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Más rápido, más alto, más fuerte... y con más sexo

La organización investiga el hallazgo de condones no oficiales en la Villa Olímpica

DAVID BOLLERO

El lema olímpico en latín Citiusaltiusfortius (Más rápido, más alto, más fuerte) parece no ser suficiente según los rumores que corren acerca de la Villa Olímpica. Desde antes incluso de que arrancaran los Juegos Olímpicos, los chismes acerca de la frenética actividad sexual que se desarrolla en la Villa Olímpica no cesaban. A dos días de la inauguración, el nadador Milorad Cavic se quejaba en su cuenta de Twitter escribiendo que 'en la Villa Olímpica suena música hasta la medianoche como si estuviéramos en Ibiza. A veces me pregunto qué hacemos aquí'.

Ahora la ciclista australiana de BMX, Carolina Buchanan, ha vuelto a reavivar la polémica sexual al colgar en Twitter una fotografía en la que se aprecia un cubo con preservativos con la etiqueta de un canguro boxeador bajo la cual reza 'Condones Canguro, para la glándula de abajo', haciendo un juego de palabras con ‘downunder', que en inglés se emplea para referirse a Australia y Nueva Zelanda.

La deportista bromeaba en su tuit sugiriendo cómo la imagen parece corroborar que 'los rumores son ciertos', en relación a las relaciones sexuales que muchos atletas supuestamente consuman a modo de celebración tras culminar -o durante- su participación en las competiciones.

La organización no ha querido esperar y ya ha abierto una investigación, aunque ésta nada tenga que ver con el espíritu olímpico del deporte, sino más bien con los patrocinios: las pesquisas buscan averiguar cómo entró un cubo lleno de condones ‘no oficiales' a la Villa Olímpica.

Al comenzar los Juegos, el LOCOG (Organización Oficial de los JJOO) repartió 150.000 preservativos de manera gratuita a todos los atletas, lo que prácticamente da una media de 15 condones por deportista para un evento de 17 días. El proveedor oficial, previo pago, es la empresa Durex, cuyos condones no eran precisamente los que retratados por Buchanan.

Mientras continúa la investigación, los rivales de Durex parecen ser los grandes beneficiados. Desde la australiana Ansell, un portavoz ha indicado que la compañía no tiene nada que ver con el famoso cubo, indicando que 'no tenemos absolutamente ninguna participación oficial en los Juegos'. Por su parte, Lawrence Boon, director general de Pasante, la otra marca encontrada en el cubo, también ha negado la implicación de la firma, aunque puntualiza que 'este año hemos lanzado un condón de oro para campeones', en un intento por llegar a los más jóvenes de manera original y contribuir a reducir el número de embarazos no deseados entre adolescentes.

Los primeros Juegos Olímpicos en los que la organización repartió preservativos entre los atletas fueron los de Barcelona 1992. Entonces, la medida formó parte de una campaña de sensibilización para la prevención del VIH. Desde entonces, las especulaciones acerca de las prácticas sexuales de los atletas durante los días de competición han constituido una tónica en cada JJOO.

Unos rumores, por otro lado, alimentados por declaraciones de los propios deportistas, como la portera del equipo femenino de fútbol de EEUU, que aseguró a la cadena deportiva ESPN que 'hay mucho sexo. He visto gente teniendo sexo en público, en los jardines, entre los edificios, casi en cualquier lugar. Los Juegos Olímpicos son una experiencia única y todos quieren llevarse un recuerdo y el sexo está incluido'. En esta línea, el nadador Ryan Lochte también ha asegurado que 'el 70% de los deportistas practica sexo durante los Juegos'.

Y las cifras parecen respaldar esas declaraciones: durante los Juegos Olímpicos de Sídney en 2000, fue necesario solicitar 20.000 preservativos más porque los 70.000 iniciales no fueron suficientes. Pekín 2008 se curaría en salud y subiría la cifra hasta los 100.000 condones para que, cuatro años después, Londres 2012 haya incrementado en un 50% el número.

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