El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue desgranando detalles del ajuste fiscal para el próximo año. Ayer, tras reunirse con el primer ministro sueco, Fredick Reinfeldt, el jefe del Ejecutivo descartó tajantemente que la subida de impuestos vaya a afectar a la tarifa del IRPF, que es la que incide sobre los salarios y los ingresos por actividades empresariales o profesionales.

También se salvará el Impuesto sobre Sociedades, que es el que grava los beneficios empresariales (en este caso, está prevista una rebaja para las pymes que mantengan o creen empleo).

Ahorro y plusvalías están gravados ahora con un tipo fijo del 18%

Sí es previsible que se toque otra parte del Impuesto sobre la Renta. Zapatero apuntó que se analizará el tratamiento de las rentas del capital que, desde la reforma del IRPF que entró en vigor en 2007, es distinto que las rentas salariales.

Tipo fijo

Mientras los ingresos del trabajo tributan de acuerdo con una tarifa progresiva, con tipos que van del 24% al 43%, las rentas del ahorro se gravan con tipo fijo del 18%. Aquí figuran los intereses bancarios, los rendimientos de los seguros y fondos de inversión, las plusvalías por las venta de acciones, inmuebles u otros bienes, y los dividendos (aunque, en este caso, están exentos los primeros 1.500 euros que se reciben como medida para proteger a los pequeños inversores).

El 61% de la renta del capital procede de los que ganan más de 60.000 euros

Según los últimos datos de Hacienda, correspondientes a 2007, los contribuyentes declararon unos 49.843 millones por las rentas del ahorro (de esta cantidad, unos 30.662 millones procedían de plusvalías). El grueso de los rendimientos del capital, alrededor del 61%, fueron declarados por contribuyentes con ingresos superiores a los 60.000 euros anuales.

Los ingresos para el fisco por los rendimientos del capital están alrededor de los 8.000 millones de euros. Los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda ya vienen trabajando sobre la idea de incrementar la presión fiscal en este terreno. Elevar del 18% al 20% la carga sobre estas rentas podría generar otros mil millones de recaudación, según los cálculos de los expertos.

Zapatero, además, volvió a apuntar que 'se tocará y modificará' la deducción de 400 euros en el IRPF, que se puso en marcha en 2008 como primera medida anticrisis, y que ha sido cuestionada desde el primer día por su limitada eficacia para estimular el consumo y por su elevado coste recaudatorio (unos 6.000 millones de euros anuales). Hacienda planea limitar el alcance de esta deducción para que sólo beneficie a las rentas medias y bajas. En principio, calcula que sólo se aplique por debajo de los 24.000 euros anuales de ingresos. Ello podría suponer un alivio para las arcas del Fisco de al menos 2.000 millones de euros.

Zapatero prevé que la presión fiscal no suba del 34,5% del PIB

Presión fiscal

Zapatero insistió en que las subidas de impuestos que prepara el Gobierno serán 'prudentes, moderadas y limitadas', lo que permitirá que la presión fiscal siga en niveles 'parecidos, e incluso menores' a los registrados antes de que el Gobierno socialista llegase al poder. En 2004, el peso de los impuestos sobre el PIB fue del 34,5%; el año pasado, del 32,83%.

El jefe del Ejecutivo defendió que el ajuste en los impuestos previsto para el próximo año es 'razonable, obligado y solidario' en una situación de crisis económica y subrayó que, en este contexto, es lógico 'que una parte de la sociedad haga un esfuerzo para ayudar a la parte que tiene dificultades'.

Insiste en que el aumento será «prudente, limitado y moderado»

Los planes del Gobierno parecen encontrar el respaldo de la izquierda. La portavoz de ICV en el Parlament catalán, Dolors Camats, aseguró que su formación 'probablemente podrá apoyar' los Presupuestos del Estado para 2010.

Por su parte, el conseller de Innovación, Josep Huget, de ERC, consideró 'inevitable' elevar el IVA y los impuestos especiales sobre el tabaco y el alcohol, además de incrementar la fiscalidad sobre las rentas más altas.

Del lado empresarial, la Cámara de Comercio de Barcelona señaló que la subida de impuestos podría lastrar al 'embrionario' proceso de recuperación económica.