Si hay algún equipo que necesita descubrir la vacuna contra el llamado virus FIFA, ese es el Barça. Que los azulgrana sólo hubieran ganado cuatro de los últimos 17 partidos post selecciones no podía ser casualidad. Ayer, la entidad de su rival, un Valencia que llegaba invicto y con la vitola de líder, tampoco invitaba al culé a ser demasiado optimista.

Que el partido era importante y complicado lo dejó claro Xavi con su decisión de alistarse voluntariamente. Con él a los mandos y Villa en punta flanqueado por Messi e Iniesta, el Barça no podía fallar en un Camp Nou con césped nuevo y del que ya han volado cinco puntos. Le costó, sufrió, pero una gran segunda parte enmendó la primera y le valió a los de Guardiola para acabar superando a un Valencia que no bromea.

Emery anunció que su equipo iba a Barcelona con la idea de ganar y que no era un farol. Bastó conocer su alineación para pensar que quizás lo fuera. Sin Mata y con un solo punta, el líder parecía acomplejarse en la pizarra. Sin embargo, las apariencias engañaron. Una rigurosa y atrevida presión le sirvió al Valencia no sólo para frenar al Barça, sino para quitarle el balón y, con ello, impedirle que se desplegara.

Normal que Guardiola y Emery rivalizaran en la banda con sus indicaciones. El catalán, para transmitir a sus jugadores las ideas que les faltaban. El vasco, para animar a los suyos a seguir igual.

Permutaban los jugadores del Barça, pero seguía faltando fluidez, circulación de balón para crear espacios. Por contra, el Valencia hacía daño entre líneas, donde Banega se removía como una piraña en una bañera.

Su rigurosa y adelantada presión, le sirvió al Valencia no para frenar al Barça, sino para quitarle el balón 

Además, Mathieu hacía daño con sus mastodónticas arrancadas por la izquierda. En una de ellas, el francés se coló hasta la cocina y se sacó un pase que Pablo Hernández no desperdició para marcar.

El internacional pudo repetir unos minutos después, pero esta vez Valdés evitó el gol. Pablo acaparó todo el protagonismo en el tramo final de la primera parte, pues una mano suya dentro del área pudo haber dado al Barça la oportunidad de alcanzar el descanso en tablas.

Verse recompensado en el marcador con su sacrificado y eficiente trabajo le dio alas al Valencia, aunque bastó que Iniesta y Xavi encendieran las luces para que el Barça empezara a verlo claro y los valencianos cada vez más oscuro. Recién empezado el segundo tiempo, Iniesta tiró una pared con Xavi que derribó el muro valenciano con un gol marca de la casa.

Otra gran combinación, esta vez entre Messi, Alves y Villa, la desbarató sobre la misma raya de gol César, quien en cambio nada pudo hacer ante el cabezazo de Puyol, a pase, que no centro, de Xavi. Si en la primera mitad el Valencia logró amaestrar al Barça, en la segunda apenas pudo acariciarlo.

Con el Valencia descosido, Iniesta dejó a Villa mano a mano con César, pero el Guaje se aturulló y se tuvo que ir a la caseta sin marcar ante su ex equipo. Guardiola se remangó con la entrada de Mascherano por Xavi y Messi se dedicó a intimidar a la zaga rival.

El Valencia, que pudo medio tiempo con el Barça, pero no el otro medio, obligó al campeón a recuperar lo mejor de sí mismo. Si lo hizo fue en gran parte gracias a Xavi. El juego del Barça no es una moda, como equivocadamente dijo Casillas, sino un modelo.

Barcelona (2): Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Maxwell; Xavi (Mascherano, m. 78), Busquets, Keita (Abidal, m. 87); Messi, Villa (Pedro, m. 82) e Iniesta.

Valencia (1): César; Bruno, David Navarro, Costa, Jordi Alba; Albelda, Fernandes; Pablo Hernández, Banega (Mata, m. 66), Mathieu (Vicente, m. 83); y Soldado (Aduriz, m. 62).

Goles: 0-1. M. 38. Pablo Hernández marca con la derecha a pase de Mathieu desde la izquierda. 1-1. M. 47. Iniesta bate por bajo a César tras tirar una pared con Xavi. 2-1. M. 63. Puyol, de cabeza, a pase desde la derecha de Xavi.

Árbitro: F. Teixeira. Amarilla Soldado, Keita, Albelda, César, Aduriz y Valdés.