Rojas a la carta

Mourinho está en todo. Improvisa hasta para sus actuaciones más feas. Así, cuando vio que Ramos y Xabi Alonso llevaban una amarilla, diseñó un plan de urgencia: citó a Dudek y le explicó con calma unas instrucciones; el meta polaco trasladó las órdenes al oído a Casillas, al que acudió a ver junto al poste; el capitán informó luego a sus compañeros y comenzó el trabajo. Primero con Xabi Alonso, minuto 86, que retrasó hasta lo imposible el saque de una falta: tarjeta roja. Luego, en el más difícil todavía, Ramos, en el minuto 90, hizo lo propio en un saque de puerta: otra roja. Objetivo cumplido: Ramos y Xabi no podrán jugar el último partido de la primera fase y llegarán a octavos con sólo una amarilla a cuestas (el ciclo de suspensión es de tres).

Casillas confesó a pie de campo, a su manera, el ardid: "Ha sido por el tema de las cosas. Dudek ha venido a decirme y de ahí que yo se lo transmitiera a los compañeros". Mourinho, en cambio, se hizo el sueco. Culpó al árbitro de todo: "Son tarjetas que no se pueden sacar. Un partido de 0-3 o 0-4 no puede tener tantas tarjetas y luego pasa esto. La primera falta que hizo Ramos vio amarilla y hasta las últimas por perder tiempo no me gustaron mucho".

La cita ofreció además el debut del canterano Mateos y el estreno de Zidane como interlocutor del vestuario.