En junio de 2007, los jugadores del AZ Alkmaar regaron de lágrimas el campo del modesto Excelsior. Era la última jornada del campeonato y una victoria les hacía campeones de la Eredivisie.

Aquella inesperada derrota (3-2) le dio el título al PSV. La ciudad del queso, su feria es una de las más importantes de Europa, se quedó sin su segundo título liguero. Al término de la pasada campaña, Van Gaal, pese a tener contrato hasta 2010, presentó su renuncia por el undécimo puesto logrado. Sus futbolistas le imploraron que se quedara. Pese al mal año, no querían despedirle sin tomarse la revancha de lo sucedido un año antes.

La superioridad del AZ en este ejercicio ha evitado las emociones de 2007, aunque cierto suspense sí hubo en el desenlace final. El sábado, con toda la ciudad de Alkmaar preparada para la fiesta de coronación, volvieron los viejos fantasmas.

El Vitesse ejerció de Excelsior (1-2) y los seguidores del AZ tuvieron que esconder las camisetas que conmemoraban el título. Pero sólo hasta el domingo, en el que la derrota del Ajax ante el PSV (5-2) le otorgó la gloria y aritméticamente la ansiada revancha.

La ruptura de la hegemonía que alternan Ajax y PSV, con apariciones puntuales del Feyenoord, iguala a Van Gaal y a sus muchachos con las leyendas del club que conquistaron en 1981 el único título liguero que hasta hoy daba lustre a sus vitrinas. Peters, Metgod (luego del Madrid), el austríaco Weltz (luego del Valencia), Van Marwijk (actual seleccionador holandés), Kovenkamps, Kist, Van Hanegem... fueron algunos de los nombres que hicieron, del por entonces AZ 67, un equipo respetado en toda Europa; perdió la final de la UEFA en 1982 ante el Ipswich Town.

La época dorada del club, rematada con tres Copas, acabó con la muerte de uno de los hermanos Molenaar, ex jugadores, mecenas e impulsores del viaje del club hacia la élite tras la fusión entre el Alkmaar y el Zaanstreekas en 1967 que dio origen a la actual entidad.

En 1988 el club descendió de categoría y hasta la llegada al banquillo de Co Adriaanse en 2002 no volvió a Europa. Lo hizo en 2004 y llegó a las semifinales de la UEFA tras eliminar al Villarreal en cuartos. Fue el excéntrico entrenador el que bautizó a sus jugadores como 'los soldados del queso'.

En 2005, Van Gaal aterrizó en el club que le vio retirarse como jugador en 1987. 'Busco tranquilidad y un proyecto ambicioso', dijo entonces. Su ideario no ha cambiado: 'Intentamos dominar el juego siempre.

Pensamos en el ataque y defendemos lo más arriba posible'. También los jugadores responden a su molde: 'Como pivote siempre juega alguien con gran visión del juego. En Barcelona jugaba Guardiola o Xavi. Ahora lo hago con De Zeeuw, que tiene una gran interpretación del juego', según escribe Matías Manna en el blog Paradigmaguardiola. Arriba, tiene otra perla, Al Hamdoui, un holandés de origen marroquí (22 goles) que se ha destapado como goleador virguero este año.