo organizado por la Asociación Española de Directivos (ADE) y Caixabank, lo que Linde ha puesto en valor que la mayoría de los jubilados en España posee una vivienda en propiedad, lo que puede considerarse una "renta en especie".

Así, ha indicado que la media de jubilados titulares de una casa en España está 20 puntos por encima de Alemania, lo que significa que los españoles "han ahorrado comprando casas y eso tiene un efecto real muy importante, no pagar el alquiler".

Según Linde, "la renta en especie es parte importante de la pensión y no se suele mencionar, pero es una realidad", ya que "no es lo mismo" pagar un alquiler de 600 o 700 euros al mes que una comunidad de 100 euros.