La banca española se prepara para activar este año el plan b de negocio tras la pausa de la vertiginosa subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que deja el euríbor por encima del 3,5%. Esto último, que no había ocurrido entre enero de 2009 y febrero de 2023, garantiza un reemplazo de los valores de deuda pública de bajo rendimiento por otros de rentabilidades elevadas, con el bono español a diez años por encima del 3,5% y el alemán sobre el 2%.

Eso abre, o mantiene abierto, un horizonte de magras ganancias para un sector financiero cuyas seis principales marcas, la llamada gran banca del Íbex35 que integran Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Unicaja, cerraron 2022 con unos beneficios de récord de 21.050 millones de euros a escala global y de 8.263 en el negocio local.

Eso ocurría en un ejercicio en el que llegaron a cobrar a sus clientes ocho y tres millones de euros por hora en intereses y en comisiones, respectivamente, pero que solo incluía los tres primeros meses de política monetaria restrictiva del BCE.

En el primer año natural de esa nueva orientación de los señores del euro, de octubre de 2022 a septiembre de 2023, sus ganancias se dispararon hasta los 26.142 millones en el negocio global ya 12.882 en el local, con un registro de 19.761 en el primero de esos ámbitos solo de enero a septiembre, justo cuando los tipos de interés alcanzaban el techo del 4,5% en el que se mantienen.

Las comisiones apenas bajan

Esos dos registros, el de los tipos y el del euríbor, tienen como consecuencia directa que la pata principal del negocio bancario, la del margen de intereses, esté alcanzando el mayor rendimiento de su historia mientras la segunda, la de las comisiones por servicios financieros, se mantiene sin apenas relajarse.

En este sentido, siguen resultando más anecdóticos que sintomáticos movimientos como los de Kutxabank, que ha decidido eximir de las de mantenimiento de cuentas, uso de tarjetas y tramitación de transferencias a todos los clientes menores de 30 años, a los de 30 a 35 y a los de más de 65 con la nómina o la pensión domiciliada y a los de 35 a 65 que, además, efectúen cinco compras con dinero de plástico al mes.

"Algunos bancos han reducido algo las comisiones porque sus márgenes han crecido tanto que tampoco las necesitan", explica el economista Carlos Sánchez Mato.

Mientras, Antonio Luis Gallardo, responsable de Estudios de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufín) advierte de que "están aplicando bajadas de en torno al 5%, pero en las más accesorias y menos en las principales". "Habrá que estar atentos, porque pueden optar por subirlas si el margen de intereses cae en caso de bajar los tipos", añade.

Ambos coinciden en pronosticar que ni el margen ni los resultados sufrirán caídas acusadas, aunque sí es "evidente que una bajada de los tipos cortaría la histórica escalada" de ambos, señala Sánchez Mato, quien estima que "la bajada de los intereses a los clientes no tendrá tanta velocidad como tuvo la subida".

Hipotecas que suben cuando el euríbor baja

Los tipos están pausados en el 4,5% desde septiembre, aunque eso no impide que, según indican los datos del Banco de España, la Tasa Anual Equivalente (TAE o coste real del dinero), media en España superara en octubre los cinco puntos para los créditos de más de 250.000 euros a empresas y los seis para cantidades inferiores, que los de consumo para particulares pasaran del 9% y que las hipotecas superaran con holgura el 4%.

Los intereses de todos esos productos financieros, salvo los de los préstamos para consumo, se habían duplicado o triplicado en menos de dos años, con algunas particularidades en el caso de las hipotecas que van a intensificarse en los próximos meses.

El euríbor, que es el índice de referencia para la inmensa mayoría de las variables, se hallaba este jueves, después de tres meses de descensos trompicados y cinco semanas de caída pronunciada, en el 3,545%. Sin embargo, las revisiones de enero van a realizarse al 3,679%.

Eso se debe al peculiar sistema de revisión que rige en España y que, modulado por el Banco de España, resulta beneficioso para el consumidor en épocas de subida porque las atenúa y perjudicial en las de bajada porque ralentiza su aplicación.

En cualquier caso, los tipos de interés que se aplican a los créditos de revisión anual van a seguir subiendo mientras ese indicador mensual sea superior al de seis meses o un año antes. Eso posibilita ya bajadas de tres décimas y media para las de revalorización semestral, pero conlleva subidas de más de medio punto para las de periodicidad anual.

Cuando la hipoteca fija se revela penalizadora

Con el euríbor en ese nivel tras una bajada de medio punto en cinco meses, la pregunta que surge sobre las hipotecas fijas firmadas en los últimos años se responde con un claro no: ¿resultan beneficiosas para los consumidores las de TAE bonificado del 3,6% al 3,9% y del 3,8% al 4,6% sin bonificar que siguen ofreciendo los principales bancos?

Y, de mantenerse esa tendencia, la respuesta puede ser la misma a mediados o finales de año para las fijas firmadas el año pasado, cuyo interés nominal medio (siempre más bajo que el TAE) lleva desde marzo superando el 3%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

"El Gobierno ha colaborado al animar a los usuarios a pasarse a la hipoteca fija, y eso crea un efecto similar al de la cláusula suelo cuando baja el euríbor, que es lo que está comenzando a pasar", explica Sánchez Mato.

Ese suelo comienza a atar hipotecados a unos intereses más elevados que los que les generaría una hipoteca variable, al mismo tiempo que reduce para el banco el impacto en sus cuentas de la bajada de los tipos y del euríbor.

"La banca está jugando con cartas marcadas, porque se sabía que esto iba a ocurrir más temprano que tarde", añade Sánchez Mato. "Van a aportar por las mixtas", pronostica Gallardo.

El incipiente negocio de la renta fija

El flanco del negocio de la banca española que sí se espera que se active y que puede ofrecer resultados beneficiosos para los ahorradores, especialmente los de perfil más conservador, es el de la renta fija.

"En 2024 los bancos van a intentar vender fondos de inversión, principalmente los de renta fija asociados a la deuda pública", señala el responsable de Estudios de Asufín.

Ese viraje que puede volver a habilitar los fondos de interés y capital garantizado resulta ser, básicamente, una consecuencia de las decisiones del BCE: "La banca ha ido comprando deuda pública con un interés alto, del 3% y más, y eso da margen para venderla y atenuar todavía más la caída de beneficios", anota Sánchez Mato. "Se trata de un beneficio extraordinario que van a obtener por disponer de una posición de ventaja ante la política monetaria", sostiene.

"La deuda con rendimientos bajos va saliendo de las carteras, que se van renovando con otras de interés elevado, y eso invita a venderla como productos de renta fija", añade Gallardo.