Este artículo se publicó hace 14 años.
"No estoy nada preocupado"
Nadal se somete en Barcelona a pruebas en la rodilla. Rafa bajará al 6 de la ATP si, como parece, está un mes de baja
El jet lag sólo se apreciaba en su vestimenta. En manga corta, con el jersey anudado al cuello, Rafa Nadal aceleraba ayer su salida de la terminal internacional de El Prat perseguido por las preguntas sobre su rodilla. "El alcance de mi lesión lo sabré cuando me den el resultado de las pruebas dentro de unos días. No estoy nada preocupado, tengo un pinchazo y esto en una semana o menos estaré recuperado", soltaba apresuradamente el mallorquín, en busca de un taxi que le desplazase hasta el Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA), donde Ángel Ruiz Cotorro, su médico personal, le sometió a una resonancia magnética para conocer el alcance de la lesión que se produjo en Australia.
Con la prueba, Cotorro pretendía esclarecer el primer diagnóstico de rotura en el tendón cuadricipital de la pierna derecha. "La zona dañada aún permanecía muy inflamada en la exploración que se le hizo en Melbourne", explicaba Cotorro. "Por eso", continuaba el galeno, "la resonancia que le hemos practicado hoy (por ayer) puede arrojar algún matiz diferente".
Si se confirma la lesión del tendón del cuádriceps (los resultados de la resonancia podrían conocerse hoy mismo), Nadal podría estar un mes de baja. La inactividad le obligaría a perderse el torneo de Rotterdam, a partir del 8 de febrero, y la primera ronda de la Copa Davis que España disputará ante Suiza (5 al 7 de marzo), e incluso pondría en seria duda su participación en Indian Wells. En total, 1.300 puntos que, sin posibilidad de defensa, podrían hacer descender a Nadal hasta el número seis del ránking de la ATP.
"A mí me da igual ser el 2, el 4, el 5 ó el 6 del mundo. Lo que realmente me preocupa es volver a llegar a un buen nivel. Si es así, los resultados acabarán llegando", manifestaba Nadal en la previa del Abierto de Australia.
Murray castiga a RafaPor el momento, la llegada de Murray a la final supuso ayer para Nadal el segundo escalón descendido del ránking en apenas 48 horas. Si el miércoles, Djokovic le arrebató el número dos, ayer el escocés confirmó que, el próximo lunes, se situará como número tres por delante del manacorí. Incluso, el escocés podría alcanzar el número dos si se corona campeón en la Rod Laver Arena.
Para ello, Murray necesitará otra noche increíble, como lleva definiendo el escocés su camino hasta la final. Su presencia en el partido por el título, después de vencer ayer a Cilic (3-6, 6-4, 6-4, 6-2), supone la vuelta de un británico a la final del primer torneo del Grand Slam treinta y tres años después de la derrota de John Lloyd ante Gerulaitis. La memoria obliga, sin embargo, a un mayor esfuerzo para recordar al último británico en conquistar Australia: Fred Perry, en 1934. El hito se sitúa a un sólo partido para el discípulo de Corretja.
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