El éxito según Guardiola

Obligado por el 5-1 que mulle la eliminatoria en el colchón azulgrana y por la propia credibilidad de su discurso, a menudo tremendamente certero, Pep Guardiola rebajó ayer un grado la alarma de su sermón prepartido y admitió la "prudencia" como elemento suficiente para gestionar el pase del Barcelona a las semifinales de la Liga de Campeones. Eso, un salvoconducto hacia la cuarta presencia consecutiva de los azulgrana en la antesala de una final europea, es lo que se juega esta noche su equipo en el fabuloso estadio del Shakhtar que, de puertas hacia afuera, renunció a disputárselo antes de abandonar el Camp Nou.

Ya entonces, con el pesado 5-1 a cuestas, Mircea Lucescu proclamó que su equipo no tenía ninguna opción de discutirle la eliminatoria al Barça. Y su discurso no ha variado; sólo ha adquirido un matiz: el técnico del Shakhtar pretende que su equipo despida su fantástica trayectoria en Europa con un triunfo sobre "el mejor equipo del mundo". "Es imposible que pasemos, pero intentaremos dar una imagen digna; jugaremos para ganar", aseguró ayer el técnico rumano, tras corregir en varias ocasiones a su traductora.

La insistencia de Lucescu en la corrección para que su mensaje quedase bien claro resultó tan llamativa como el desliz que tuvo Guardiola cuando un periodista ucraniano le preguntó si el equipo que superase esta ronda estaría en la final de la Champions. "Claro, si ganamos mañana, estamos en la final", aseveró el técnico, lleno de razón, antes de advertir su error y corregirse. "Creía que ya estábamos en semifinales. ¡Qué gran error!", se disculpó entre sonrisas.

Más distendido y risueño que en las últimas jornadas, Guardiola esquivó con cintura las numerosas preguntas sobre los clásicos con el Madrid que se avecinan, concentró el mensaje en el encuentro de hoy y destacó el "éxito" que supondría una cuarta presencia consecutiva en la penúltima ronda europea. "Sé que hay mucho ruido pensando en lo que vendrá", convino el técnico azulgrana, "pero esto es una eliminatoria y se juega a dos partidos; nos queda el segundo". "Aquí el ambiente es muy fuerte y puede pasar absolutamente de todo, hemos de ser muy prudentes y saber gestionar bien el partido para ganarlo", añadió. "No sabemos jugar a esperar, iremos a ganar", ratificó Keita.

Pese a que el Shakhtar comparecerá mermado por las diversas bajas Chygrynskiy y Rats son ausencias seguras, y Kucher y Luiz Adriano, serias dudas, no se fía Guardiola de la renuncia de Lucescu y armará un once con casi todos los pesos pesados, sin Iniesta, sancionado, pero probablemente con Messi, "tranquilo" tras el tiroteo sin consecuencias en la casa de su hermano.

"Tenemos que salir muy fuertes, qué vamos a reservar: estamos en cuartos, a punto de unas semifinales; reservas cuando tienes una ventaja muy amplia en la Liga", argumentó el técnico azulgrana, tras destacar que, si de algo está "orgulloso" es de que, en su tercera temporada, el Barça vuelva a llegar a final del curso, "con opciones a todo".