El francés Richard Gasquet derrotó en cinco mangas, por 6-3, 6-1, 4-6, 2-6 y 6-3, al español David Ferrer en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos de tenis, en un partido en el que éste rozó la heroicidad de remontar un 0-2 adverso.

Gasquet se apuntó las dos primeras mangas, pero Ferrer reaccionó en las dos siguientes para forzar la quinta y definitiva, en la que las fuerzas y la suerte estuvo del lado del francés, clasificado por primera vez para las semifinales en Flushing Meadows. El francés, que necesitó tres horas y 23 minutos, jugará en semifinales contra el ganador del partido que esta noche disputan los también españoles Tommy Robredo (19) y Rafael Nadal (2).

En la primera manga, Richard Gasquet se apoyó en su primer servicio para evitar que David Ferrer impusiera su condición de uno de los mejores restadores del circuito sobre la pista dura de Flushing Meadows. El acierto del francés con su saque coincidió, además, con un bajo porcentaje de puntos ganados del español con su primer servicio lo que provocó que Ferrer, cuarto cabeza de serie en Nueva York, dejara escapar la manga por 6-3.

La debilidad del español se incrementó en la segunda manga, donde el tenista de Jávea apenas sumó diecisiete puntos, seis al resto y once puntos con su saque. Estas estadísticas se convirtieron en un 6-1 favorable a Gasquet, que se encontró una situación inmejorable para sellar su pase a semifinales.

Pese a estar con un 0-2 en contra, David Ferrer no se dio por vencido. Estar contra las cuerdas reactivó al tenista de Jávea, que comenzó a jugar con más agresividad. Se apuntó la tercera manga por 6-4 en 49 minutos para, cuanto menos, alargar más el partido.

Y acabó por creer en la victoria en el cuarto set, en el que mantuvo la iniciativa de la que careció al principio del envite. Forzó el quinto y definitivo episodio con un 6-2 más trabajado de lo que sugiere el resultado.

Pero en el quinto set, con la fuerzas ya muy justas, Ferrer ya no pudo más ante la potencia de los golpes de Gasquet, al que le bastó un break en el sexto juego (4-2) para apuntarse el partido en la primera bola de partido de que dispuso y meterse en la antesala de la final.