La plantilla, muy cuestionada. El entrenador, dudoso. La cantera, mal utilizada. Los despachos, bajo sospecha. Los servicios médicos y el preparador físico, en entredicho. La afición, fría con el equipo y con los pañuelos en los ribetes de los bolsillos y apuntando al palco.

La crisis del Real Madrid es total, hasta el punto que el partido de hoy está fuera de foco cuando debería suceder lo contrario.La dimensión de las turbulencias que vive la entidad es brutal. Ni uno solo de los estamentos que conforman un club de fútbol ha quedado libre en el Madrid. No hay una estancia que se sienta legitimada. El equipo hace tiempo que desapareció como tal. Y las individualidades también. De los titulares habituales, sólo Higuaín, que regresa hoy tras su lesión, ha ofrecido el rendimiento que demanda un equipo campeón. Salvo el argentino, ningún futbolista se ha revalorizado. El resto, ni siquiera se han mantenido en su valor. Todo lo contrario, se han depreciado.

El entrenador sigue divagando, en continuo ejercicio demagógico y con medias verdades: 'Teníamos a Jurado, a Negredo, a Soldado, a Arbeloa, a Javi García, a Rubén de la Red. Llegó el momento de los galácticos, y todos se tuvieron que marchar. A mí me hubiese gustado tener esa cantera, pero ahora tengo chicos en 2ªB sin experiencia. No están preparados'. A Negredo pudo recuperarlo este verano. Igual que a Granero. A Soldado le tuvo y dejó que le colaran a Saviola. Schuster ha tragado con la plantilla que le ha confeccionado la dirección deportiva.

También frivoliza el alemán con la Asamblea de socios compromisarios que hoy decidirá si aprueba la gestión económica de Calderón: 'Está chupada. La va a pasar fácil'. Calderón es otro que ha optado por vivir una realidad engañosa como instrumento de evasión. Anuncia otro fichaje e infravalora el objetivo de la Asamblea: 'Mijatovic me ha dicho que hay otro fichaje al caer y mañana (por hoy) a disfrutar en la Asamblea'.

El 'no están preparados' dicho por Schuster sobre los canteranos habla del problema que acucia a la factoría de Valdebebas. Un segundo equipo debe tener jugadores capacitados para dar el salto en cualquier momento. Desde ese punto de vista no se entiende que Schuster cuente con Bueno y con el lateral izquierdo Antón si cree que no están preparados.

Ha faltado valentía con la cantera en el Madrid en los últimos años. Y un modelo de juego definido. Ahí el Barça ha marcado diferencias. Desde Cruyff, sólo Robson y Serra Ferrer jugaron a contra estilo. Cada jugador de las categorías inferiores del Barça sabe que se le pedirá en su posición si un día le tocara cambiarse junto a los mayores. Los del Madrid no, porque no hay un patrón definido. 15 entrenadores en 15 años, cada uno con su pizarra, hacen imposible una uniformidad en el a qué juegan el primer equipo y sus filiales.

En medio de esa crisis total aparece el Sevilla. No es el equipo de hace un año, pero todo lo que destila orden al Madrid le hace mucho daño. A su vestuario sólo le queda apelar a la pelota, que suele ser la dueña de las soluciones.