Este artículo se publicó hace 5 años.
Impuesto sobre el PatrimonioAsí aumenta la desigualdad: las fortunas crecen el triple que la renta de las familias
El patrimonio de los ricos se dispara en más de 130.000 millones de euros y se incrementa un 24,5% en los primeros cuatro años de 'brotes verdes' mientras las mejora de las rentas de los hogares no alcanza el 9% y la tasa de pobreza permanece prácticamente congelada para seguir afectando a más de la quinta parte de las familias
Zaragoza-
Las brechas de la desigualdad social y económica siguen agrandándose en España pese a la recuperación de las variables macroeconómicas iniciada en 2014 con los llamados brotes verdes, lo cuales, sin embargo, siguen sin trasladarse de una manera efectiva a la microeconomía, que vendrían a ser los bolsillos de las familias: cada vez hay más ricos, y cada vez son mayores sus fortunas (611 españoles, el doble que hace una década, declaran tener más de 30 millones), mientras las rentas familiares crecen al ralentí y la parte de la población en situación o riesgo de pobreza se mantiene por encima de un estremecedor 21%.
El cruce de los datos de la última edición de la Estadística de los Declarantes del Impuesto de Patrimonio, que la Agencia Tributaria hizo pública este martes, con los de la Encuesta de Condiciones de Vida que hace unas semanas lanzó el INE (Instituto Nacional de Estadística) suponen la enésima ‘prueba del nueve’ de cómo se están intensificando esos desajustes del sistema económico y de las estructuras sociales en España, donde récords como el del PIB coinciden con el de trabajadores pobres.
¿Cuántos ricos hay en España?
Si se coge como referencia la cifra de quienes tienen que pagar en el Impuesto de Patrimonio, en España hay 175.418 ricos (dato de 2017, último disponible), que son, de los 202.437 declarantes de ese tributo, aquellos a quienes les sale una cuota positiva. Estos poseen, como mínimo, una fortuna de 700.000 euros (116,6 millones de las antiguas pesetas) en la que no se incluyen 300.000 de los que pueda valer su vivienda habitual ni tampoco otros bienes exentos de tributación, que suman un valor de 31.069 millones, 22.091 en inmuebles y 8.978 vinculados a actividades económicas.
¿Cuántos millonarios hay?
La estadística de la Agencia Tributaria no permite calcular con precisión ese dato por los tramos en los que divide a los contribuyentes, aunque sí ofrece el de quienes declaran un patrimonio superior a 1,5 millones: fueron 60.337 en 2017, lo que supone un aumento de 5.655 frente a los 54.682 de solo cuatro años antes ( ).
Los datos de la Agencia Tributaria revelan también un importante aumento de los contribuyentes que declaran una fortuna superior a los seis millones de euros, que equivalen a mil millones de las antiguas pesetas. En cuatro años pasaron de 5.940 a 7.092, con un incremento del 19,4%.
¿Y cuánta riqueza acumulan?
Según los datos de Hacienda, el patrimonio conjunto de los declarantes, que incluye por ejemplo a quienes poseen paquetes accionariales por los que no llegan a tributar, asciende a 669.062 millones de euros en el último recuento, una cifra que equivale a la mitad del PIB nacional, que el año pasado se cerró por encima de los 1,3 billones.
¿Hay más o menos y son más o menos ricos?
Son bastantes más de los que había en los momentos más duros de la crisis. Concretamente, entre 2013, el año en el que la economía española tocó fondo, y 2017, el último ejercicio con registros, el número de los declarantes creció de 178.481 a 202.437 (13,42%), el de contribuyentes aumentó de 154.442 a 175.418 (13,58%).
Lo que ha crecido notablemente en solo cuatro años es la riqueza que acumulan en su conjunto, que pasó de 537.106 millones de euros a 669.062 millones, con un incremento de casi una cuarta parte (24,5%). El patrimonio prorrateado, que vendría a ser la fortuna media del rico español, pasaba en ese periodo de 3.009.318 a 3.305.039 euros, casi 300.000 más (9,8%).
¿Eso supone un buen indicador económico?
Depende de cómo se mire. En ese mismo cuatrienio, la renta media de los hogares pasó de 26.154 a 28.417 euros, con un avance del 8,6%, ligeramente inferior al del patrimonio medio de los ricos pero situado muy por debajo del crecimiento de casi el 25% que registró el patrimonio acumulado por los declarantes de este impuesto. La renta por persona se elevó un 9,7% al añadir 1.021 euros a los 10.391 de 2017.
Tampoco parece que ese aumento del número de españoles ricos y ese crecimiento de sus fortunas esté influyendo en una mejora de la situación de los pobres, ya que la tasa de riesgo de pobreza solo bajó siete décimas en esos mismos cuatro años para situarse en el 21,5%. Es decir, que más de uno de cada cinco españoles no alcanza los niveles mínimos de subsistencia, una tasa desmesurada aunque su volumen se haya reducido en casi 450.000 por la pérdida de población.
¿Dónde invierten su dinero?
El grueso, con 487.281 millones que suponen algo más de dos tercios de esas fortunas, se encuentra en los llamados bienes mobiliarios, en los que tienen invertidos casi 85.000 más que cuatro años atrás, aunque con cambios llamativos en su distribución, como la reducción de más de 8.800 en depósitos bancarios y en deuda y bonos, cada vez menos rentables ante la política expansiva de bajos tipos del Banco Central Europeo (BCE), para aumentar casi 40.000 en sicav (sociedades de inversión colectiva, con un ventajoso tratamiento fiscal) y algo más de 63.000 en acciones y participaciones de empresas (57.801 cotizadas y 271.772 que no salen a bolsa), a la espera de que ese dinero genere a través de los dividendos mayor rentabilidad de la que alcanza en el banco.
El segundo gran destino de las inversiones es el ladrillo, con 130.771 millones de euros tras un avance de más de 30.000 desde el cierre de 2013. El grueso de esa cantidad, 126.551, está depositada en fincas urbanas (viviendas, locales, garajes, trasteros, solares), que fueron, con una aportación de 30.820 millones, el principal foco de inversión inmobiliaria de las fortunas españolas desde el inicio de la recuperación. Solo las sicav y la capitalización recibieron más fondos que el ladrillo en esos años, los primeros del calentamiento del mercado inmobiliario con el desembarco de los fondos buitre y la liquidación de las carteras de los bancos.
¿Qué presión fiscal soportan esas fortunas?
Entre muy bajita e irrisoria: las cuotas devengadas por el Impuesto de Patrimonio en 2017 suman 1.111.980.310 euros, lo que no supone más que el 0,16% del valor de los bienes declarados. A base de exenciones y reducciones, la base imponible se queda en 379.968 millones, poco más de la mitad de lo que suman las fortunas declaradas, y a esa rebaja hay que aplicarle las deducciones autonómicas.
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