Este artículo se publicó hace 15 años.
La gimnasia rítmica ya es cosa de hombres
España crea el primer campeonato masculino
La Real Federación Española de Gimnasia da marcha atrás. Si desde hace años se prohibía a los chicos que practican rítmica participar en el Campeonato de España (categoría open desde 2005), ayer su presidente, Antonio Esteban Cerdán, anunció la creación de la primera edición del Campeonato de España de Gimnasia Rítmica masculina.
Esteban Cerdán quiso recalcar que es algo inédito y que "nuestro país va a ser pionero en esta modalidad", puesto que es el único país en el que, por el momento, los chicos van a tener su máximo campeonato nacional. Al lado del presidente se encontraba el director técnico de la Federación, Jesús Carballo. El que no flanqueaba al máximo mandatario, tal y como estaba previsto, fue el gimnasta valenciano Rubén Orihuela, quien adujo que había perdido el avión.
Al finalizar la rueda de prensa, Público se puso en contacto con Rubén, el auténtico vencedor de este caso. Sus sensaciones al conocer la noticia fueron de satisfacción. "Es genial. Ya era hora de que se creara el Campeonato de España", dijo.
Vetados en el extranjeroMuchas dudas mantenía Antonio Esteban acerca de este problema que se suscitaba con la inclusión de los chicos. "A primeros de año me reuní con Jaime Lissavetzky (secretario de Estado para el Deporte), y me comentó que no interrumpía ninguna de sus políticas con esta incorporación. Contamos con el apoyo del Consejo Superior de Deportes, aunque no podrán competir fuera de nuestras fronteras".
¿Cómo competirán en España? Con el código femenino (el único que hay). "Nadie se ve capaz de crear un reglamento", afirma Esteban. Lo que se ha dado es por tanto medio paso hacia adelante. El otro medio se conseguirá cuando la Federación Internacional reconozca esta disciplina en categoría masculina (algo que no sucede aún) y cree un código para ellos. "Lo vamos a proponer a la FIG, aunque la última vez nos lo echó para atrás", sentencia el presidente.
En un deporte en el que se dan tantos giros y tantas vueltas, los gimnastas han conseguido, al menos, que desde la Federación no les hagan una pirueta. Son los gimnastas quienes deben hacerlas.
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